Por Oriana Rivas
La oposición apenas tiene 20 días para definir cómo afrontar la inconstitucional inhabilitación de María Corina Machado. El registro electoral cerrará el próximo 16 de abril, obstaculizando además la inscripción masiva de venezolanos en el exterior. Por si fuera poco, también se hace inviable la presencia de observadores internacionales
El Consejo Nacional Electoral venezolano (CNE), al servicio de la dictadura de Nicolás Maduro, envió un claro mensaje de parcialidad y complicidad con la dictadura al haber elegido este 5 de marzo —día de la muerte de Hugo Chávez, según el régimen— para anunciar que las elecciones presidenciales se celebrarán el 28 de julio, día del nacimiento del fallecido dictador. Sin sorpresas, el chavismo demostró una vez más que maneja las instituciones a su antojo y conveniencia, apelando a fechas simbólicas —de manera orquestada y como ha sido costumbre— para incentivar la movilización de su mermada militancia.
El cronograma para estas elecciones en Venezuela es tan ajustado que el antichavismo apenas tiene 20 días para definir cómo afrontar la inconstitucional inhabilitación de María Corina Machado, ya que el lapso de postulación de candidaturas será del 21 al 25 de marzo y el Registro Electoral cierra el próximo 16 de abril.