Así podríamos definir las interminables acusaciones y el entrecruzamiento en Twitter que se suele ver entre los principales referentes de los dos partidos mayoritarios de Mendoza.
Ninguno se queda atrás, algunos son especialistas en sacar trapitos al sol, pero se olvidan de cosas muy importantes porque a la hora de criticar miran con un solo ojo ya que padecen de una memoria parcial.
Cuando enuncian desprestigios se olvidan y se apartan de los propios antecedentes de gestión que sus partidos tuvieron cuando les tocó ser gobierno y manejar la Provincia. Acá nadie se salva.
En el peronismo dicen que tenemos el peor gobierno de la Provincia hasta el día de hoy en su historia, pero se olvidan de Celso Jaque y Francisco Pérez, de Sergio Salgado y Luis Lobos, sólo por mencionar algunos.
Por el otro lado, ahora los radicales dicen tener a nivel nacional y local las soluciones a todos los males, esas que no supieron aplicar durante el gobierno de Macri, donde solo se caracterizaron por mantener un silencio típico de la obsecuencia. Y si queremos ir más atrás todavía, nos podemos remitir al pésimo gobierno de De la Rúa, algo que ningún “boina blanca” recuerda.
Aclaremos que ambos partidos, con su perene participación en la Legislatura y el Congreso, son los responsables de que estemos como estamos desde 1983 a la fecha.
Tampoco podemos decir que la gestión en Mendoza es “la gestión”. De un buen gobierno como de una buena gestión, la sociedad espera una reducción del gasto, un “basta de tomar créditos”, una baja de impuestos y un uso razonable de los ingresos, sobre todo en salud, seguridad y educación.
Está más que visto que de ninguno de los dos lados se caen grandes ideas más allá de tratar de establecer un escenario de confrontación pensando solo en las próximas elecciones. ¿Alguna vez entenderán los políticos que las mejores campañas se hacen mostrando hechos y no promesas? Hasta hoy eso no ha sucedido.
Entre las últimas boberías que hemos podido observar, se encuentra la discusión por la restitución del porcentaje de coparticipación a CABA, una medida que instauró Mauricio Macri y que revirtió Alberto Fernandez.
Me pregunto ¿a qué provincia puede beneficiar o perjudicar esta situación más allá de Buenos Aires y CABA? Entonces ¿alguien puede explicar el motivo del apoyo de muchos gobernadores peronistas en contra de la decisión de la Corte Suprema? Los porcentajes de coparticipación de las demás provincias no han sido modificados en absoluto. O sea, la cosa pasa solo por una postura política ¿En esas cosas pierden el tiempo en lugar de pensar en cómo mejorarle la vida a la gente?
Todas estas actitudes y posturas de plantarse “a lo macho”, o las cadenas de agresiones entre el Gobernador y algunos personajes de la oposición, no hacen más que reafirmar la idea del título de la nota: se trata de una discusión entre “tontos y retontos”, aunque no tanto.
Fuente Mendoza Today