La Unión Tranviaria Automotor (UTA) anunció el levantamiento del paro de colectivos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) que había sido anunciado para este jueves. La confirmación se dio luego de un acuerdo entre el Gobierno Nacional y las cámaras empresarias en una larga audiencia que se dio a través de videollamada.
El punto que terminó por destrabar la cancelación de la medida de fuerza fue la elevación del piso salarial dispuesto para los colectiveros. En la reunión estuvieron representantes de la UTA, las cámaras empresarias y la Secretaría de Trabajo de la Nación; quienes acordaron que no haya aumento del boleto.
Dos altísimos funcionarios del Ministerio de Economía habían reconocido ante El Cronista que la intención del gobierno era que se levantara el paro anunciado por el titular de la UTA, Roberto Fernández; quien forma parte de los sindicalistas dialoguistas con el gobierno.
En particular, los libertarios le valoraron el gesto que tuvo al ser el único gremio transportistas importante en no plegarse al paro de transportes, que tuvo impacto en el funcionamiento trenes, aviones, subtes, camiones y barcos, entre otros. Una alta fuente de la Secretaría de Transporte interpretó que el impacto de la medida “no se percibió demasiado” entre la gente.
El Gobierno Nacional tildaba como “política” a la medida. “Los que paran son grandes defensores de los privilegios de unos pocos en perjuicio de la gran mayoría de los argentinos”, declaró el vocero presidencial Manuel Adorni en su conferencia de prensa hecha el lunes.
Aunque con fuerte impacto en términos territoriales (el paro fue de carácter nacional) y en diversos sectores, la medida no alcanzaba para ser general a pesar de haber tenido el apoyo de 30 gremios de la CGT. El líder de Camioneros, Pablo Moyano, fue uno de los artífices de la medida y buscó dar una demostración de fuerza frente al ala dialoguista de la central obrera.
“Nos encontramos enfrentando una amenaza real: el modelo económico que propone Javier Milei busca desmantelar el rol del Estado y priorizar un libre mercado descontrolado. Esta visión pone en peligro los derechos que conquistamos con esfuerzo y sacrificio a lo largo de décadas de lucha”, sostuvieron los gremios cegetistas que apoyaban el paro.
El Gobierno considera a estos sindicatos como los más intransigentes al diálogo frente al curso del programa económico de Javier Milei. En los despachos oficiales fuerzan a su aparato de comunicación (tanto formal como a través de las redes) a poner en vigor la baja del ritmo inflacionario y la perforación del Riesgo País de los 900 puntos básicos.
En los pasillos oficiales hay varias interpretaciones sobre las cuales no se decidió avanzar con un acuerdo con los gremios que pararon este miércoles y sí con los del jueves.
Uno de los principales motivos es la cantidad de gremios que hicieron una medida de fuerza ayer. Otro es que varios de esos actores son tomados como prototipo de sindicalistas con los que busca confrontar el aparato libertario. Ejemplo cabal de eso es que ayer utilizaron la plataforma Mi Argentina para difundir un mensaje contra Pablo Moyano (Camioneros) y Pablo Biró (Pilotos aeronáuticos).
En Casa Rosada interpretan que cuando tienen referentes sindicales conocidos contra los que pueden apuntar, los paros son más capitalizables para ellos. Moyano, Biró, Omar Maturano (Ferroviarios) y Néstor Segovia (Subte) son algunos de los que pretenden subir al ring. El subsecretario de Prensa, Javier Lanari, una de las personas a las que más retuitea Milei, los catalogó ayer en X como “Jinetes del Atraso” y que “quieren voltear al Gobierno”.
Distinta es la percepción que tienen con otros actores del sindicalismo nacional. En el plano del transporte, prefieren el diálogo con Fernández que con Maturano. Esto ya se dio en los hechos: el líder de UTA fue uno de los secretarios de la CGT que estuvieron en la reunión entre el ala dialoguista de la central obrera y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos y el asesor presidencial Santiago Caputo en Casa Rosada semanas atrás.
Fuente El Cronista