Buenos Aires, 16 de junio de 2025 – Total News Agency-TNA –La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner comenzará mañana a cumplir prisión domiciliaria, medida dictada hoy por el Tribunal Oral Federal N.º 2 (TOF 2), tras el fallo de la Corte Suprema que dejó firme su condena por fraude contra el Estado en la causa “Vialidad”. En un dato cargado de paradojas históricas y políticas, el dispositivo de monitoreo electrónico que se le colocará será provisto por la empresa Surely S.A., cuyo titular es Mario Montoto, un ex integrante de la organización armada Montoneros, de la que la propia Cristina Fernández y la hoy ministro de justicia, controlante de la instalación, tuvieron una participación periférica en su juventud.
La resolución del tribunal, integrado por los jueces Jorge Gorini, Andrés Basso y Rodrigo Giménez Uriburu, contradijo el dictamen de los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola, que habían pedido que la ex mandataria cumpla su pena de seis años en un establecimiento penitenciario. Pese a la oposición del Ministerio Público, el tribunal autorizó la prisión domiciliaria con monitoreo, y evitó que la expresidenta se presente mañana en Comodoro Py, como ella misma había anunciado en sus redes sociales. La notificación judicial se realizará por vía remota.
Una coincidencia cargada de historia: Montoto, Kirchner y Bullrich
El monitoreo de la tobillera electrónica que utilizará Cristina Kirchner quedará en manos de Surely S.A., la única empresa que se presentó a las últimas licitaciones oficiales para ese tipo de dispositivos. La firma es propiedad de Mario Montoto, quien en los años 70 militó en Montoneros, la misma agrupación armada en la que, según diversos testimonios históricos, la joven Cristina Fernández habría colaborado como “apoyo logístico”, (podría sugerir Vargas Llosa) en casas de seguridad de La Plata. Por entonces, también tuvo una breve participación en esa organización Patricia Bullrich, hoy ministra de Seguridad del gobierno libertario de Javier Milei.
El recorrido posterior de Montoto y Bullrich, sin embargo, los distanció: él se convirtió en un próspero empresario con fuertes vínculos con agencias de inteligencia internacionales, mientras que ella hizo carrera como funcionaria y política de peso en distintos gobiernos. En tanto, Cristina Kirchner, hoy condenada por corrupción, utilizo políticamente simulando admiración por los terroristas de las 70, gracias a ése vínculo distante con su “pasado montonero”. Ya a mediados de los 80, en pleno gobierno del ex Presidente Alfonsín, Montoto fue uno de los primeros en buscar la reconciliación y el diálogo con militares para terminar con el violento pasado en Argentina, los denominados “primos” marcaron un camino, luego desvirtuado con la llegada del kirchnerismo.
El negocio de las tobilleras electrónicas
Desde al menos 2017, la empresa Surely S.A. aparece como oferente único en las licitaciones públicas para la provisión de tobilleras electrónicas destinadas a agresores, víctimas de violencia de género y presos con arresto domiciliario. Si bien hay proveedores alternativos en el mercado, ninguno se ha presentado con éxito en los últimos procesos competitivos del Ministerio de Justicia ni en los recientes llamados del Ministerio de Seguridad, que por primera vez gestiona estas licitaciones tras el traspaso del Servicio Penitenciario Federal.
En la actualidad, el Estado paga entre 15 y 16 dólares diarios por cada tobillera. La última licitación del Ministerio de Justicia prevé un contrato por 5000 dispositivos durante tres años, lo que totalizaría un gasto de hasta 87 millones de dólares. En paralelo, Seguridad busca contratar hasta 6000 tobilleras por un plazo de dos años, lo que implicaría otros 68 millones de dólares. En total, el negocio ronda los 155 millones.
Vínculos internacionales y cercanía con el poder
Además de sus negocios en seguridad electrónica, Mario Montoto tiene una fuerte presencia institucional. Es presidente de la Cámara de Comercio Argentino-Israelí (CCAI) y mantiene una estrecha relación con altos funcionarios y políticos en general. En noviembre pasado, estuvo junto al presidente Javier Milei en un acto organizado por la embajada israelí en Buenos Aires, en el que también participaron el canciller Gerardo Werthein y otros miembros del Gabinete.
En el terreno personal, Montoto fue pareja de María Inés Raverta –desaparecida durante la dictadura–, con quien tuvo una hija, Fernanda Raverta, ex titular de la ANSES durante el gobierno de Alberto Fernández, con quien mantiene una relación distante.
Un regreso bajo control
A partir de este martes, Cristina Kirchner comenzará a cumplir arresto domiciliario bajo vigilancia electrónica. El sistema, conectado directamente con el 911, será operado por Surely S.A., que no solo provee el dispositivo, sino también se encarga de su colocación y seguimiento.
Aunque la expresidenta solicitó no ser monitoreada por tobillera, el tribunal decidió lo contrario y desestimó los argumentos de su defensa, que había considerado el dispositivo como un gasto innecesario. insólito argumento en boca de quien se hacia llevar los diarios a su domicilio en El Calafate, en vuelos realizados exclusivamente a tal fin. Los fiscales, por su parte, insistieron en que no existen razones médicas ni personales que justifiquen un trato especial.
En este nuevo capítulo judicial, Cristina Kirchner comienza a purgar su condena mientras permanece en su domicilio. Pero lo hace bajo vigilancia de un sistema cuya administración recae en manos de un viejo conocido de la política argentina, cuyo pasado y presente se entrelazan con los caminos que también recorrieron ella y otros protagonistas del poder.
-TNA-