Buenos Aires, 21 de marzo de 2025-Total News Agency (TNA)- El gobierno de Javier Milei enfrenta una nueva grieta interna que pone en evidencia las tensiones por el control de las Fuerzas de Seguridad. Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, ha consolidado su posición tras el exitoso operativo de control en las calles durante la marcha del miércoles 19 de marzo. Sin embargo, Santiago Caputo, asesor presidencial sin cargo oficial, busca subordinar las fuerzas federales a la SIDE, organismo que controla a través de Sergio Neiffert.
Bullrich y el control de la calle
El operativo de seguridad del 19 de marzo fue destacado como un ejemplo de planificación y ejecución. Patricia Bullrich logró evitar incidentes graves en una jornada marcada por la tensión social, consolidando su imagen como la principal garante del orden público en el gobierno. Fuentes cercanas a la Casa Rosada señalaron que el presidente Milei quedó satisfecho con el desempeño de la ministra, a quien considera clave para mantener el control en un contexto de creciente conflictividad social.
El operativo incluyó controles estrictos en los accesos a la Ciudad de Buenos Aires, requisas de transporte público y privado, y una fuerte presencia policial en puntos estratégicos. Aunque hubo disturbios menores atribuidos a infiltrados, la jornada terminó sin mayores incidentes, lo que reforzó el liderazgo de Bullrich.
Caputo: ambición de poder sin responsabilidades reales
A pesar de no ocupar un cargo oficial, Santiago Caputo ha acumulado un poder significativo en el gobierno. Como asesor presidencial, opera bajo un esquema inusual: es un monotributista que presenta facturas mensuales por sus servicios, una práctica sin precedentes en la política argentina. Este modelo recuerda al rol que desempeñó Enrique “Coti” Nosiglia en los primeros tiempos del gobierno de Raúl Alfonsín, aunque el radical lo terminó nombrando ministro del Interior y exponiendolo. Otro caso similar , para intentar eludir responsabilidades penales, podría ser el de Juan Grabois, que logro ubicar en la cámara de diputados a Natalia Zaracho para cumplir sus órdenes y a Fernanda Miño, a cargo de la Secretaría de Integración Socio Urbana ,para firmar acuerdos para la construcción de casas que no se realizaron, lo que origino denuncias penales por fraude, que igualmente llevaron a Grabois ante los tribunales.
Santiago Caputo buscaría ampliar su influencia proponiendo que las Fuerzas de Seguridad –incluyendo la Policía Federal, Gendarmería, Prefectura y Policía de Seguridad Aeroportuaria– se subordinen a la SIDE. Esta intención ha generado tensiones con Bullrich, quien se opone tajantemente a ceder el control de las fuerzas que lidera, como informó Mariano Obarrio en IProfesional.
En el entorno de Bullrich consideran que Caputo carece de experiencia para manejar cuestiones de seguridad y destacan que sus propuestas son “improvisadas”. Por otro lado, en la Casa Rosada niegan una pelea abierta, aunque reconocen las diferencias entre ambos funcionarios.
Errores y polémicas en la gestión de Caputo
El rol de Caputo ha estado marcado por episodios controvertidos. Uno de los más recientes fue el escándalo de las 15 valijas que llegaron a Aeroparque el 26 de febrero en un avión privado vinculado a Laura Belén Arrieta, cercana a Caputo. Aunque la Aduana negó irregularidades, el episodio dejó dudas sobre el contenido de las valijas y la falta de controles.
Además, Caputo ha enfrentado críticas por su manejo de la SIDE y su relación con figuras polémicas como Leonardo Scatturice, un exespía que ahora asesora al gobierno en tecnología. Estas conexiones han generado malestar en sectores del oficialismo, incluyendo a Karina Milei, hermana del presidente, quien ha tenido roces recientes con el asesor.
Bullrich fortalecida
Patricia Bullrich emerge como una figura central en el gobierno de Milei. Su capacidad para garantizar el orden público y su cercanía con el presidente la posicionan como una pieza clave en el gabinete.
En el entorno de Bullrich descartan rumores sobre una posible candidatura a senadora por la Ciudad de Buenos Aires, impulsada por Caputo para desplazarla del Ministerio de Seguridad. “Ella no está interesada en cargos legislativos; su prioridad es garantizar la seguridad del país”, señalaron fuentes cercanas a la ministra.
Un modelo de poder en disputa
La interna entre Bullrich y Caputo refleja dos modelos de gestión en pugna dentro del gobierno de Milei. Por un lado, la ministra apuesta por el control directo y efectivo de las fuerzas de seguridad desde su cargo formal de ministra, con todas lo que ello implica en materia legal, mientras que Caputo buscaría centralizar el poder en la SIDE, a pesar de no contar con responsabilidades administrativas formales.
El desenlace de esta disputa, que no debería existir, será clave para definir el rumbo del gobierno en un momento de alta tensión social y política donde el kirchnerismo, verdadero enemigo de la sociedad y gobierno opera solapadamente para desestabilizar. Por ahora, Bullrich parece haber ganado esta batalla, respaldada por el presidente y por su éxito en el manejo del orden público. Sin embargo, las ambiciones de Caputo, quien sigue co-gobernando sin los riegos y responsabilidades de los nombramientos formales, podrían generar nuevos conflictos.