El senador Bartolomé Abdala, dijo que tiene 15 asistentes y que la mayoría de ellos trabajan en San Luis para su campaña a gobernador. Abdala es el reemplazo natural ante la ausencia de la Vice Presidente, Villarruel
El legislador “confeso”, que tiene 15 asistentes, pero en en la web del senado, figuran 20 los asesores y “muchos de ellos están en la provincia” porque, asegura, desea competir para gobernador.
“Mi deseo es ser gobernador, y para eso necesito mantener vivo el territorio”, aseguro el senador libertario. “Muchos de ellos colaboran conmigo dándome ideas sobre lo que sucede en el territorio. Cuando llego a San Luis, tengo que interiorizarme, tengo que tener gente que me ayude con las reuniones. Hacemos obras de beneficencia, visitamos los barrios”, dijo intentado justificarse.
Por este sincericidio, el ex Juez Federal en lo penal económico, Guillermo Tiscornia, lo denunció en referencia al último párrafo del artículo 261 del Código Penal.
Allí se describe el denominado por la doctrina como peculado de trabajos y de servicios.
- No se trata del uso indebido sino del aprovechamiento –sustracción- de un servicio que quien presta esos servicios es remunerado por el Estado que de ese modo se ve defraudado.
- Dicho ilícito se desvía con la consumación y el uso distorsivo de esos trabajos o servicios siendo que, como sucede en este caso, el Senador Nacional reviste la calidad de funcionario público (art. 77 del Código Penal), aun cuando arribó a su poltrona senatorial en virtud de la elección popular.