Por Daniel Romero-Nicolas J. Portino González
Una perspectiva comparativa.
El reciente y necesario avance del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) presupuestario de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) en la Cámara de Diputados pone sobre la mesa una cuestión crítica: la dimensión real y las implicaciones del presupuesto de inteligencia en Argentina, en comparación con las potencias globales y otras naciones regionales y los fondos con los que cuentan organizaciones terroristas.
Con un presupuesto estimado en aproximadamente 86 millones de dólares anuales, surge la pregunta ineludible: ¿Qué significa este monto en un contexto global y los peligros que se enfrenta?
El Escenario Internacional: Comparaciones y contrastes.
Estados Unidos, la superpotencia mundial, destina alrededor de 85.000 millones de dólares anuales a su complejo de inteligencia, que incluye a la CIA, la NSA, el FBI, la DIA y otras agencias. Este presupuesto es 988 veces superior al argentino, un hecho que subraya no solo la disparidad en recursos sino también en capacidades operativas y ,claramente, esta basado en las diferencias de roles en el concierto mundial y por ende sus intereses estratégicos.
No resultan comparables las necesidades de una nación con la otra, pero sirve para observar de que se trata cuando se habla de inteligencia a nivel potencias, a pesar que si hay muchos puntos de interés común como el narcotráfico, narcoterrorismo y crimen organizado, o el hecho que naciones como Irán, China y Rusia decidieran tener presencia regional. La presencia de cubanos y venezolanos en el país es un asunto de alta sensibilidad. Bolivia acaba de firmar acuerdos en materia de defensa con Irán que dan pie a un gran abanico de actividades. Desde luego, no se puede pasar por alto la presencia de Foro de San Pablo, mas precisamente, lo que se esconde detrás.
Veamos lo macro para comprender lo micro:
En términos simples, lo que Estados Unidos invierte en inteligencia en un solo día es aproximadamente el presupuesto total anual de Argentina.
Por otro lado, Rusia, que mantiene un alto nivel de secretismo sobre sus gastos de inteligencia, se estima que invierte entre 8.000 y 10.000 millones de dólares anuales, distribuidos entre el FSB, GRU, SVR y otras agencias. Incluso este presupuesto, que representa una fracción del de Estados Unidos, es aproximadamente 117 veces superior al argentino. Para ponerlo en perspectiva, el magnate Elon Musk adquirió Twitter por una suma cuatro veces mayor al presupuesto total de inteligencia de Rusia.
China, aunque no proporciona datos oficiales, se estima que invierte varias decenas de miles de millones de dólares anuales en inteligencia, una cifra que eclipsa cualquier esfuerzo que Argentina pueda realizar en este ámbito. Este nivel de inversión posiciona a China como una de las potencias con mayor capacidad de espionaje y contrainteligencia a nivel global.
En comparación, países europeos como el Reino Unido, con un presupuesto de 5.000 millones de dólares, o Francia, con 4.000 millones de dólares, también muestran una disparidad significativa. El presupuesto de inteligencia de Argentina es, en efecto, solo el 1,7% del presupuesto del Reino Unido, un país que tiene menos de dos tercios de la población argentina.
América Latina: Una comparación regional.
Dentro de Sudamérica, Brasil lidera el presupuesto de inteligencia con 1.500 millones de dólares, casi 17 veces más que Argentina. Colombia, con 700 millones de dólares, y Chile, con 400 millones de dólares, también superan significativamente el presupuesto argentino. Incluso países como Venezuela, con un presupuesto estimado en 500 millones de dólares, y Perú, con 300 millones de dólares, destinan recursos mucho mayores a sus operaciones de inteligencia.
Es alarmante observar que países con poblaciones significativamente menores, como Uruguay y Ecuador, tienen presupuestos de inteligencia que, aunque inferiores, no están tan lejos del argentino, considerando la diferencia en población y extensión territorial.
¿Qué significan realmente 86 millones de dólares?
Para contextualizar el presupuesto aproximado de 86 millones de dólares de Argentina, podemos considerar algunas comparaciones ilustrativas:
Organizaciones terroristas: Se estima que Hezbollah maneja un presupuesto anual de 2.000 millones de dólares, 24 veces el presupuesto de la SIDE. Recordemos que esta organización terrorista ya ataco a Argentina y recientemente lanzo amenazas.
ISIS opera con un presupuesto similar, mientras que el Talibán cuenta con 1.500 millones de dólares anuales. Estas cifras no solo superan, sino que multiplican varias veces el presupuesto argentino, lo que revela una vulnerabilidad estructural en términos de recursos para enfrentar amenazas globales.
El mercado del deporte:
Para poner en perspectiva, el presupuesto de inteligencia argentino no alcanzaría para comprar a Julián Álvarez, el delantero estrella de la selección nacional de fútbol. Esto subraya una desconexión preocupante entre la magnitud de las amenazas y la asignación de recursos para enfrentarlas.
Reflexión final: Implicaciones estratégicas.
El presupuesto de inteligencia en Argentina, estimado en 86 millones de dólares, revela una realidad preocupante: el país está significativamente subequipado para enfrentar las complejidades del escenario global de inteligencia. Las potencias mundiales y regionales destinan recursos que superan, en algunos casos, por órdenes de magnitud, lo que Argentina invierte en su seguridad nacional.
Pero la situación actual no es producto del azar, sino el resultado de un desmantelamiento y desfinanciamiento sistemático de los sistemas de inteligencia, defensa y seguridad, planificado desde la década de 1980 y ejecutado con precisión hasta diciembre de 2023. Esta estrategia, que ha sido clave para debilitar las capacidades estratégicas del país, incluyó la designación de personal no apto y con una total falta de idoneidad en puestos claves. Estas decisiones han dejado secuelas que aún persisten, con individuos que sobreviven en las segundas y terceras líneas de todos los organismos vitales, ocupando áreas cruciales para la seguridad nacional.
En un mundo donde las amenazas no solo son tradicionales, sino que incluyen ciberataques, terrorismo transnacional, espionaje industrial y más, la capacidad de respuesta y prevención de Argentina se ve severamente limitada. Es imperativo que los responsables políticos y estratégicos reconsideren la asignación de recursos para inteligencia, alineando el presupuesto con las necesidades reales del país en un contexto global y regional cada vez más complejo y desafiante. Necesidades similares padecen las FFAA y FFSS.
El mundo se vive una escalada de violencia y guerras y Argentina es vulnerable, entre otras posee recursos que debe proteger como objetivos estratégicos y, estos son plantas nucleares, represas, túnel subfluvial, puentes, sistemas eléctricos, banca y aeropuertos que en el contexto actual no puede ni debe soslayar.
Este análisis no busca solo resaltar la brecha financiera, sino subrayar la urgente necesidad de un replanteamiento estratégico que permita a Argentina no solo defenderse de amenazas, sino también posicionarse de manera efectiva en la arena internacional de inteligencia, aportando a la defensa nacional. La recuperación de las capacidades estratégicas no solo pasa por aumentar los recursos, sino también por depurar las estructuras y asegurar que el personal a cargo esté a la altura de las exigencias que el contexto global impone.
Informes: Fuentes abiertas y reservadas