Buenos Aires, 16 de marzo de 2025-Total News Agency -TNA- Una jornada de furia sacudió el centro porteño cuando barras bravas de distintos clubes provocaron enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en las inmediaciones del Congreso. La investigación apunta a vínculos políticos con dirigentes del PJ y La Cámpora, mientras el Gobierno y la Justicia buscan determinar responsabilidades.
Una emboscada inesperada
La tarde del miércoles se transformó en un escenario de caos y violencia en la Plaza de los Dos Congresos. Cuando parecía que las fuerzas de seguridad habían logrado controlar la situación, grupos de barras bravas reorganizados atacaron por calles laterales, rompiendo las líneas de contención. Según fuentes policiales, el nivel de coordinación de los violentos fue inusual. “Parecía una guerra de guerrillas, con táctica y estrategia”, describió uno de los jefes a cargo del operativo.
Entre los incidentes más graves, el fotógrafo Pablo Grillo resultó herido tras recibir el impacto de una cápsula de gas lacrimógeno en la cabeza. Mientras tanto, los manifestantes prendían fuego a contenedores, rompían veredas para armarse con piedras y desafiaban a las fuerzas de seguridad.
Barras bravas y política: un vínculo bajo la lupa
La investigación posterior reveló que muchos de los protagonistas de los disturbios eran barras bravas de diversos clubes del país, convocados, según fuentes policiales y testimonios, por dirigentes del PJ vinculados a La Cámpora. Un jefe territorial del peronismo bonaerense habría ofrecido “cincuenta mil pesos por cabeza” para que los barras asistieran al Congreso con la consigna de “romper todo” y provocar enfrentamientos con la policía. Por otro lado la relacion de Luis Barrionuevo con la barra de Chacarita es mas que conocida y hay prubas judiciales en la causa memorandum con Iran, de la relacion Luis D Elia con la barra de All Boys y la mezquita de Flores, con fuerte financiamiento de Irán, que se debera observar con atención.
Aunque algunos líderes de barras rechazaron la oferta, otros aceptaron y movilizaron a sus grupos hacia la Capital Federal. Entre los involucrados se identificaron hinchas de clubes como Gimnasia y Esgrima de La Plata, Rosario Central, Independiente, Nueva Chicago, Banfield y Lanús. En el caso de Gimnasia, su barra llegó en tren desde La Plata, mientras que otros grupos utilizaron micros escolares y autos particulares para evitar detecciones.
Un operativo de seguridad desbordado
La situación se descontroló cuando las fuerzas de seguridad avanzaron por Avenida de Mayo, dejando sin protección la entrada al Senado por Combate de los Pozos. Los violentos aprovecharon la oportunidad para dispersarse y atacar desde diferentes puntos, mientras la policía intentaba contenerlos. En medio del caos, un patrullero de la Policía de la Ciudad fue incendiado por manifestantes, obligando a su conductor a abandonarlo para salvar su vida.
El rol de los dirigentes políticos
La investigación apunta a la participación de dirigentes del PJ bonaerense en la organización de la movilización. Ariel Archano, líder de La Cámpora en La Plata, y Walter Correa, titular del Ministerio de Trabajo bonaerense, son señalados como nexos entre los sindicatos y las barras bravas. Además, un senador bonaerense de La Cámpora, Emanuel Santalla, habría impulsado la participación de hinchas de Independiente en la marcha.
Mientras tanto, el presidente de la AFA, Claudio Tapia, se reunió ese mismo día con intendentes del conurbano bonaerense, aunque desde la institución del fútbol aseguraron no tener relación alguna con los hechos. Sin embargo, el silencio sobre la movilización durante ese encuentro generó sospechas.
¿Una nueva modalidad de protesta?
El uso de barras bravas para movilizaciones políticas no es nuevo, pero la organización y coordinación de los disturbios del miércoles marca un precedente preocupante. Los violentos, muchos de ellos con experiencia en enfrentamientos callejeros, utilizaron tácticas para evadir controles y generar el máximo impacto.
Videos publicados en redes sociales por los propios manifestantes confirman su participación en los disturbios, mientras que las fuerzas de seguridad y la Justicia analizan las pruebas para identificar a los responsables.
Reacciones y próximos pasos
El Ministerio de Seguridad, encabezado por Patricia Bullrich, había recibido información previa sobre la posible participación de barras bravas en la marcha, pero el operativo no logró evitar los enfrentamientos. Ahora, el Gobierno se prepara para posibles nuevas movilizaciones, mientras la Justicia avanza en la investigación para determinar responsabilidades políticas y penales.
Por su parte, el club Chacarita Juniors fue el único en emitir un comunicado oficial condenando la violencia y exhortando a sus hinchas a evitar participar en protestas que deriven en enfrentamientos.
Un escenario político complejo
El vínculo entre barras bravas y sectores del peronismo bonaerense genera tensiones dentro del propio PJ, donde algunos intendentes niegan haber participado en la organización de los hechos. Sin embargo, la magnitud de los disturbios y la evidencia recopilada hasta ahora indican que hubo coordinación y financiamiento detrás de la movilización.
El Gobierno, por su parte, enfrenta críticas por la falta de control y la respuesta tardía de las fuerzas de seguridad. Mientras tanto, los líderes políticos señalados por su presunta participación niegan las acusaciones, aunque las pruebas en su contra siguen acumulándose.
Una amenaza latente
Tras la represión, varios grupos de barras han anunciado su intención de volver a marchar al Congreso el próximo miércoles. El Gobierno trabaja en un nuevo operativo de seguridad para evitar que se repita el caos del miércoles pasado, pero la tensión sigue creciendo.
La violencia desatada en el Congreso no solo dejó heridos y destrozos, sino que también expuso las conexiones entre la política, las barras bravas y los intereses económicos que las sostienen. La Justicia tiene ahora la tarea de desentrañar una trama que amenaza con desestabilizar aún más el escenario político y social del país.