Por Daniel Romero
Buenos Aires, 9 de mayo de 2025 – Total News Agency-TNA- La Armada Argentina enfrenta una decisión estratégica crítica respecto al futuro de sus 5 aviones de combate Super Étendard Modernisé (SEM), adquiridos en 2019 durante la gestión presidencial de Mauricio Macri. Según Infodefensa, la fuerza naval estaría evaluando seriamente la desafectación definitiva de estas aeronaves debido a múltiples y persistentes inconvenientes técnicos, presupuestarios y logísticos que han impedido su puesta en servicio operativo desde el momento mismo de su adquisición. Los demás Super Etendard, con lo que sumarian 16 aeronaves, correrían igual suerte
Estos aviones fueron incorporados con la intención de recuperar capacidades esenciales para el Comando de Aviación Naval, especialmente aquellas relacionadas con el combate aire-superficie y aire-aire, capacidades que históricamente brindó el binomio Super Étendard y misil AM-39 Exocet. Sin embargo, desde su llegada, ninguna de las cinco aeronaves SEM concretó siquiera un vuelo de prueba, acumulando diversas dificultades técnicas críticas como fallas en los asientos eyectores, problemas estructurales menores, cuestiones relacionadas con los motores y componentes pirotécnicos vencidos o en proceso de certificación.
El propio Jefe del Estado Mayor General de la Armada, Contraalmirante Carlos María Allievi, sin sonrojarse, reconoció públicamente en entrevistas recientes que estas dificultades eran eminentemente técnicas y no burocráticas, destacando que hasta el momento solo uno de los cinco aviones podría eventualmente realizar un vuelo de prueba, sujeto aún a la aprobación final de la Dirección General de Aeronavegabilidad Militar Conjunta (DIGAMC).
En diálogo exclusivo con Total News Agency, Eduardo Ligio Ganeau, ex piloto y comandante de la unidad de Super Étendard, calificó la eventual desafectación de estas aeronaves como “extremadamente lamentable”. Ganeau subrayó que conoce profundamente el valor estratégico de los 16 aviones Super Étendard con los que cuenta la Armada, incluidos los cinco SEM recientemente adquiridos, y denunció la “falta de presupuesto e interés político” para ponerlos en condiciones operativas.
“La anomia del Sistema de Defensa Nacional, incluyendo la conducción política y militar, lleva más de cuarenta años imposibilitando la recuperación de capacidades y el desarrollo del poder militar argentino. Pareciera existir una irresponsabilidad o una orden superior (¿británica? para mantener esta situación”, aseguró Ganeau. Asimismo, criticó duramente el presupuesto asignado al Ministerio de Defensa, que para el año 2024 representó apenas el 0,6% del Producto Bruto Interno (PBI), calificándolo como insuficiente, inefectivo e inoportuno, lo que termina beneficiando directamente los intereses británicos en el Atlántico Sur y comprometiendo la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y la Antártida, territorio que alcanza los 7.200.000 km².
Ante este contexto adverso, surge una alternativa tecnológica que hasta el momento no parece haber sido considerada seriamente por el Ministerio de Defensa argentino ni por las autoridades militares: la posibilidad de reconvertir estos aviones tradicionales en vehículos aéreos no tripulados (UAV). Esta reconversión permitiría mantener y potencialmente ampliar capacidades estratégicas esenciales, evitando además exponer a pilotos y tripulaciones humanas a riesgos operativos innecesarios.
A nivel internacional, existen antecedentes exitosos recientes de reconversión de aeronaves tradicionales en drones militares. Ucrania ha implementado con éxito programas de transformación de aeronaves convencionales en UAVs de combate, mientras que India, a través de la empresa estatal Hindustan Aeronautics Ltd. (HAL), ha iniciado estudios para convertir helicópteros ligeros como los modelos Chetak y Cheetah en UAVs, aprovechando la proliferación de tecnologías avanzadas disponibles actualmente.
En 2018, según confirmó quien escribe, en una charla con el embajdor de India en Argentina, el mismo presentó a las autoridades argentinas un proyecto concreto de cooperación e inversión en el ámbito de la industria de defensa. Sin embargo, dicha propuesta nunca recibió respuesta oficial desde Buenos Aires, dejando en evidencia interrogantes sobre la continuidad y coherencia de las políticas nacionales en materia de defensa y cooperación internacional.

Argentina cuenta con una probada capacidad técnica en el desarrollo de drones militares. Desde diciembre de 2007, el Ejército Argentino opera el Lipán M3, parte del primer “Sistema Aéreo Táctico No Tripulado” nacional, destinado inicialmente al Destacamento de Inteligencia de Combate 601. A partir de 2010, el Ejército contaría con cuatro unidades operativas del Lipán M3, demostrando la capacidad local para desarrollar UAVs tácticos con autonomía significativa. Se desconoce si continúan operativos. Asimismo, instituciones tecnológicas argentinas como INVAP, la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Universidad Nacional de Córdoba poseen conocimientos y experiencia suficientes para contribuir eficazmente a un proyecto de reconversión tecnológica de los Super Étendard. Fuerza Aérea tambien posee el suyo.
Pese a ello, no existen indicios claros de que el Ministerio de Defensa argentino haya tomado nota de estas experiencias internacionales exitosas ni de las capacidades nacionales ya existentes. La Armada Argentina, frente a la falta de alternativas concretas, estaría considerando actualmente la radiación definitiva de los SEM, decisión que podría extenderse a los restantes Super Étendard originales, que no vuelan desde hace más de diez años.
En definitiva, la posible desafectación definitiva de estos aviones, sin considerar alternativas tecnológicas viables como su reconversión en UAVs, representaría una pérdida significativa de capacidades militares estratégicas para Argentina y el dinero invertido. La decisión final, aún pendiente, definirá si el país opta por el abandono definitivo de estas plataformas o aprovecha la oportunidad para avanzar hacia soluciones innovadoras que permitan mantener y fortalecer su capacidad defensiva en un contexto internacional cada vez más complejo.