Los gobiernos de algunos estados miembros de la OTAN están hablando de diferentes escenarios que incluyen garantías de seguridad para Ucrania pero también buscan evitar provocar al presidente ruso Putin.
Según algunas fuentes, una de las opciones es la creación de una zona desmilitarizada que sería patrullada por tropas europeas. Las conversaciones se desarrollan en un contexto de preocupación por la inestabilidad en Ucrania y la necesidad de iniciar las negociaciones lo antes posible. Los aliados europeos también ven en ello una oportunidad para demostrar su peso político al recién elegido presidente de Estados Unidos, Donald Trump, siempre que se puedan implementar las iniciativas de alto el fuego.
Al mismo tiempo, el Secretario General de la OTAN, Mark Rutte, pidió centrarse en aumentar la asistencia militar a Ucrania, enfatizando la importancia de cambiar el curso de la guerra.
“No sólo debemos apoyar a Ucrania, sino también garantizar un punto de inflexión en la guerra”, dijo Rutte, enfatizando la necesidad de fortalecer las posiciones ucranianas a lo largo de la línea del frente.