Coincidiendo con el Día Internacional del Tango, la Porteña Tango, el grupo argentino de la música más universal con mayor audiencia en Europa, celebra este lunes en el Teatro EDP Gran Vía sus quince años de andadura con ’15 tangos de historia’, un gran concierto «repleto de historias, como si se tratara de un viaje en tiempo desde los inicios del género hasta los más actual, pasando por el tango afro, el prostibulario y arrabalero, el gran tango canción, el tango de las décadas de oro de los años 40 y 50 del siglo pasado y lo que en su momento se denominó el nuevo tango, de Piazzolla en adelante. Todo ello acompañado con un vestuario muy bello que va coloreando esa misma evolución de la mano del cuerpo de baile y la cantante Eugenia Giordano», nos cuenta su director Alejandro Picciano.
La Porteña Tango, explica Picciano, presenta un show «siempre desde una óptica alejada de los clichés, conectando e interactuando mucho con el público de todas las edades, intentando mantener al tango vivo atravesando por todas las emociones que nos permite esta música tan bella, con tanta riqueza y tan nuestra. Para nosotros es fundamental que la persona que se acerca por primera vez a vernos ya sea a nosotros, o sea su inicio en el tango, se enamore para siempre de esta música». En esta cita madrileña habrá algunos de los tangos más inolvidables del cancionero argentino, «pero también hermosas perlitas que siempre elegimos muy cuidadosamente que no son tan populares internacionalmente, pero son de una enorme belleza», añade el director. «Y es algo que hacemos siempre tanto en nuestros discos como en los conciertos, para evitar caer en el típico ‘show for export’ con los mismos tangos que toca todo el mundo, y eso es cosa que el público agradece mucho siempre, porque lo pasa bien y tal vez descubre algo que no conocía y eso le despierta un nuevo amor por el tango, ganas de indagar en su historia, descubrir compositores o hasta anotarse en una escuela para aprender a bailarlo».
La historia de La Porteña Tango tiene también un fuerte aroma madrileño, ya que fue en un garito de la ciudad, la ya desaparecida Cueva del Bolero, donde se fundó el proyecto. «Era un lugar simplemente encantador», rememora Picciano, «repleto de bohemia, donde las noches eran interminables y podías terminar tocando y cantando hasta las seis de la mañana con otros músicos de todo tipo de géneros musicales. Había gente que un día hacía boleros, obviamente, cantautores, música brasilera, cubana, folclore argentino, alguna vez jazz, y nosotros que teníamos todos los miércoles para hacer tango canción. En ese pequeño barcito subterráneo en el que no entraban más de 45 personas conseguí el primer contrato discográfico nada menos que de la mano del enorme Litto Nebbia en su sello Melopea, y con el cual hicimos ya nueve discos más de tango con mi dúo anterior y luego con La Porteña. ¡Un sueño! Además ahí nos conocimos en el 2008 con el pianista Federico Peuvrel, él tenía un dúo de tangos clásicos instrumentales, con el que había trabajado unos años en Italia y yo allí hacía mis cosas ‘freaks’ con la guitarra eléctrica acompañando tangos canción. Lo invité para el miércoles siguiente y tocamos unos cuantos temas juntos. Luego de forma muy natural empezamos a formar el grupo con mucha ilusión y casi de forma adolescente, compartiendo amistad, comidas, charlas y muchas horas de ensayo y así con mucha humildad y amor por lo que íbamos haciendo pasó todo lo demás que vino después».
¿Cómo veis la evolución de la escena de tango en Madrid (si es que alguna vez la ha habido…)?
Es complejo de explicar y tal vez sea por una falencia propia de nosotros los argentinos, el tango en general es una música amada en todo el mundo y con el plus de que en España, nos une una historia y un idioma común, cuesta mucho que las nuevas propuestas sean masivas y no caigan en lugares remanidos. Hay tantos tangos tan hermosos, que la prueba de esto es que cada vez que algún artista que no es del tango se le da por cantar alguno, o incluso hacer un disco, en su estilo, pero de repertorio tanguero y automáticamente se convierte en éxito. Hay montones de ejemplos de esto e incluso algunas que no son muy felices de oír, pero el tema es tan bello que sobrevive el envite. Nosotros al día de hoy tenemos la suerte de hacer infinidades de teatros y trabajar con muchas productoras pero parece que al ser argentinos, en algunos casos tuvieras que estar obligado a hacer un show como los que se hacen para turistas en Buenos Aires y sobre todo al principio de tu carrera, porque así lo exige el que contrata y alegan «es lo que quiere la gente» cuando obviamente no es tan así, puede llegar a ser un reclamo publicitario, lo admito, pero la gente se cansa de ver siempre lo mismo y la paradoja en lo que te decía antes, cuando viene alguien que no es del tango no se le exige nada de eso. Creo que uno tiene que ser sincero con lo que hace, aportar toda la información que ha pasado por uno y hacer las cosas desde la naturalidad sabiendo que estamos terminando el año 2023 y mantener el respeto al género para lograr ese equilibrio sería lo ideal, ya que el tango para ser tango también tiene sus patrones, como cualquier otro estilo. Los bailarines, en todo el mundo, sÍ han hecho un gran trabajo en las últimas décadas al respecto. Hoy puedes encontrar milongas para bailar en los lugares más recónditos del mundo y es por eso la gente asocia tanto al tango con la danza, cosa que no pasa en ningún otro género musical, pero eso relega la música o su poética a un lugar secundario. Eso para mí es un gran error, te estás perdiendo el 70 porciento de un arte hermoso. Te quedás sin Manzi, sin Discepolo, sin los hermanos Expósito, sin Troilo, sin Piazzolla y así etc, etc.
