Este episodio ocurrió como respuesta a los operativos ordenados por el presidente Luis Arce, que buscan desbloquear las vías que llevan 19 días tomadas por este sector.
Los seguidores de Morales irrumpieron en el regimiento en el Trópico de Cochabamba, reteniendo tanto a militares como a civiles. La cadena local Wara TV difundió un video en el que se observa al grupo de evistas en la base Cacique Juan Maraza, armados con palos, exigiendo al coronel de la unidad que deponga las armas y no siga las órdenes del Gobierno. Se estima que alrededor de 2,000 personas rodearon a algunos oficiales, pidiendo al Gobierno que no continúe con los operativos de desbloqueo.
Uno de los militares, que no fue identificado, expresó: “La vida de mis instructores y soldados está en peligro. Por favor, mi general, pido que puedan considerar… somos padres, hijos, hermanos de familias enteras”. Agregó que “nuestras garantías están cortadas”.
El grupo exige el cese de los operativos de desbloqueo y la renuncia de Arce. Mientras se oían disparos de fondo, uno de los militares pidió una “pronta solución” al conflicto entre el oficialismo y el bloque evista del Movimiento al Socialismo, solicitando que “no se intervengan los bloqueos en Parotani” y otros lugares. Los seguidores de Evo corearon consignas como “¿Qué queremos compañeros? ¡Que renuncie! ¡Que renuncie Lucho!”, como han venido exigiendo desde hace semanas.
Poco después, cerca del mediodía, desde el Regimiento de Infantería RI-21 “Cnl. Epifanio Ríos”, también en el Trópico, se informó de la presencia de otro grupo de seguidores de Morales intentando ingresar a la sede para replicar la acción. Sin embargo, el coronel de la unidad logró persuadir al grupo de retirarse, comprometiéndose a no usar armas para desbloquear los caminos. “No vamos a usar para nada las armas. Esta acción que están realizando, hermanos, no es correcta. Son instalaciones cuartelarias. Es una casa y tiene reglas”, dijo el coronel.
También se dio una situación similar en la Base Naval de Puerto Villarroel, donde un grupo se acercó para expresar su malestar por la crisis actual y proceder con la toma del lugar. “Ustedes bien claro lo han dicho, como Fuerza Naval se encargan de allá. Entonces, nosotros vamos a tomar pacíficamente. Estamos luchando por el bien de nuestro país, para que mejore nuestra economía, para que haya combustible, para que haya dólar”, afirmó uno de los líderes. “Si siguen masacrando a nuestra gente nos vamos a movilizar las seis federaciones del Trópico. Ministros, vean que estamos listos, si siguen masacrando con armamentos, también vamos a responder”, amenazó.
El comandante Róger Loayza respondió que “no tenemos ninguna intención de ir en contra de ustedes ni tampoco van a venir acá a tomar otro tipo de represalias” y consiguió que el grupo accediera a mantener una vigilia pacífica en el sitio, sin violencia.
Ante el avance de los seguidores de Morales, las Fuerzas Armadas publicaron un comunicado confirmando estas acciones por parte de “grupos armados irregulares” y recordaron que “quien tomare las armas en contra de la Patria se considera traición a la Patria”, así como quienes encabecen “los alzamientos armados contra la seguridad y soberanía del Estado, violando los derechos fundamentales reconocidos en la Constitución política del Estado, convenios y tratados internacionales”. El comunicado instó a quienes ejecutaron o pretendan ejecutar actos delictivos a deponer actitudes y abandonar las dependencias cuartelarias de manera inmediata y pacífica.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, condenó el accionar del grupo, pero aseguró que no conseguirán su objetivo de detener las tareas de las fuerzas de seguridad. “Hasta el momento, el avance de las tropas es constante y tiene buenos resultados. La Policía boliviana no claudicará en su esfuerzo por restablecer el orden y la paz en nuestro país. No dejaremos que grupos irregulares que buscan impunidad y destruir el país secuestren nuestra Patria”, declaró.
La situación se produce en medio de los piquetes que, desde hace 19 días, los seguidores de Evo Morales mantienen en los principales caminos del país, en señal de reclamo por lo que consideran una persecución política contra el cocalero, impulsada desde el Gobierno. Esta medida ha costado al país millones de dólares y llevó a que, tras pedidos de los sectores ganadero, agricultor y comerciante, el Ejecutivo ordenara una serie de operativos para desbloquear las vías.
Este viernes, el Gobierno de Luis Arce inició el operativo de desbloqueo de los seguidores de Evo Morales con policías y militares, lo que derivó en violentos enfrentamientos. “La paciencia y la tolerancia tienen límites, razón por la que el Estado y el Gobierno, mediante sus instituciones, se vieron en la obligación constitucional y legal de tomar acciones interinstitucionales garantizando la libre circulación, dejando los caminos expeditos y frenando estos graves daños a la economía”, apuntó el ministro de Defensa, Edmundo Novillo. Sin embargo, la iniciativa se vio dificultada por enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los evistas, que respondieron con piedras y explosivos antes de avanzar con la toma de los cuarteles.