París, 23 de junio de 2025 – Total News Agency-TNA-La reciente ofensiva de la República Islámica de Irán contra instalaciones militares estadounidenses en Medio Oriente ha generado una fuerte condena internacional y renovados llamados a la moderación. El ataque, confirmado por las Fuerzas Armadas iraníes y transmitido por medios estatales, tuvo como blanco la base aérea de Al Udeid, en Qatar, y otras instalaciones estadounidenses en Irak, en aparente represalia por los bombardeos lanzados por Estados Unidos contra centros nucleares iraníes el pasado domingo.

Desde París, el presidente francés Emmanuel Macron expresó su preocupación por la escalada bélica y pidió el cese inmediato de las hostilidades. “Hago un llamamiento a todas las partes para que se calmen los ánimos, se emprenda una desescalada y se vuelva a la mesa de negociaciones. La espiral del caos debe terminar”, escribió el mandatario en su cuenta oficial de X (antes Twitter), en una declaración que refleja la creciente inquietud europea frente al deterioro del equilibrio estratégico en la región.
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En la misma línea, el Gobierno de España emitió una dura condena al accionar de Teherán. A través de un comunicado difundido por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Madrid manifestó: “El Gobierno de España condena tajantemente el bombardeo de Irán contra el territorio de Qatar e Irak. Este ataque contra bases estadounidenses supone un paso más en la escalada militar y pone en peligro a toda la región”.
En Doha, el Ministerio de Defensa qatarí confirmó que sus sistemas de defensa aérea “interceptaron con éxito” el ataque misilístico dirigido a la base Al Udeid, donde operan fuerzas estadounidenses y aliadas. Las autoridades locales se reservaron “el derecho a responder” ante lo que calificaron como una violación de su soberanía y una amenaza directa a la estabilidad nacional.
Como medida preventiva, el Ministerio de Exteriores de Qatar anunció la suspensión temporal del tráfico aéreo en todo el país para “garantizar la seguridad de los ciudadanos, residentes y visitantes”. En paralelo, la embajada de Estados Unidos en Doha emitió una alerta de seguridad en la que recomienda a sus nacionales permanecer en sus hogares hasta nuevo aviso.
En Washington, el presidente Donald Trump se encuentra reunido en la Sala de Situaciones de la Casa Blanca junto al secretario de Defensa Pete Hegseth y al jefe del Estado Mayor Conjunto, general John Caine, monitoreando minuto a minuto el desarrollo de los acontecimientos en el Golfo Pérsico. Fuentes oficiales confirmaron que se están evaluando “todas las opciones disponibles” para responder a lo que el Pentágono ya cataloga como “una agresión directa contra fuerzas estadounidenses”.
La situación genera máxima tensión en un escenario regional ya convulsionado por los enfrentamientos entre Israel e Irán y por los persistentes focos de inestabilidad en Siria, Yemen y Líbano. Analistas internacionales advierten que un nuevo ciclo de represalias podría derivar en un conflicto abierto entre potencias, con consecuencias impredecibles para la seguridad global.
A la espera de nuevas definiciones desde Washington, la comunidad internacional multiplica sus gestiones diplomáticas para evitar un deterioro aún mayor del escenario estratégico en Medio Oriente. Mientras tanto, la región permanece en estado de alerta, con miles de tropas estadounidenses y aliadas desplegadas en zonas críticas y bajo amenaza constante.