Buenos Aires, 4 de septiembre de 2025-Total News Agency-TNA-Christian Mercatante, productor y cronista de 49 años, terminó con el rostro ensangrentado tras la violencia desatada durante el acto de Javier Milei en Moreno. Detrás de esa imagen hay un recorrido personal extremo que explica su oficio y lo convierte en un ejemplo social de resiliencia: una vida atravesada por la tragedia, las adicciones y la calle, transformada en herramientas para construir periodismo y contenidos de alto impacto en la televisión abierta.
Su adolescencia estuvo marcada por el consumo de drogas y por un episodio devastador: el femicidio de su madre a manos de su padre, que luego se suicidó. Vinieron internaciones y, entre 2004 y 2011, siete años viviendo a la intemperie, comiendo en comedores populares y “cirujeando”. En ese derrotero también fue baleado por la espalda durante un intento de robo y terminó hospitalizado en un neuropsiquiátrico. Lejos de clausurar su destino, esas heridas se convirtieron en aprendizaje.
El punto de inflexión llegó con la ayuda de personas que apostaron por su segunda oportunidad. Conocida desde 2001, cuando fue finalista del reality “El bar”, la conductora Pamela David lo acompañó en el regreso al trabajo formal y lo acercó a su primer empleo estable en la productora Kuarzo. Entró como asistente y, con constancia, escaló hasta la producción de ciclos masivos como “Los 8 escalones”. Hoy, ya con una década “limpio”, aporta su intuición callejera como cronista de policiales en “Desayuno Americano” y en “Policías en Acción”.
Mercatante suele explicar que sus preguntas nacen de lo vivido: antes de interrogar, ya conoce el territorio y a sus protagonistas. Esa experiencia —dolorosa, pero decantada en oficio— se advierte en su manera de cubrir la conflictividad urbana y en su sensibilidad para tratar a víctimas y victimarios. No romantiza el margen: lo traduce en mirada periodística y lo convierte en contenido útil para una audiencia que demanda datos, contexto y respeto.
El episodio de Moreno lo muestra otra vez en el lugar donde eligió estar: el de quien narra lo que pasa cuando la violencia irrumpe en la vida pública. La diferencia es que, en su caso, la cámara también devuelve la historia de alguien que aprendió a no rendirse y que volvió a empezar. De la calle al set, del silencio a la pregunta precisa, Mercatante encarna una trayectoria de superación que la TV argentina transformó en trabajo, impacto y servicio. Un ejemplo social en tiempos de crispación.