Abu Dabi, 25 de noviembre de 2025 – Total News Agency-TNA-Estados Unidos y Rusia mantienen una ronda de negociaciones discretas pero decisivas en Abu Dabi, en lo que ya se interpreta como el esfuerzo más contundente de la administración de Donald Trump para forzar un cierre a la guerra desencadenada por la invasión rusa de Ucrania. Las conversaciones, lideradas por el secretario del Ejército estadounidense, Dan Driscoll, coinciden con el trabajo paralelo de Kiev para concretar una reunión entre el presidente Volodímir Zelenski y Trump antes de fin de mes con el objetivo de finalizar un acuerdo de paz que permanece bajo estricta reserva.
Driscoll se reunió el lunes por la noche con una delegación rusa en la capital de Emiratos Árabes Unidos, y según funcionarios estadounidenses está previsto que continúe las conversaciones durante este martes. Las reuniones se desarrollan en paralelo a la presencia de un equipo ucraniano en Abu Dabi, lo que marca un inusual escenario de negociaciones indirectas entre las tres partes involucradas en el conflicto. El portavoz del Ejército, el teniente coronel Jeff Tolbert, afirmó que las conversaciones “avanzan bien” y que Driscoll mantiene coordinación constante con la Casa Blanca y las agencias estadounidenses para ajustar los términos del posible entendimiento.
Mientras tanto, Ucrania expresó un marcado optimismo. Rustem Umerov, uno de los funcionarios de mayor confianza de Zelenski en el proceso de negociación, destacó que la delegación ucraniana logró un “entendimiento común” con Estados Unidos sobre los puntos centrales del acuerdo tras una serie de reuniones en Ginebra. Aunque evitó detallar el contenido del borrador, insistió en que Kiev espera concretar “lo antes posible” un viaje de Zelenski a Estados Unidos para acordar los últimos pasos con Trump. Un funcionario estadounidense en Abu Dabi aseguró incluso que “los ucranianos han aceptado el acuerdo de paz”, aunque admitió que todavía quedan ajustes pendientes.
Pese al optimismo de Washington y Kiev, el Kremlin mantiene silencio público y evita confirmar cualquier avance. Dmitry Peskov, portavoz de Putin, afirmó que Moscú “no ha recibido una versión oficial del plan” y sostuvo que Rusia solo se pronunciará cuando Estados Unidos entregue un texto definitivo. El canciller Serguéi Lavrov, más explícito, aseguró que Rusia está utilizando los canales diplomáticos existentes y esperando una propuesta que primero deba ser armonizada entre Washington, Kiev y las capitales europeas.
La cautela rusa se explica por la complejidad de las concesiones involucradas. El plan original del equipo de Trump —rechazado en Europa por considerarse excesivamente alineado con las exigencias de Moscú— habría sufrido modificaciones significativas tras las objeciones planteadas por Ucrania y varios Estados europeos. Zelenski reconoció que el borrador actual contiene menos puntos que los 28 iniciales y que aún debe discutir con Trump los elementos más delicados, en particular aquellos que podrían comprometer la soberanía ucraniana o permitir a Rusia consolidar posiciones territoriales ganadas por la fuerza.
Mientras las negociaciones avanzan en Abu Dabi, la guerra continúa dejando víctimas. En Kiev, un ataque ruso provocó al menos siete muertos y trece heridos, con daños en más de una docena de barrios de la capital. En paralelo, autoridades rusas denunciaron que tres personas fallecieron y diez resultaron heridas en un ataque aéreo atribuido a Ucrania en la ciudad de Taganrog, en la región fronteriza de Rostov. Estos episodios de violencia aumentan la presión política sobre ambas partes para cerrar un acuerdo que reduzca la escalada militar antes del invierno.
Europa observa el proceso con reservas. El presidente francés, Emmanuel Macron, consideró que la propuesta de Trump “va en la dirección correcta”, pero advirtió que aún quedan puntos sensibles que requieren revisión para evitar que la paz implique “una capitulación”. Los principales gobiernos europeos temen que un acuerdo apresurado legitime los avances territoriales rusos y deje a Ucrania en una posición vulnerable.
Driscoll emergió en los últimos días como el principal articulador estadounidense del proceso, tras reunirse con autoridades ucranianas en Kiev y participar de una ronda ampliada en Ginebra junto al secretario de Estado Marco Rubio, el enviado especial Steve Witkoff y Jared Kushner. Su presencia en Abu Dabi marca el mayor nivel de interlocución directa entre Washington y Moscú desde el inicio de esta fase negociadora.
El final de la semana podría ser determinante. Si Zelenski viaja a Estados Unidos y se concreta una reunión con Trump, el conflicto entraría en una fase decisiva después de casi tres años de guerra que reconfiguraron la seguridad europea y la política energética global.

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