
Familias representadas por la asociación Idiomas y Educación han alertado de un «nuevo golpe de Pedro Sánchez en Educación para aumentar la desigualdad entre los españoles» al suprimir la obligatoriedad del examen de Historia en la Selectividad, que interpretan como una «cesión a los separatistas».
Como se trata de una asignatura estratégicamente interesante para armar el discurso nacionalista contra España, esta agrupación alicantina de madres y padres -algunos docentes- pone el foco en que dejarla como optativa a elegir con Filosofía representa un retroceso más en la enseñanza para favorecer al independentismo.
Este miércoles, víspera del Día de la Hispanidad, se ha presentado el borrador de la orden de la evaluación de Bachillerato para el acceso a la Universidad para este curso 2023-2024, en el que se incluyen algunas modificaciones que consideran significativas, como la de Historia.
«Se está privando a los jóvenes españoles de sus raíces, de su pasado, de su tradición común», al renunciar a transmitir la «Historia común», advierten. «No se ama lo que no se conoce y ese es claramente el objetivo: este Gobierno deberá responder de muchas arbitrariedades, y esta no es la menor de ellas, ya que asociaciones de historiadores han declarado que, con este golpe a la asignatura, se consuma el ninguneo al pasado», añaden.
Además, en el borrador se rebajan las exigencias de la EBAU, se «fulminan» los criterios comunes en la prueba, lo que propicia que aumente la brecha de desigualdad entre los diferentes territorios, según Idiomas y Educación.
Como ejemplo, mencionan que desaparece un apartado denominado «Matrices de especificaciones» de las materias de Bachillerato, temarios para que los centros y los alumnos supiese qué entra en cada materia. «Ahora, cada Comunidad autónoma puede hacer el examen sin los límites establecidos por el Ministerio», revelan.
Inspecciones delegadas a las regiones
Asimismo, se delega igualmente en cada región el control que antes ejercía la Alta Inspección del Estado sobre el cumplimiento del uso de lenguas vehiculares, lo que deja en manos de los gobiernos nacionalistas sí se enseña en castellano o en otro idioma las materias troncales, otro de los caballos de batalla del independentismo para su «inmersión lingüística».
A juicio de esta asociación, «Se trata de toda una declaración de intenciones de Pedro Sánchez para dinamitar la Educación dentro de sus cesiones a los partidos separatistas para la ruptura de España».
Fuente ABC