Una de las funciones del 15º aniversario de La Porteña Tango.
¿Cómo se afrontan los procesos de composición en el tango actual, teniendo en cuenta que el clásico dejó un nivel prácticamente inalcanzable?
Es un tema muy polémico, pero a mi modo de ver y quizás condicionado por mis gustos, lo más difícil sucede con el tango canción. Tango instrumental creo que hay mucho y muy bueno ya que sufrió menos esa especie de agujero negro temporal que genero una discontinuidad y caída en desgracia que tuvo esta música durante unas décadas donde el pop anglo se apoderó del universo completo. Pero según parece al tango le costó más salir y renovarse con artistas masivos de nuevas generaciones. Digo pop anglo porque, en mi modo de ver, el rock argentino, que por cierto es bastante atípico, sobre todo el de los primeros tiempos, se hizo dueño de ese lenguaje poético porteño y supo canalizar el olor nuevo que tenía aquel Buenos Aires más moderno, pero que chorreaba tango por todos sus ladrillos. Si analizas las letras del rock argentino de los 70 algunas son tangueras hasta la médula. Por eso creo que esa es la parte más difícil, en mi humilde opinión o gusto. Tanto ese tango que se volvió clásico y ese rock está escrito por gente muy joven y con una sinceridad desgarradora, suena todo natural…..ahora combinar «farolito» y «whatsapp» no sólo queda un poco feo, si no que es un poco ridículo y no suena muy sincero. Pero también creo que eso solo fue un intento forzado, signado por una época confusa. Ahora está lleno de pibes nuevo que componen y que le pasan cosas, que tienen nuevas fuentes de inspiración y ellos están haciendo cosas muy bonitas, solo hay que darles tiempo y espacio, porque el tango sigue vivo y no morirá nunca. Mi hijo Matías Picciano, además de ser bandoneonista de La Porteña desde los 18 años, es también un ejemplo de esas nuevas generaciones, compone montones de piezas hermosas (grabamos temas de él para nuestro último disco) y creció con su bandoneón desde niño, como otros crecen con una batería o una guitarra eléctrica.
Imagino que igual que en el flamenco, hay puristas del tango a los que cualquier tipo de actualización les horroriza, ¿es así?
Creo que hay un poco más de libertad en eso, antes era más difícil luchar por la renovación, aunque siempre la hubo de todos modos y siempre existió es pelea, que es un poco absurda. En el tango no te suena igual un Gardel que Aníbal Troilo, ni que Horacio Salgan, ni que Piazzolla, siempre hubo un proceso evolutivo, es lo lógico y lo natural. SÍ creo que igualmente hay que renovar con respeto y mucho conocimiento de los estilos porque sin esa esencia no habría tango y sonaría a otra cosa. Pero sin ese halo de rebeldía e inquietud las cosas se estancarían y así un día te encontrás con un disco como «La leyenda del tiempo» en el flamenco o «Libertango» de Astor Piazzolla que patean el tablero para siempre, son resistidos en un principio pero después se vuelven gigantes y no sólo refrescan el panorama musical, si no que atraen a nuevos públicos que se enamora y re descubre a los artistas predecesores.
¿En qué momento dirías que se encuentra el género en Argentina? ¿Cómo va en cuanto a relevo generacional de artistas?
Estuvimos hace muy poco en Buenos Aires grabando nuestro último disco y actuando y creo que hay un panorama tanguero muy alentador. En cada rato libre estuve viendo cosas y creo que hay mucha gente joven haciendo tango lo cual antes no pasaba. Es un gran trabajo que se hizo desde los años 90 en varias escuelas de música como el SADEM y la escuela de música popular de Avellaneda, desde radios como la FM Tango y la 2×4 pasando tango las 24 horas y pasando artistas nuevos y también desde el sello Melopea al cual tenemos el honor de pertenecer, que cuando nadie editaba discos de tango no pararon de editar discos de nuevos artistas, y grabar a viejas leyendas que hacía años no grababan, además de documentar todo y dejar un material de incalculable valor para las nuevas generaciones. De milongas ni hablar, la ciudad explota y en cada barrio hay un bailongo donde acude gente muy joven, creo que eso es muy lindo y de ahí saldrán montones de cosas buenas y nuevas.
