Buenos Aires, 24 de diciembre de 2025-Total News Agency-TNA-El proceso de recomposición de los ingresos laborales volvió a mostrar señales mixtas durante octubre, en un contexto donde los salarios lograron ubicarse apenas por encima de la inflación mensual, pero sin consolidar todavía una recuperación sostenida del poder adquisitivo. Los últimos datos oficiales reflejan una dinámica de “empate técnico” que, si bien marca un punto de inflexión respecto de los peores meses de la crisis, todavía deja a los ingresos reales por debajo de los niveles previos al deterioro económico acumulado.
De acuerdo con el Índice de Salarios elaborado por el INDEC, las remuneraciones registraron en octubre un incremento promedio del 2,5% mensual. Ese avance superó levemente a la inflación del mismo período, que se ubicó en el 2,2%, lo que permitió un tenue alivio en términos reales para los trabajadores. Sin embargo, el margen fue acotado y no alcanzó para revertir de manera clara la pérdida acumulada durante los últimos años.
Un análisis difundido por la Fundación Libertad y Progreso advierte que esta evolución positiva debe leerse con cautela. Según la entidad, la trayectoria de los salarios en los últimos meses muestra una recuperación incipiente, pero aún insuficiente para romper el equilibrio inestable entre ingresos y precios. El avance salarial, señalan, quedó apenas por debajo del último techo relativo registrado antes de que se profundizara la crisis heredada.
En esa línea, el economista jefe de la fundación, Iván Cachanosky, remarcó que el resultado de octubre constituye una señal alentadora, aunque todavía frágil. La comparación con noviembre agrega un nuevo interrogante: con una inflación que volvió a ubicarse en torno al 2,5%, la clave será determinar si los salarios logran sostener un ritmo de actualización que les permita seguir ganándole, aunque sea marginalmente, al aumento general de precios.
El escenario hacia adelante abre una expectativa moderadamente optimista. Las proyecciones económicas contemplan una desaceleración gradual de la inflación a lo largo de 2026, con la posibilidad de que hacia la segunda mitad del año el índice mensual se acerque al 1%. De concretarse ese sendero, los salarios, en especial los del sector privado formal, tendrían mayor margen para recomponerse y aproximarse a los niveles reales vigentes antes del deterioro macroeconómico.
No obstante, el informe también pone el foco en el mercado laboral, donde persisten desequilibrios estructurales. Mientras el empleo privado no registrado continúa expandiéndose, el trabajo formal muestra señales de estancamiento. Esta combinación limita el impacto de la recuperación salarial promedio y expone una segmentación creciente entre trabajadores registrados y no registrados, con consecuencias directas sobre la estabilidad de los ingresos y la protección social.
En este contexto, los analistas subrayan la importancia de avanzar en reformas estructurales que incentiven la formalización del empleo. Un marco laboral más flexible y previsible, sumado a un año sin presiones electorales, podría facilitar decisiones de contratación y mejorar las condiciones para que los salarios recuperen terreno de manera más sostenida. La premisa es clara: cuanto mayor sea el avance de las reformas y la estabilidad macroeconómica, mayores serán las chances de que el crecimiento de los ingresos deje atrás el actual empate técnico y se traduzca en una mejora real y duradera del poder adquisitivo.
Fuentes consultadas:
INDEC; Fundación Libertad y Progreso; informes y estimaciones económicas privadas.

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