por Marina Cavalari
Un nuevo proyecto de ley anticrimen en Brasil apunta al hijo de un líder encarcelado del Comando Rojo (Comando Vermelho, CV), quien utiliza su música para abogar por la liberación de su padre. Pero es poco probable que la medida tenga un impacto significativo sobre el crimen organizado o la popularidad de la narcocultura musical.
Los legisladores de la Cámara de Diputados de Brasil debaten un proyecto de ley que prohibiría la financiación pública de conciertos cuyos artistas hagan referencias al crimen. La propuesta ha sido apodada “Ley Anti-Oruam” en alusión a Mauro Davi dos Santos Nepomuceno, un trapero brasileño conocido como Oruam.
El artista es hijo de Márcio dos Santos Nepomuceno, alias “Marcinho VP”, un líder del CV que está preso desde 1996 por homicidio, tráfico de drogas y conformar un grupo criminal.
Oruam ganó popularidad tras utilizar su presentación en Lollapalooza Brasil 2024 para pedir por la liberación de su padre, lo que llevó a que una de sus canciones se ubicara entre las más escuchadas en Brasil en enero de 2025. Al mes siguiente, lanzó un nuevo álbum titulado Liberdade (Libertad), con canciones que abogan por la excarcelación de su padre.

La ley Anti-Oruam no es la primera en la región que busca restringir la música vinculada, de alguna forma, con el crimen organizado. En México, políticos de distintas regiones han discutido durante años la prohibición de los narcocorridos, un subgénero de la música norteña. Las autoridades locales de Tijuana votaron para prohibir este tipo de baladas en 2023.
Análisis de InSight Crime
El proyecto de ley Anti-Oruam no aborda los factores estructurales que empujan a los jóvenes a integrar grupos del crimen organizado. En cambio, criminaliza géneros musicales como el trap, el rap y el funk, que reflejan las realidades de comunidades marginadas.
“Algunas personas analizan el funk como algo que la industria musical impone a la población. Lo que no entienden es que el funk es un movimiento de abajo hacia arriba: la industria solo lo acoge cuando ya es tan popular que no puede ignorarlo”, dijo Danilo Cymrot, criminólogo brasileño, a InSight Crime.
Además, es probable que la ley sea ineficaz. Al prohibir únicamente la financiación pública de conciertos, las canciones que hagan referencia al crimen seguirán circulando y llegando a su audiencia objetivo.
Según Brasil de Fato, Oruam solo ha ofrecido un concierto financiado con fondos públicos desde que inició su carrera musical en 2021. En 2023 y 2024, el artista realizó más de 120 presentaciones, de acuerdo con los registros públicos de sus espectáculos.
Dado que los gobiernos locales suelen hacer poco por promover eventos culturales en comunidades marginadas, en ocasiones las bandas criminales ocupan ese vacío financiando artistas y conciertos. Esta práctica les permite generar ingresos y atraer nuevos miembros. La ley propuesta no afectaría en absoluto este fenómeno.
No obstante, aunque el financiamiento de conciertos por parte de grupos criminales suele ser utilizado por las autoridades para retratar al funk como una influencia negativa, expertos señalaron a InSight Crime que esas acusaciones están sobredimensionadas.
“No creo que el crimen organizado sea el principal financiador de conciertos en [estas comunidades]”, dijo Juliana Bragança, autora del libro Atrapados en una jaula: la criminalización del funk en Río en el Jornal do Brasil (1990-1999).
Sin mayores perspectivas de un impacto real, el proyecto parece más un gesto simbólico dirigido contra ciertos géneros musicales. En Brasil, los artistas que producen este tipo de música suelen retratar la realidad de una audiencia que convive con las pandillas y la actividad criminal.
En ese contexto, Oruam resulta un blanco ideal debido a sus lazos familiares con la cúpula del CV.
“Oruam tiene una serie de características que lo convierten en el chivo expiatorio perfecto”, dijo Bragança a InSight Crime. “Además de ser un joven negro de la favela que canta rap, trap y funk, es hijo de Marcinho VP”.
Imagen principal: Mauro Davi dos Santos Nepomuceno, músico brasileño conocido como “Oruam”, hijo del líder de la banda Comando Rojo. Crédito: Mariana Pekin / UOL.
Fuente Insightcrime