Pasaban pocos minutos de las 5.30 horas, cuando menos de un centenar de manifestantes arrancaban desde la avenida Vallarca para procesionar hasta la plaza Bonanova. El objetivo: tratar de impedir el desalojo de dos casas okupadas, ‘El Kubo’ y ‘La Rüina’. En unos veinte minutos llegaban a la zona, donde les esperaba un gran dispositivo de los Mossos d’Esquadra. Un cordón policial impide el paso a ambos edificios, colidantes, desde cuyo interior sigue el lanzamiento de petardos y bengalas. Los antisistema han abandonado la plaza, y la Policía sigue tratando de entrar en el primer edificio, ‘fortificado’ también con vallas de obra.
Los agentes han realizado un primer intento para acceder a ‘El Kubo’, en una suerte de jaula, pero han tenido que retroceder ante el lanzamiento de botellazos y otros objetos. Por el momento, pasadas las siete de la mañana, siguen los petardazos. La Policía catalana ha informado de que los allanadores se han parapetado con «gran cantidad de objetos» para impedir su acceso. Además, les han lanzado botes de humo y sacos con escombros.
El dispositivo policial se coordina desde un centro ubicado en la calle Bolivia, donde está el consejero de Interior de la Generalitat, Joan Ignasi Elena; el comisario jefe, Eduard Sallent, y el director de la Policía, Pere Ferrer. Los mandos reciben imágenes en directo, que capta la unidad de drones. Desde la plaza es imposible acceder al perímetro de los edificios, que custodian los antidisturbios.
La Policía actúa por orden del juzgado -Primera Instancia 3 y 39 de Barcelona- para desalojar ambas propiedades de la Sareb, okupadas desde 2016. A pesar de ello, no fue hasta vísperas de la campaña de las municipales, el pasado mayo, cuando se generó un conflicto en la zona. Algunos vecinos denunciaron altercados con los residentes ilegales, mientras que éstos, a su vez, dijeron haber sido víctimas de ataques, entre otros, con pirotecnia lanzada a los solares.
Fuente ABC