A los 23 minutos de juego, el capitán de la “Albiceleste”, abrió el marcador, y a los 35′ “Fideo” estiró la ventaja. En el complemento, Mbappé con un doblete igualó el marcador.
Presión asfixiante, trabajo táctico implacable y goles
La Selección Argentina alistó un 4-4-2, en donde las principales novedades fueron las inclusiones de Nicolás Tagliafico y Ángel Di María. La defensa estaba compuesta por Nahuel Molina, Cuti Romero y Nicolás Otamendi. La mitad de la cancha, además del Fideo, que estaba recostado sobre la izquierda, la integraban Enzo Fernández, Rodrigo de Paul y Alexis Mac Allister.
La delantera, la eficaz Messi–Álvarez, que le ha dado a la Albiceleste tantos réditos en la actual Copa del Mundo.
Francia por su lado formó con un 4-2-3-1. en Mbappé se paraba como una especie de mediapunta detrás de Giroud mientras que Griezmann y Dembelé se desplegaban por los costados.
Los primeros minutos de juego Argentina se mostró muy agresiva para recuperar la pelota cerca del área francesa. Tanto efecto surtió la asfixiante presión que Mac Allister pudo rematar desde larga distancia en un tiro que el arquero Hugo Lloris pudo contener y un par de minutos después, Rodrigo De Paul, por la misma vía, probó desde afuera del área que se desvió en Varane.
Y a veces, lo que cosechas en el fútbol se traduce en goles. Tras una excelente jugada individual de Di María, Dembelé lo agarró dentro del área y le cometió penal. Lionel Messi (¿Quién sino?), se hizo cargo del penal y con una tranquilidad que asusta, la colocó al palo derecho del arquero Lloris. La Pulga convertía su sexto gol en la Copa del Mundo y hacía delirar a todo el pueblo argentino.
Los minutos siguientes transcurrieron con la misma tónica: Argentina presionando y asfixiando en todos los lugares de la cancha atacando la espalda de los laterales.
Francia recibió de su propia medicina. En una contra letal, en donde Messi habilitó de primera de forma magistral a Alexis Mac Allister, quien condujo hasta el área, divisó a Ángel Di María, quien como en los Juegos Olímpicos 2008 y como en la final de Copa América 2021 frente a Brasil, definió suavemente por arriba de Lloris y estampaba el 2 a 0. La euforia y la locura en Lusail y en nuestro país, era total
Con 7 minutos de adición y sin muchas más zozobra, Argentina se iba al descanso victorioso. El equipo de Lionel Scaloni se sacó un sobresaliente en la libreta la primera etapa a raíz de su presión asfixiante, sus buenos circuitos de juego y su letalidad a la hora de definir.
Lo construido en toda la final se esfumó en dos jugadas
El segundo tiempo, Francia, obligada por el resultado adverso, se mostró más agresivo en el segundo tiempo apostando a pelotazos y pelotas paradas debido a que no podían hacerlo mediante circuitos de juego fluidos.
Argentina por su parte de apegaba al plan que le dio resultados en los primeros 45 minutos de juego: Concentración, marcación escalonada a las principales figuras francesas, abrir los costados de la cancha para exponer la debilidad de la espalda de los laterales de Francia y la precisión de pases en la mitad de cancha que le posibilitaban a Messi, Álvarez y Di María llegar con profundidad al área contraria.
La ovación de la noche llegó a los 63 minutos de juego, cuando Lionel Scaloni dispuso que Ángel Di María salga reemplazado por Huevo Acuña. Todo el estadio reventó sus palmas para aplaudir a Angelito, quien fue una de las figuras del partido.
Sin embargo y cuando nada lo hacía prever , Francia llegó al empate en un suspiro. Luego de un cierre defectuoso de Nicolás Otamendi, cometió un penal y Mbappé convirtió el descuento. Una jugada después, tras una gran conexión, el jugador del PSG empalmó una volea inatajable y estampaba el 2 a 2. Inesperado e insólito. Fútbol en estado puro.
Fuente Perfil