Comerse las uñas es una práctica un tanto común en muchas personas y esto puede deberse a diferentes factores, independientemente de la edad. La psicología, que estudia diversos comportamientos de la mente humana, analizó a qué se debe y cuáles son sus principales causas.
Por qué las personas se comen las uñas, según la psicología
Muchas personas adoptan el comportamiento de comerse las uñas desde que son pequeñas y esto se mantiene a lo largo de la infancia y se prolonga no solo también en la adolescencia, sino en la adultez. Ante estos casos, la psicología ha estudiado cuáles podrían ser las razones de esto y por qué ocurre.
En este sentido, la Fundación TLC para Comportamientos Repetitivos Enfocados en el Cuerpo estudió este tipo de vicisitudes y expresó que “morderse las uñas suele asociarse con daño visible en las uñas, tensión antes o al intentar resistirse a hacerlo, sensación de placer después de comerse las uñas y angustia psicológica”.

No obstante, el especialista en medicina graduado de la Universidad Nacional de Rosario y tiktoker @contenidomedico.bruno, brindó su perspectiva al respecto: “Algunos estudios han encontrado una relación entre la onicofagia y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), también se lo relaciona con el trastorno de ansiedad y en algunos casos más graves con depresión”, sostuvo.
No obstante, la explicación más directa que ha encontrado la psicología a lo largo de los años sobre el porqué morderse las uñas se relaciona con onicofagia, cuya denominación indica que este hábito tiene vínculos con los trastornos obsesivos compulsivos.
Qué es la onicofagia
La onicofagia es un patrón psicológico que responde a la necesidad de morderse las uñas y suele relacionarse al estrés y la ansiedad. A través de esta práctica, se canalizan estas características y resulta un comportamiento que puede convertirse en habitual con el paso del tiempo.
Sin embargo, existen diferentes tipos de onicofagia y en algunos casos puede generar que la persona se muerda la piel que recubre a las uñas, generándole no solo dolores en la zona, sino también daños estéticos sobre las manos. Del mismo modo, afecta a la fuerza de los dientes, su forma y produce un desgaste más rápido.
Por tal motivo, es importante prestarles atención a estos factores para determinar de qué se trata y si bien cada caso puede presentarse de maneras diferentes, no se debe dejar pasar a la ligera.
Fuente El Cronista