Por Daniel Romero
Buenos Aires-18 de diciembre de 2024-Total News Agency-TNA- La tensión en la frontera entre Argentina y Bolivia se intensificó tras un violento enfrentamiento que resultó en la muerte de Fernando Martín Gómez, conocido como “Pelao”, un pasador de hojas de coca. Este incidente, ocurrido en la ruta nacional 50 cerca del puesto fijo 28, pone de relieve la creciente complejidad del conflicto entre Gendarmería Nacional y grupos de contrabandistas, en un contexto donde la influencia de Irán y Hezbollah se hace cada vez más evidente en la región. El formato de resistencia de los contrabandistas contra la Gendarmería, pareciera salido de un manual de insurgencia.
Contexto del enfrentamiento
El altercado se produjo en el marco del operativo “Plan Güemes”, implementado para interceptar el contrabando de hojas de coca y otras mercaderías desde Bolivia. Durante el enfrentamiento, los contrabandistas, organizados casi militarmente, atacaron a los gendarmes con piedras, lo que llevó a la fuerza de seguridad a responder con disparos de postas de goma y municiones antitumulto. A pesar de la intervención, la Gendarmería careció de información de inteligencia suficiente para prever la reacción violenta de estos grupos, lo que resalta la necesidad de mejorar la capacidad de respuesta ante situaciones de este tipo. La violencia puede incrementarse por la noche y madrugada, momentos en que los narcos mueven su droga. El gobierno argentino debe reforzar a los escasos efectivos de gendarmería rápidamente y así invitar al repliegue de los contrabandistas y narcos que asolan la frontera, en el terreno del análisis, se debería contemplar la posibilidad de que estos podrían intentar secuestrar un efectivo.
Presencia de Irán y Hezbollah en la región
La situación se complica aún más por la creciente presencia de Irán y Hezbollah en Bolivia y otros países latinoamericanos. Desde la firma de un memorando de cooperación bilateral en 2023 entre Irán y Bolivia, que incluye el suministro de armamento y entrenamiento militar, se han establecido vínculos estratégicos que podrían afectar la seguridad en la región. Irán ha visto los cambios políticos hacia la izquierda en América Latina como una oportunidad para expandir su influencia y establecer relaciones que le permitan financiar sus actividades, algunas de las cuales están relacionadas con el narcotráfico. La presencia de Irán y sus fuerza Quds en Bolivia, Venezuela y Nicaragua pone en riesgo la seguridad regional y sin duda potenciara el narcotráfico.
La ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, ha expresado su preocupación por la posible represalia de Irán hacia Argentina, especialmente tras el reciente fallo judicial que condenó al país persa como estado terrorista por su implicación en los atentados de AMIA y la embajada de Israel en Buenos Aires. Este contexto de tensión internacional, sumado a la presencia de 700 miembros de las fuerzas Quds en Bolivia, plantea un escenario de riesgo elevado para la seguridad argentina.
Implicaciones del Narcotráfico
El narcotráfico en la zona de la Triple Frontera (Argentina, Brasil y Paraguay) ha sido históricamente un punto crítico, donde Hezbollah ha establecido lazos con diversos carteles locales. La organización terrorista ha utilizado esta región como un centro de operaciones para financiar sus actividades ilícitas a nivel mundial. El informe del Wilson Center destaca que las grandes comunidades libanesas y chiítas en la diáspora han facilitado la expansión de estas redes.
La reciente Operación Trapiche en Brasil, que resultó en la detención de reclutadores de Hezbollah, subraya la interconexión entre el narcotráfico y el terrorismo en la región. Las autoridades argentinas deben ser conscientes de que la lucha contra el contrabando no solo es un desafío local, sino que también forma parte de un conflicto más amplio que involucra a actores internacionales con agendas terroristas.
El enfrentamiento en Orán es un claro indicativo de las tensiones que se viven en la frontera argentina y la necesidad urgente de una estrategia integral que aborde no solo el contrabando, sino también las implicaciones geopolíticas de la influencia iraní y de Hezbollah en la región. La Gendarmería Nacional debe reforzar su capacidad de inteligencia y coordinación con otras agencias de seguridad para enfrentar de manera efectiva a estos grupos organizados que amenazan la estabilidad y la seguridad del país.
La comunidad internacional observa con atención cómo Argentina maneja esta compleja situación, especialmente en un contexto donde la seguridad regional se ve comprometida por la creciente actividad de actores no estatales con vínculos terroristas. La respuesta argentina deberá ser firme y estratégica para salvaguardar su soberanía y proteger a sus ciudadanos de las amenazas emergentes.