Resistencia, 15 de noviembre de 2025 – Total News Agency-TNA-En un fallo histórico para la provincia del Chaco, un jurado popular declaró culpables a los ex aliados politicos del ex Gobernador Jorge Capitanich, César Sena y a sus padres, Emerenciano Sena y Marcela Acuña, por el femicidio de Cecilia Strzyzowski, la joven de 28 años desaparecida en junio de 2023 en Resistencia. El veredicto, leído este sábado tras más de diez horas de deliberación, cierra la etapa de juicio y abre ahora el camino para la fijación de penas, que podrían ser de prisión perpetua para el núcleo del llamado “clan Sena”.
César Sena fue hallado culpable como autor del delito de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género. Sus padres, los dirigentes sociales Emerenciano Sena y Marcela Acuña, fueron considerados partícipes primarios del mismo delito, al dar por acreditado que integraron y sostuvieron el plan criminal. La calificación elegida por el jurado implica, en el marco del Código Penal argentino, una pena única posible: prisión perpetua, que deberá ser formalizada por la jueza técnica en la audiencia de cesura que se realizará en los próximos días.
El veredicto también definió la situación de los otros cuatro imputados. José Gustavo Obregón y Fabiana Cecilia González fueron declarados culpables de encubrimiento agravado, por su rol en el intento de ocultar el crimen y eliminar rastros materiales. En el caso de Gustavo Melgarejo, el jurado entendió que su responsabilidad se encuadra en encubrimiento simple. La única absuelta fue Griselda Lucía Reinoso, declarada “no culpable” de manera unánime, por lo que se espera que recupere la libertad de inmediato tras haber permanecido más de un año y medio imputada en la causa.
El proceso por jurados se desarrolló a lo largo de catorce audiencias, con la jueza Dolly Fernández como presidenta del tribunal y doce ciudadanos chaqueños encargados de decidir sobre la culpabilidad o inocencia de los acusados. La deliberación se extendió entre el viernes y este sábado, con un cuarto intermedio que elevó la tensión en las puertas de la Cámara Tercera en lo Criminal de Resistencia, donde familiares, organizaciones feministas y militantes sociales siguieron el juicio desde pantallas y radios portátiles.
Cecilia Strzyzowski fue vista por última vez el 2 de junio de 2023, cuando salió de la casa de una tía en Resistencia junto a su pareja, César Sena, con la promesa de un supuesto viaje laboral al sur del país. Las cámaras de seguridad la registraron ingresando a la vivienda de los Sena y luego a un campo vinculado a la familia, pero nunca más se tuvo contacto con ella. La hipótesis de la acusación, avalada ahora por el veredicto, sostuvo que allí fue asesinada, incinerada y que sus restos fueron dispersados en un basural y en zonas rurales.
Durante el debate, peritos forenses relataron que en distintos puntos de la investigación se hallaron restos óseos calcinados y muestras biológicas compatibles con la víctima, así como rastros de sangre y señales de limpieza reciente en sectores de la casa y en un vehículo de la familia Sena. Los fiscales y las querellas insistieron en que el crimen se produjo en un contexto de violencia de género y de control económico y emocional ejercido por César sobre Cecilia, y que sus padres intervinieron para garantizar la ejecución del plan y luego la desaparición de pruebas.
El caso sacudió a la política chaqueña no solo por la brutalidad del hecho, sino por el peso que el clan Sena tenía en la estructura de poder provincial. Emerenciano Sena y Marcela Acuña encabezaban un movimiento social con fuerte presencia territorial y vínculos estrechos con el entonces oficialismo local, al punto de haber sido candidatos en las elecciones de 2023. La desaparición y presunto femicidio de Cecilia puso bajo la lupa el sistema de financiamiento de sus organizaciones y el uso de recursos públicos, además de detonar una crisis política que atravesó al gobierno provincial de aquel momento.
En las afueras del tribunal, la madre de la víctima, Gloria Romero, fue la cara visible del reclamo de justicia durante todo el proceso. Acompañada por colectivos feministas y organizaciones de derechos humanos, denunció desde el inicio intentos de encubrimiento y presiones sobre testigos, y reclamó que el crimen no quedara impune pese a la ausencia de un cuerpo plenamente identificado. Tras el veredicto, el ambiente se mezcló entre lágrimas, abrazos y cánticos de “Justicia por Cecilia”, mientras los abogados defensores anticipaban que analizarán los fundamentos para eventuales recursos ante instancias superiores.
Con este fallo, el Chaco cierra uno de los juicios por femicidio más emblemáticos de su historia reciente y vuelve a poner en evidencia la potencia del sistema de jurados populares para casos de alto impacto social. La definición de las penas y el recorrido de las apelaciones marcarán la próxima etapa, pero para la familia de Cecilia y buena parte de la sociedad chaqueña, el veredicto de culpabilidad contra el clan Sena representa un primer paso decisivo en la larga búsqueda de verdad y justicia.

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