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Washington, 4 de agosto de 2025 – Total News Agency – TNA –El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el viernes el reposicionamiento de dos submarinos nucleares de la Marina estadounidense hacia “regiones apropiadas” cercanas a Rusia, en una escalada de tensiones con Moscú tras un intercambio de declaraciones hostiles con el ex presidente ruso Dmitry Medvedev, actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia. La decisión, descrita por Trump como una medida preventiva, responde a lo que calificó como “declaraciones altamente provocativas” de Medvedev, quien advirtió que los ultimátums de Trump sobre la guerra en Ucrania podrían llevar a un conflicto directo entre Estados Unidos y Rusia.
El anuncio de Trump se produce en el contexto de su creciente frustración con el presidente ruso, Vladimir Putin, por la falta de avances en las negociaciones para un alto el fuego en Ucrania. El lunes, Trump redujo su plazo inicial de 50 días a solo 10 para que Rusia acepte un acuerdo de paz, amenazando con imponer sanciones económicas severas, incluyendo tarifas a países que compren petróleo ruso, como China, India y Turquía, si no se cumple el ultimátum para el 8 de agosto. En respuesta, Medvedev, conocido por su retórica antioccidental, acusó a Trump de “jugar al ultimátum” y advirtió que cada nueva amenaza es “un paso hacia la guerra, no entre Rusia y Ucrania, sino con Estados Unidos”. En un mensaje en X, Medvedev aludió al sistema nuclear soviético de “respuesta automática” conocido como “Mano Muerta”, lo que provocó la reacción de Trump.
En un mensaje en su red social Truth Social, Trump instó a Medvedev a “cuidar sus palabras” y lo calificó como un “ex presidente fracasado que cree que sigue en el poder”. El viernes, al salir de la Casa Blanca rumbo a su club de golf en Bedminster, Nueva Jersey, Trump justificó el despliegue de los submarinos como una medida de “seguridad para nuestro pueblo”. “Cuando se habla de nuclear, tenemos que estar preparados, y estamos totalmente preparados”, afirmó en declaraciones a la prensa, sin especificar si los submarinos son de propulsión nuclear o están armados con misiles nucleares, en línea con el protocolo militar estadounidense.
La reacción del Kremlin ha sido reservada. Ni Putin ni los ministerios de Exteriores o Defensa han emitido comentarios públicos sobre el movimiento de los submarinos. Sin embargo, Viktor Vodolatsky, un alto legislador ruso y vicepresidente del comité de asuntos de la Comunidad de Estados Independientes en la Duma, minimizó la acción, afirmando que Rusia tiene “significativamente más submarinos nucleares en los océanos” y que los estadounidenses “han estado bajo nuestro control durante mucho tiempo”. La prensa rusa también restó importancia al anuncio, con comentaristas en diarios como Moskovsky Komsomolets y Kommersant describiéndolo como una “fanfarronada sin sentido” o una “patALETA” de Trump.
Analistas de seguridad han interpretado el despliegue como una escalada retórica más que militar, dado que Estados Unidos ya mantiene submarinos nucleares posicionados como elemento disuasorio contra Rusia. Daryl Kimball, director ejecutivo de la Asociación de Control de Armas, calificó la acción de Trump como “irresponsable e innecesaria”, advirtiendo sobre los riesgos de una retórica nuclear en un contexto de alta tensión. Por su parte, el ex embajador estadounidense en Moscú, Mike McFaul, sugirió que Trump debería centrarse en proporcionar más armas a Ucrania en lugar de recurrir a movimientos de submarinos.
El envío de los submarinos coincide con el anuncio de que Steve Witkoff, enviado especial de Trump, viajará a Rusia en los próximos días para intentar avanzar en las negociaciones de paz. El Kremlin, a través de un portavoz, indicó que “no descarta la posibilidad” de una reunión entre Witkoff y Putin, aunque no se han revelado detalles sobre la agenda. Witkoff, un empresario inmobiliario sin experiencia diplomática formal, ha mantenido al menos cuatro encuentros previos con Putin, utilizando en al menos una ocasión un intérprete proporcionado por el Kremlin, lo que ha generado críticas por la falta de involucramiento de expertos del Departamento de Estado.
La escalada verbal entre Trump y Medvedev se intensificó tras los reiterados fracasos en las conversaciones con Putin, quien el viernes insistió en que busca una “paz estable y duradera” en Ucrania, pero sin mostrar disposición a hacer concesiones. Mientras tanto, los ataques rusos en Ucrania, como el bombardeo en Kyiv que dejó más de 30 civiles muertos el jueves, han incrementado la presión sobre Trump, quien durante su campaña prometió resolver el conflicto en 24 horas.
La decisión de Trump marca un cambio significativo en su postura hacia Rusia, pasando de un tono conciliador a uno más confrontacional. Sin embargo, expertos advierten que la mención explícita de submarinos nucleares, aunque posiblemente simbólica, eleva el riesgo de malentendidos en un momento de fragilidad geopolítica. La falta de respuesta directa del Kremlin y la retórica despectiva de Medvedev sugieren que Moscú no percibe el movimiento como una amenaza inmediata, pero la situación podría complicar aún más las negociaciones para poner fin a la guerra en Ucrania.
