
En la provincia de Córdoba, el 74% del padrón electoral decidió votar por el hoy presidente Javier Milei en el balotaje en el que se medía con el entonces ministro de Economía Sergio Massa, acaso el distrito donde más apoyo recibió el mandatario nacional.
Eso entusiasmó al Gobierno y de hecho, hace apenas unas semanas, contaba con la posibilidad de quedarse con 6 de las 9 bancas en la Cámara de Diputados que pone en juego la provincia del corazón del país.
Sin embargo, las últimas mediciones echaron por tierra tales aspiraciones y todo indica que competirá cabeza a cabeza con el ex gobernador cordobés Juan Schiaretti, con quien ya le toco enfrentarse en las presidenciales del 2023.
Según las últimas encuestas, La Libertad Avanza y Provincias Unidas, del cual forma parte Schiaretti, se quedarían con cuatro bancas cada uno, dejando la última para Natalia de la Sota quien quedaría en tercer puesto.
Una particularidad de esa elección es que ni el radicalismo, ni el PRO, ni el kirchnerismo lograrían quedarse con bancas. Un escenario totalmente atípico al que no están acostumbrados los cordobeses.
Pero la provincia de Córdoba no es cualquiera. Es la segunda con mayor cantidad de habitantes del país, luego de Buenos Aires y es la cuna política con la que todos desean quedarse. El peronismo logró cierta hegemonía a nivel provincial aunque a nivel nacional los electores sostengan otras preferencias.
El último no peronista en gobernar la provincia fue el radical Ramón Mestre y, desde 1998, se entrelazaron los gobiernos de Juan Schiaretti y José Manuel de la Sota llegando a la gobernación, en 2023, el justicialista Martín Llaryora.
Son 27 años de gobiernos peronistas ininterrumpidos que de todas formas no canaliza el ideario político de los votantes cordobeses. En su momento el ex presidente Mauricio Macri sintió que era una provincia propia, por el apoyo que recibió en 2015. Ahora así la siente Milei.
Es por ello que la disputa por la pertenencia de Córdoba es pujante, ríspida, casi como una batalla local en medio de una guerra nacional. En el segundo distrito con mayor cantidad de votantes. Tiene toda una lógica propia.
Tanto es así que existieron conversaciones entre Victoria Villarruel y Mauricio Macri para disputar poder en Córdoba de cara al 2027 en las que se sumó la ex canciller Diana Mondino (¿futura candidata a gobernadora?) y el ex secretario administrativo del Senado y amigo personal de la vicepresidenta Emilio Viramonte Olmos.
Todo indica que en la provincia del centro Milei perdió terreno. Si bien las legislativas son fragmentadas y no pueden compararse con el balotaje del 2023, resulta sugestivo que el peronismo, en sus cuatro facciones, supere el 50% de intención de voto para cargos nacionales. Todo un síntoma que no debe dejar de leer el Gobierno Nacional.
Fuente Mendoza Today

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