
El 12 de octubre de 1923 un pequeño grupo de intelectuales caminó desde Santiago hasta la que fue la casa de la infancia de Rosalía de Castro en Ortoño (Ames) para fundar la que sería una de las instituciones más relevantes para la historia de Galicia: el Seminario de Estudos Galegos. A pesar de su breve período en activo, durante a penas 13 años, el SEG sigue siendo un referente y una inspiración para las generaciones actuales y, un siglo más tarde, la comunidad recupera el legado de esta organización pionera y pone en valor el papel fundamental que tuvo en construir la Galicia que todos conocemos hoy en día.
Su objetivo era crear un espacio que llenase el vacío que en aquel momento dejaba la Universidad de Santiago de Compostela usando, por primera vez, el gallego como lengua vehicular en los ámbitos científico y cultural, algo que consiguió llevar a cabo organizado en 14 ramas de estudio y sus respectivos presidentes. Es el caso de, entre otras, la sección de Historia, coordinada por el presidente del SEG hasta 1934, Salvador Cabeza de León; Etnografía, coordinada por Vicente Risco; Geografía, con Otero Pedrayo a la cabeza; Ciencias Naturales, con Luís Iglesias; o Prehistoria, con Florentino López Cuevillas. Una lista de intelectuales del siglo XX que hoy en día son referentes en la comunidad, y cuyo legado se mantiene en el tiempo a pesar de la convulsa etapa en la que existió el Seminario.
Creando la Galicia actual
En total, tuvo alrededor de doscientos miembros, algunos intelectuales de la generación Nós y de las Irmandades da Fala, que publicaron más de 150 estudios gracias a los que hoy tenemos una rigurosa fuente documental sobre la historia, la cultura y la ciencia en nuestra comunidad. A ellos le debemos, por ejemplo, el ‘Vocabulario ortográfico da Lingua Galega (1931) y la ‘Gramática Elemental da Lingua Galega’ publicada a título póstumo en 1951; el atlas de la comunidad ‘Galicia. Geografía General’ (1930); el Censo General de la Población gallega de 1933; los dos volúmenes que conforman la Enciclopedia Gallega (1934) -tanto la Histórica como la Popular-; o también la creación de un Museo Etnográfico para reunir objetos, documentos y testimonios sobre la cultura y la historia de Galicia, el Museo do Pobo Galego (1936).
Se trata de un legado de un valor incalculable gracias al cual hoy en día Galicia es la que es, rica en cultura, arte y patrimonio, conocedora de su larga tradición oral y escrita y orgullosa de su historia, que no hubiese llegado hasta nuestro tiempo sin la labor del SEG. Además, la institución tuvo un papel fundamental en el movimiento autonomista gallego, creando en 1931 un proyecto de Estatuto de Autonomía que sentaría las bases para el Estatuto de la II República en 1936.
El SEG declarado ilegal
Ese mismo año sería precisamente el principio del fin del SEG, después de ser declarado ilegal en el nuevo régimen surgido tras del golpe del 18 de julio. Su patrimonio fue incautado, y con él su biblioteca, el Archivo del Seminario, la colección de arte y la revista Nós. Sus miembros, además, fueron perseguidos y, los que no consiguieron refugiarse en el exilio, fueron represaliados: encarcelados, torturados o, en la peor de las suertes, asesinados. Es el caso de Antón Losada Diéguez, Isáac Díaz Pardo o Anxel Casal, fusilados en Pontevedra, Santiago y La Coruña respectivamente. Finalmente, se disuelve por completo en 1941.
Hoy, su legado y su labor continúan de la mano del Instituto de Estudos Galegos Padre Sarmiento, fundado en 1943 como un centro de investigación del CSIC promovido por los miembros supervivientes del SEG, que se puso bajo el amparo del sabio benedictino Frey Martín Sarmiento (1695-1772) como ya se había sopesado en tiempos del antiguo Seminario. A partir de este momento, el IEGPS se convirtió en el sitio de encuentro por excelencia de la humanística gallega, referente en la vida cultural y científica de la comunidad.
Un legado que Galicia pone en valor un siglo más tarde celebrando numerosos homenajes a lo largo de toda la comunidad a base de actividades culturales, rutas, congresos o exposiciones, como ‘Luz na Terra’ que estará hasta enero en el Museo del Centro Gaiás de la capital compostelana. El Consello da Cultura Galega, el Museo do Pobo Galego y la Real Academia Galega se reunieron hace un año para preparar un programa conmemorativo conjunto a lo largo de todo el 2023, que incluye la publicación de diversas obras, como la reedición del libro ‘Testemuñas e perspectivas’; el facsímil ‘Romance de unha fatal ocasión’ que los miembros del SEG dedicaron a Castelao; o ‘Terras do Deza’ -un trabajo de investigación llevado a cabo en la comarca que no llegó a publicarse-.
También, por primera vez, la Universidad de Santiago reconoció el conjunto del Seminario y no las trayectorias individuales de los miembros mediante una exposición. Además, el Consello da Cultura recuperó la caminata fundacional que los primeros miembros hicieron desde Santiago hasta Ames en la ruta ‘Saber de Nós’, como una suerte de peregrinaje que conmemora un momento decisivo para el devenir de la historia de la comunidad y que realizó el conselleiro el pasado 12 de octubre.
Pocos son los municipios -por no decir ninguno- que no dediquen este 2023 al menos un día para reivindicar esta institución «determinante en la construcción de la identidad gallega», tal y como la definió el pasado jueves el conselleiro de Educación y Cultura, Román Rodriguez, después de realizar esa caminata simbólica hasta Ortoño. «De aquel grupo fueron parte nombres singulares de nuestro pensamiento y fue la primera estructura de desarrollo cultural planificada en Galicia para llevar a cabo estudios gallegos en exclusiva», reivindicó, además de señalar que «a pesar de su corta existencia, el legado del Seminario de Estudios Gallegos sigue siendo excepcional y 100 años después continuamos siendo deudores de su espíritu«. Este es, sin duda, un año dedicado homenajear a quien puso en valor a Galicia cuando nadie más lo hacía.
Fuente ABC