El líder de Hezbollah podría lanzar sus fuerzas cuando las fuerzas israelíes ingresen en Gaza.
Por Yoni Ben Menachem
Desde el inicio del conflicto en el sur de Israel, Hassan Nasrallah, el secretario general de Hezbollah, ha mantenido un llamativo silencio mientras lleva a cabo una guerra de desgaste contra Israel en la frontera norte.
Descifrar las intenciones de Hassan Nasrallah ha resultado ser un desafío para Israel y Estados Unidos. Israel debe prepararse para el peor de los casos, en el que deba combatir en dos frentes simultáneamente.
Como apoderado [proxy] de Irán en el Líbano, Hezbollah cuenta con el apoyo, entrenamiento y financiación del régimen de los ayatolás y la Guardia Revolucionaria iraní.
Han transcurrido más de dos semanas desde que Hamás atacó a las comunidades israelíes cerca de la frontera con la Franja de Gaza.
Durante este tiempo, Hassan Nasrallah, el secretario general de Hezbollah, ha desaparecido de las apariciones y declaraciones filmadas.
Fuentes dentro de Hezbollah afirman que la organización monitorea de cerca y participa activamente en los acontecimientos en la Franja de Gaza y a lo largo de la frontera entre Líbano e Israel.
Hezbollah se ha embarcado en una guerra de desgaste contra Israel junto con las organizaciones Hamás y Yihad Islámica Palestina en el sur del Líbano.
Hasta ahora, Hezbollah se ha abstenido de alterar las reglas de enfrentamiento, evitando una escalada de ataques contra Israel e incursiones en territorio israelí.
Nasrallah ha prometido que su organización no permanecerá inactiva mientras Israel ataca a Hamás en la Franja de Gaza, pero Hezbollah ha estado relativamente tranquilo hasta ahora.
Esta respuesta ha decepcionado a Hamás. Khaled Mashal, una figura importante dentro de la organización, lo criticó y afirmó: “No es así como se escribe la historia”.
Hezbollah permanece en alerta máxima ante un posible conflicto y puede emplear todo su poder militar en un ataque sorpresa contra Israel una vez que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) inicien una ofensiva terrestre en la Franja de Gaza.
En tal ataque, Hezbollah podría asestar un golpe sustancial a Israel lanzando miles de cohetes, misiles guiados con precisión y drones teledirigidos contra objetivos estratégicos dentro de Israel, al mismo tiempo que intentaría capturar territorio en partes de la Galilea utilizando sus fuerzas especiales Radwan.
Israel y Estados Unidos enfrentan desafíos para descifrar las intenciones de Hassan Nasrallah, y su silencio puede significar preparativos para un ataque importante contra Israel si el Estado judío cruza sus líneas rojas e invade la Franja de Gaza.
El empleo de una estrategia de ambigüedad le permite a Nasrallah conservar el elemento sorpresa.
Tan pronto como declaró que no se quedaría de brazos cruzados ante las acciones israelíes en la Franja de Gaza, lanzó ataques de nivel relativamente bajo contra Israel, manteniendo a su disposición la opción de una escalada.
El gobierno libanés está profundamente preocupado por la posibilidad de una guerra generalizada que podría devastar por completo el Líbano.
A pesar de estas preocupaciones, Nasrallah actúa de forma independiente.
Según fuentes extranjeras, el primer ministro [Benjamín] Netanyahu rechazó la propuesta del Ministro de Defensa [Yoav] Gallant de lanzar un ataque preventivo contra Hezbollah. El presidente [norteamericano Joe] Biden también se opuso a esa medida.
Netanyahu advirtió a Hezbollah que entrar en una guerra sería el error de su vida y que el precio a pagar superaría con creces el de la Segunda Guerra del Líbano en 2006.
Sin embargo, Hassan Nasrallah aún no ha respondido a la advertencia de Netanyahu.
Hassan Nasrallah, alentado por Irán, puede aprovechar la oportunidad que presenta un Israel focalizado en derrocar el gobierno de Hamás en la Franja de Gaza para lanzar un ataque sorpresa en la frontera norte.
Las FDI tienen una presencia significativa en esa región, pero Israel debe decidir pronto cómo gestionar los frentes simultáneos en el norte y el sur.
Israel enfrenta un dilema. Por un lado, debe asestar un duro golpe a Hamás, derrocar su gobierno y asegurar la liberación de los secuestrados.
Por otro lado, dado su importante arsenal de misiles y cohetes, ha surgido la oportunidad de abordar la importante amenaza de Hezbollah a los poblados [israelíes] situados a lo largo de la frontera norte y a las ciudades del interior de Israel.
Irán estableció al formidable Hezbollah como un elemento disuasorio, equipándolo con decenas de miles de cohetes, misiles y drones para protegerse contra posibles ataques israelíes a sus instalaciones nucleares. Esta pregunta surge ahora: ¿Cambiará Irán este objetivo y agotará el armamento de Hezbollah para evitar el colapso del gobierno de Hamás en la Franja de Gaza? ¿Se arriesgará Irán a la destrucción del Estado del Líbano?
No hay respuestas definitivas a estas preguntas. El general Ismail Qa’ani, comandante de la fuerza “Quds” de la “Guardia Revolucionaria” iraní, visitó el Líbano para coordinar posiciones con Hassan Nasrallah.
Hasta ahora, las agencias de inteligencia israelíes y estadounidenses no han logrado discernir las intenciones de Nasrallah.
En consecuencia, Israel debe prepararse para el peor de los casos para evitar ser tomado por sorpresa.
Fuente: Jerusalem Center for Public Affairs