Unos cien sacerdotes han acompañado al arzobispo de Toledo y primado de España, Francisco Cerro Chaves, y al obispo emérito de Albacete, Ángel Fernández Collado, en la celebración de las exequias de Juan Manuel Uceta Renilla , sacerdote diocesano de 53 años, fallecido este viernes y muy querido en la diócesis.Era vicario de la parroquia de Santa María de Benquerencia, delegado diocesano de Relaciones Interconfesionales y Diálogo Interreligioso, profesor del Instituto Teológico San Ildefonso y del Instituto de Ciencias Religiosas Santa María de Toledo , miembro de Capilla Diocesana de Toledo y del grupo Hakuna como «pringado» (consagrado de forma especial a esa familia eucarística). Estos dos últimos, Capilla Diocesana y Hakuna Group Music animaron litúrgicamente la Santa Misa.Noticia Relacionada estandar No Fallece Juan Manuel Uceta, delegado de Relaciones Interconfesionales de la diócesis de Toledo F. Franco El velatorio se ha instalado en la capilla de la parroquia de Santa María de Benquerencia, de la que era vicario parroquial. El funeral se celebrará mañana en la parroquia de San JuliánEl arzobispo de Toledo, en su homilía, ha destacado la gran amistad y alegría que le profesaban varios obispos (como Demetrio Fernández y José Ignacio Munilla), sacerdotes, religiosos y laicos con los que había compartido sus distintas responsabilidades en la archidiócesis marcado por la entrega y la generosidad , de modo ejemplar, como muy bien expresa el ‘Cristo del abrazo’ donado por él para la Capilla del Hospital Universitario de Toledo. Y por ello, « como ha hecho tantísimo bien (como ese sacerdote herido que se abraza a la infinita misericordia del Corazón de Cristo, uniéndose a su pasión y dolor), cuando llegue el momento, si Dios quiere – ha dicho el arzobispo- pediré a la Iglesia que se abra para él el proceso de canonización«.El arzobispo de Toledo, ante el féretro del sacerdote en la iglesia de San Julián ABC Y en medio del sufrimiento por su enfermedad nunca perdió el sentido del humor y su alegría natural , en momentos graciosos compartidos con todos, con sentido pascual dentro de la resurrección de Jesús. Unida a esta imagen, don Francisco ha recordado un regalo de un Corazón de Jesús Eucaristía que Juan Manuel le hizo de forma muy entrañable.Destacó también su gran amor a la Virgen de Fátima y estaba empeñado en el cuidado materno de todos aquellos que se le habían encomendado, todos los que le buscaban o se dirigían con él. Para todos tuvo un amor preferente , de modo que cada uno, que cada familia, podía considerarse verdaderamente privilegiado de contar con él como amigo y compañero de camino , como un huracán entre los jóvenes de la parroquia y de Hakuna.Y junto a esas claves, la de ser apóstol, sencillo y humilde, al servicio de todos desde una calidez humana extraordinaria, sin que ello mermara un ápice en rigor científico , erudición y preparación, destacando en áreas teológicas tan diversas como espiritualidad, ecumenismo o diálogo interreligioso.Un momento del entierro del sacerdote en el cementerio municipal de ToledoTambién, y al final de la celebración, ha intervenido su hermano menor , Fernando, para expresar el profundo agradecimiento de toda la familia y cómo hasta el último suspiro su hermano estuvo de buen humor reconociendo, hasta con verdadero humor, el amor en el que se había sentido hasta físicamente envuelto en forma de palabras, oraciones y gestos entrañables de cariño sincero por él y su familia.Posteriormente, los restos del queridísimo sacerdote han recibido cristiana sepultura en el cementerio municipal de Nuestra Señora del Sagrario, de Toledo. Como me dijo su gran amigo el obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla Aguirre, «nos precede e intercederá por nosotros» . ¡Descansa en paz, querido amigo y hermano Juanma!
Fuente ABC