Por João Lemos Esteves
Portugal es un Estado miembro de la Unión Europea, lo que exige que sus miembros respeten plenamente los principios del Estado de derecho, la separación de poderes y la primacía de los derechos humanos, ninguno de los cuales existe actualmente en el Portugal socialista-comunista.
El régimen iraní ha ido aumentando enormemente su influencia en Europa, especialmente en Portugal: su unidad militar y de inteligencia ha acumulado una gran influencia sobre el gobierno socialista-comunista portugués. Irán se está aprovechando del conocido antisemitismo y sentimientos antiamericanos del actual primer ministro portugués, António Costa.
La estrecha conexión entre algunos políticos portugueses prominentes (que actualmente están a cargo) y el régimen del ayatolá iraní se remonta a hace algún tiempo; sin embargo, se ha fortalecido en los últimos años cuando Costa y su ideólogo, Boaventura de Sousa Santos, tomaron el control del país. con el pleno apoyo del partido comunista portugués.
Como era de esperar, el gobierno socialista portugués ha estado utilizando todo el aparato estatal para amenazar a los críticos de los regímenes iraní y ruso con estrategias de guerra legal, siguiendo las clásicas Fuerzas Quds del CGRI y el manual de Putin. Estas amenazas incluyen advertencias de funcionarios del gobierno portugués en caso de que no bajemos el tono del –y cito– “discurso sionista”. Esto es algo que no esperaríamos experimentar en una democracia occidental, y mucho menos en un Estado miembro de la Unión Europea, que exige que los miembros respeten plenamente los principios del Estado de derecho, la separación de poderes y la primacía de los derechos humanos. derechos humanos, todos los cuales no existen actualmente en el Portugal socialista-comunista.
La principal víctima del antisemitismo del gobierno de Costa fue la comunidad judía, que fue el objetivo de una operación sólo posible en un régimen totalitario absurdo.
El Líbano es un socio menor de las fuerzas iraníes IRGC-Quds en Portugal, identificando a los oponentes tanto de Irán como de Hezbollah, recopilando datos personales e infiltrándose en posiciones clave dentro del gobierno portugués. Portugal es una región geopolítica estratégica para Hezbolá, Irán y Rusia debido a sus vínculos históricos con África (especialmente, pero no sólo, África occidental) y América Latina, así como por su proximidad a Marruecos e Inglaterra.
En verdad, uno de los principales objetivos de Irán y Hezbolá es fortalecer sus capacidades operativas en Inglaterra, para poder espiar a ciudadanos y activos clave y ampliar su capacidad para socavar a Estados Unidos a través de Europa y el Mediterráneo.
Portugal y España son fundamentales para que Irán, Hezbollah y Rusia lleven el caos al Reino Unido (incluido Gibraltar) y Marruecos. No olvidemos que Portugal es una plataforma internacional central para evadir las sanciones de Estados Unidos a Irán y Rusia.
Mientras que en Estados Unidos y el Reino Unido el gobierno protege a sus ciudadanos frente a Irán, en el Portugal radical socialista-comunista, Costa protege a Irán frente a sus propios ciudadanos.