Massa y el miedo como eje de campaña:Desde el viernes, cada usuario de trenes o colectivos tendrá la opción de renunciar al subsidio que se aplica sobre los pasajes.
Ya que estamos en “tren” de dar a elegir si se pagan pasajes con o sin subsidio, bien podría haber aplicado el sistema de “consulta” Malena Galmarini de Massa, sobre si la gente quería que se pagara 43 mil dólares cada una de las más 600 camionetas para AYSA, 26 lionnes de dólares en total, o si deseaban los argentinos que Insaurralde se fuera de putas a Marbella. O si queríamos que Alberto gastará casi 30 millones de dólares en su avión para pasear por el mundo. Ni hablar de las decenas de millones de dólares “distraídos” por Insaurralde y sus gastitos en Marbella junto a una “dama de compañia”.
Tampoco consultó Massa por los caprichosos giros de más de 20.000 millones a las obras sociales de los gremios, que se suman a otro pago de 24.000 mil millones de 2022, 44.000 mil millones en solo dos años. Solo para que lo apoyen electoralmente.
Este viernes, 48 horas antes de ir a votar, el usuario de trenes se puede dar otro gustazo cívico: frente al molinete que le da acceso a subirse al tren, puede elegir y pagar $ 1.100 pesos un boleto que, si quiere, podría pagar $ 52,95. Veinte veces más caro. Lo mismo si se sube a una línea de colectivo del área metropolitana: podría indicarle al chofer que está dispuesto a pagar $ 700 el viaje en lugar de, como mucho, $ 72,61.
La insólita opción que tendrán los usuarios de aplicarse a sí mismos un “tarifazo” voluntario fue anunciada este lunes por el ministro de Transporte, Diego Giuliano, uno de los funcionarios de mayor confianza del ministro de Economía y candidato a Presidente Sergio Massa.
La justificación de Giuliano es que quienes hoy están de acuerdo con las fuerzas opositoras que reclaman reducir subsidios al transporte podrán demostrar personalmente y en los hechos su adhesión a ese reclamo.
Una expresión que no resiste el menor análisis. Se trata, en definitiva, de un original acto de campaña. Massa quiere mostrarles a los usuarios el precio “lleno” del pasaje como una forma de anticiparles lo que van a tener que pagar si Massa no llega a la Casa Rosada el 10 de diciembre.
Hay antecedentes. En octubre de 2011 el gobierno de la ex presidente Cristina Kirchner promovió una medida similar. Invitó a los usuarios de energía eléctrica, gas natural y agua por redes a renunciar a los subsidios. Desde ya, se armó una campaña con “famosos” invitando a la gente a adherirse. Y además, se podía seguir en tiempo real quiénes se anotaban en la lista. Fue un fracaso.
Una curiosidad de aquella lista. Los primeros anotados, los que daban el ejemplo, tuvieron y tienen problemas con la Justicia por diversos casos de corrupción.
En primer lugar se anotó, por supuesto, Cristina Fernández. (condenada a 6 años de prisión). Luego aparecen el por entonces vice presidente Amado Boudou (condenado a 5 años y 8 meses); el ex ministro de Planificación, Julio De Video (condenado a 4 años de prisión). En cuarto lugar aparece el ex secretario de Secretario de Obras Públicas, José López -el de los bolsos- (condenado a 7 años y medio de prisión). En el quinto lugar estaba Daniel Cameron, que está procesado en varias causas pero por ahora no sufrió condena.
Volviendo a los subsidios al transporte, hay que recordar que el Gobierno renunció tras la PASO a mantener los aumentos programados, que para el caso de trenes y colectivos estaban atados al índice de precios al consumidor. Es decir: el propio Gobierno aceptó volcar más recursos a subsidiar al transporte público para no aumentar las tarifas. Ahora, pide que los usuarios, por su propia voluntad, renuncien a esos subsidios.
Otro dato que contextualiza el anuncio de ayer.
El Gobierno les está ofreciendo un tarifazo a quienes, por definición -usuarios intensivos de transporte público- están siendo más golpeados por la inflación que está generando el propio Gobierno.