Por Gustavo Berón
En esa tanda está incluida la prórroga para la jueza Ana Figueroa, del caso Hotesur. Aunque el kirchnerismo podría cerrar un acuerdo con los peronistas disidentes, se agrega la dificultad para reunir a los senadores en el recinto porque están de campaña.
“Todavía no hay acuerdo”, repiten tanto desde el kirchnerismo como desde Unidad Federal, el bloque de peronistas disidentes que se presenta como la llave para destrabar la sesión del Senado que necesita el oficialismo para extender el mandato de Ana María Figueroa, la jueza que está a días de jubilarse y que podría definir el rumbo de las causas Hotesur-Los Sauces y la del memorándum con Irán, ambas involucran a Cristina Kirchner.
Después del fracaso del 12 de julio, cuando el Frente de Todos no pudo reunir el quórum para tratar 75 pliegos de jueces y fiscales que había enviado el Ejecutivo, entre los que está el de Figueroa, el oficialismo parecía quedar sin recursos para que la camarista, que el próximo 9 de agosto cumplirá 75 años, edad límite para ejercer el cargo, pueda extender por 5 años más su mandato.
Sin embargo, José Mayans reflotó las conversaciones con los senadores de Unidad Federal. Puntualmente con dos de ellos: Guillermo Snopek y Edgardo Kueider, quienes en la sesión fallida dejaron al kirchnerismo sin quórum argumentando cierto incumplimiento de los acuerdos.
Los tiempos son muy ajustados. Queda este miércoles 2. El próximo miércoles ya es 9 de agosto, el día de cumpleaños de Figueroa. El kirchnerismo estaría muy justo para aprobar su pliego. Oscar Parrilli, Mariano Recalde, Martín Doñate, José Mayans y Anabel Fernández Sagasti. Foto: Federico López Claro
Y en rigor algo de eso hubo porque Snopek, quien aspiraba a que se tratara su proyecto de intervención del Poder Judicial de Jujuy, no pudo cumplir con ese objetivo porque el kirchnerismo más duro lo dejó sin quórum postergando también la posibilidad de ser ratificado como presidente de la comisión de Asuntos Constitucionales.
El jujeño descargó su bronca primero con Máximo Kirchner, el jefe de La Cámpora, a quien responsabilizó por la parálisis del Senado, y después le apuntó a Mariano Recalde, uno de los alfiles de Cristina por no querer avanzar con su propuesta.
Tras el faltazo a la sesión, Snopek sufrió una fuerte represalia y la Junta Electoral de Unión por la Patria decidió desacoplar su lista de la fórmula encabezada por Sergio Massa y Agustín Rossi. Pero Alberto Fernández comenzó a destrabar la situación cuando dispuso la intervención del PJ provincial, otro de los reclamos del senador, y con la mediación de Massa se restituyó la lista a la fórmula del oficialismo.
“El diálogo es permanente”, le aseguró a Clarín uno de los testigos de las negociaciones, cuya aspiración es volver a darle una muestra de que pueden torcerle el brazo a Cristina, como ocurrió en la también caída sesión del 30 de marzo y que llevó al Frente de Todos, que quería imponer su agenda, a sentarse con todos los bloques para definir un temario consensuado, algo que se concretó más tarde en la sesión del 13 de abril.
Hay posiciones dispares sobre el caso Figueroa
En esta nueva ronda de conversaciones coincidieron de que hay que sacar los proyectos pendientes que tiene el Senado, pero al kirchnerismo se le bajó el entusiasmo cuando les advirtieron que las prioridades son tarifas, transporte y después las leyes que tiene pedidas el Frente de Todos.
Y a dos semanas de las PASO, la campaña también se mete en la discusión porque los senadores del interior quieren hacer pesar el discurso del federalismo cuando el kirchnerismo insiste con Figueroa. El peronismo disidente como la oposición repiten que hay que tratar de cubrir todas las vacantes judiciales en las provincias porque a CABA “se le dio todo”.
Por eso, según contó una fuente parlamentaria, los senadores federales quieren una reunión lo antes posible con los representantes de la Cámara en el Consejo de la Magistratura, para interiorizarse sobre las vacantes que faltan cubrir en los juzgados del interior, los concursos pendientes y aquellos trámites que quedaron a medias.
Es un tema sensible para el kirchnerismo que también apuesta a recuperar el control del Consejo con los jueces que podrían ingresar en este paquete de 75 pliegos. Al mismo tiempo, aspira a darle trámite parlamentario a otro paquete de 18 pliegos entre jueces, fiscales y defensores, que justamente necesitan de una sesión para ser girados a la comisión de Acuerdos, que encabeza la camporista Anabel Fernández Sagasti.
Las partes que intervienen en la negociación entienden que el caso Figueroa merece un párrafo aparte, ya que según confiaron a este diario “hay posiciones dispares”.
Convencer a Kueider y a Weretilneck
En el caso de Kueider, la negociación es más compleja para el oficialismo, más allá del gesto que tuvo Massa de ir a Entre Ríos en el marco de la campaña cuando aún estaba latente la tensión por la sesión fallida del 12 de julio.
El senador de Entre Ríos quiere una reducción en la tarifa eléctrica y que se establezca una suerte de regalía para las provincias generadoras de energía, algo similar a lo que reciben los distritos petroleros. Desde la Secretaría de Energía habían alertado sobre la dificultad de llevar adelante la propuesta, aunque esta semana aparecieron algunos puntos suspensivos.
Ahora, la mirada estará puesta en la agenda de comisiones del Senado porque si la vicepresidenta habilita la de Energía, Minería y Combustibles para tratar el proyecto de Kueider, puede aumentar la llama de esperanza de que el kirchnerismo reúna el número.
De los otros tres integrantes del bloque de Unidad Federal, el FdT ya tiene asegurada a María Eugenia Catalfamo aunque no podrá contar con el apoyo de Alejandra Vigo (esposa de Juan Schiaretti) y Carlos “Camau” Espínola, que ya se mostró con el gobernador de Córdoba.
Otro de los factores que preocupa al oficialismo es Alberto Weretilneck, un aliado del kirchnerismo junto a Clara Vega y Magdalena Solari Quintana. El gobernador electo por Río Negro busca evitar exponerse en esta maniobra cuando en las elecciones de octubre tiene que sumar diputados nacionales con su partido provincial.
Sin embargo, el Frente de Todos tiene otras dificultades porque los senadores están en sus provincias concentrados en la campaña y la necesidad de sacar la mayor cantidad de votos en las primarias, lo que hace dudar que esté garantizada sus presencias, si finalmente se convoca a una sesión antes de las PASO.
En Juntos por el Cambio siguen con atención las negociaciones y más allá de la campaña hay una indicación para que estén listos para sesionar, si el Frente de Todos consigue el número. Por ahora, la coalición opositora no recibió ningún llamado desde el Frente de Todos para hablar de un posible temario y se mantiene la decisión de convocar a una sesión para después de las primarias, cuando ya estará vencido el pliego de Figueroa.
Fuente Clarin