Buenos Aires, 2 de diciembre de 2025 – Total News Agency-TNA-El ministro de Economía, Luis Caputo, criticó duramente al municipio bonaerense de Cañuelas tras conocerse un incremento del 124% en la tasa aplicada a las guías de hacienda, una medida que —según distintos actores del sector cárnico— ya comenzó a trasladarse al precio final de la carne y a tensionar la cadena formal de abastecimiento.
La decisión fue adoptada por la intendenta peronista Marisa Fassi, cuya administración autorizó el aumento de la tasa municipal en menos de un año. La noticia generó críticas inmediatas del titular del Palacio de Hacienda, quien, desde su cuenta de X, denunció que “lo único que saben hacer es subir impuestos y aun así tienen déficit”, en alusión directa al municipio.
El malestar alcanzó también a la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMYA), que rechazó el incremento al señalar que la suba no guarda relación con los indicadores inflacionarios. De acuerdo con datos del sector, la guía municipal pasó de $1.965 a $4.409, mientras que en el mismo período la inflación acumulada fue del 24,8% y la interanual alcanzó el 31,3%. La entidad subrayó que “la inflación creció un 25%, pero la guía aumentó 124%, cinco veces más que los precios promedio de la economía”.
CAMYA advirtió que este ajuste provoca un deterioro significativo en la rentabilidad de las empresas que faenan para consumo local, incrementa los costos del circuito formal de comercialización, reduce la competitividad y agrava los riesgos de informalidad en la cadena cárnica. A esto se suma el impacto directo en los consumidores: el mayor costo operativo ya se trasladó a los precios finales, afectando el valor de la carne en mostradores y carnicerías.
La entidad explicó que la tasa municipal tiene un peso central en la actividad de los matarifes, dado que el uso de guías es un requisito obligatorio para trasladar hacienda a faena dentro del sistema legal. Ese costo, definido como “un gasto operativo directo”, altera la estructura de costos del sector e incide en la formación de precios en toda la cadena productiva.
Con el aumento, según señalaron referentes de CAMYA, se produjo además una reducción del margen operativo y un ajuste en las tarifas de faena, lo que complica a pequeños y medianos operadores que ya venían afrontando un escenario económico desafiante.
El episodio reavivó el debate sobre la presión fiscal que enfrentan las cadenas productivas en municipios de la provincia de Buenos Aires y abrió un nuevo frente político en medio de la discusión nacional sobre la competitividad y el rol de los gobiernos locales en la estructura tributaria.

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