¿Crees que el tango puede prestarse a revisiones contemporáneas tan radicales como las que se han visto en el flamenco o la regional mexicana a cargo de jóvenes artistas urbanos?
Si no suena a tango, creo que no, uno puede usar más acordes, hacer arreglos con elementos «nuevos» instrumentar de otra manera, pero como te decía antes sin respeto a ciertos patrones no hay tango. Ni mejor ni peor, simplemente es otra cosa, cuando pasó el boom del tango electrónico, duró lo que duró porque era solamente tecno con un poquito de bandoneón y unos ‘samplers’. Aunque alguno se enoje conmigo, no creo que eso sea tango, ni una evolución. Lo mismo que hicieron Heavy Tango y así varios inventos, que suenan como los AC/DC tocando «Cambalache» …. No digo que esté mal o que a alguien le guste y lo respeto, pero eso no es tango, eso es Cambalache con batería y distorsión. Es una línea demasiado fina de trazar y también hay montones de grabaciones de tangos versionadas en otro tipo de estilo que están hechas con tanto amor y cariño por la canción que se han dado auténticas joyas como por ejemplo, el Cigala cantando «Nieblas del Riachuelo» que no suena a tango, pero es precioso y sentido. Supongo que el tango y el rap o el hip-hop no tienen mucho que ver musicalmente hablando y lo único que los une es la condición urbana, musicalmente están muy lejos el uno del otro.
¿La historia del tango está suficientemente bien documentada? ¿Qué es lo más enigmático de ella en tu opinión?
Como en todo hay muchas leyendas que se agigantan con el paso del tiempo y cosas que se deforman. Es realmente muy difícil a veces encontrar buen material, ya sea discos y libros porque hay muchas cosas descatalogadas y grabaciones que se han perdido o simplemente tiradas. Pero hay muchos coleccionistas y revolviendo las cosas aparecen, mi mayor pena es el material fílmico que suele estar en muy mal estado o cosas que directamente se han borrado. No sé si es lo más enigmático, pero lo que a mí más me atrae, desde ese punto de vista, es el rol que tenían las primeras cantoras femeninas del tango en las décadas del 20 y 30 del siglo pasado, eran autenticas divas de la canción, y sus vidas y biografías son alucinantes. Contra el viejo cliché de que el tango es machista, y creyendo que sólo eran características sociales de una época distinta, las estrellas en la radio argentina eran ellas, las cancionistas, tanto que en la primer película sonora argentina «Tango» sólo sale un cantor hombre, Alberto Gómez en un papel secundario y después las grandes protagonistas son Tita Merello, Libertad Lamarque, Mercedes Simone y Azucena Maizani. Además también hay historias realmente fascinantes sobre las vidas de Nelly Omar, Rosita Quiroga y Ada Falcón que atrapan a cualquiera que se interese por ellas. Será por eso que siempre busqué mujeres cantoras, no lo sé con certeza, pero algo habrá.
¿El tango ha sido instrumentalizado por el poder en algún momento?
SÍ, muchas veces las diferentes dictaduras que hubo. Lo paradójico es que a veces ha sido para descuartizarlo, perseguir y prohibir artistas, sacarlo del cine y las radios, como después del golpe de 1955 y otras veces para lo contrario y tratar de ensalzar la «argentinidad de bien» y un pseudo nacionalismo más bien rancio como la de 1976. Ahora el pobrecito tango sólo lo puede instrumentalizar el secretario de turismo, ya que muchísima gente viaja sólo para conocerlo in situ, lo cual es mucho más sano para todos.
¿Cómo está siendo la reacción del mundo de la música, y de la cultura y el arte en general, al momento político que se vive actualmente en Argentina?
Creo que el arte y los artistas cuando son auténticos caminan con un ojo avizor para estas cosas, aunque incluso se tilden de frívolos, el arte en sí mismo es el mayor reflejo de una sociedad y lo que perdura por siglos, cuando las tormentas pasan, siempre sobrevive algo de las culturas de los pueblo que la generaron. Ojalá salga todo bien y me equivoque pero, en mi opinión estamos frente a un ‘dejá vu’, de cosas que ya vivimos y sin leer demasiado, ni ser experto en historia, sólo hay que buscar películas como «Plata Dulce» o «Un dólar un peso» o «la Odisea de los giles» y ver el camino ciclotímico que el arte argentino reflejó ya en su momento. Es una época muy triste y enrarecida, hay demasiada pobreza y las supuestas »nuevas» recetas de nuevo no tienen nada y lo que es peor, las hacen los mismos de siempre.
Fuente ABC