Por Malena Sánchez Moccero
El joven politólogo cordobés, definido como una voz de la nueva derecha, presentó su último libro en el encuentro editorial de Buenos Aires. Pidió “desidiotizar a los propios”.
En la puerta de la sala de José Hernández de la Feria del Libro hay un joven que entrega un número a cada persona que ingresa. “Es para sacarse una foto con Agustín o para que te firme el libro”.
También hay una mesa. Y en la mesa dos libros: La Generación idiota. Una crítica al adolescentrismo y Batalla cultural: Reflexiones críticas para una nueva derecha. Se venden los dos por $12.000. La mesa nunca está vacía, siempre hay tres o cuatro personas comprando algún ejemplar. Después de la charla, y con la posibilidad de la firma de Laje, en la mesa habrá una larga fila y un editor feliz.
– “Creo que en estos días agotamos la primera edición de 20.000 ejemplares deGeneración idiota”, dijo a Infobae Andrés Mego, fundador y director de la editorial Hojas del sur.
Entre los organizadores -todos jóvenes y en su mayoría hombres- se percibía una adrenalina previa a un gran show, un nerviosismo alegre. ¿Llenaría Agustín Laje la sala con mayor capacidad de la feria del libro? ¿Qué poder de convocatoria tendría este politólogo cordobés de 34 años en esta tardecita otoñal en Buenos Aires?
“Ya está acá Agustín”, anunció Mego desde el escenario, como quien confirma la llegada de un rockstar. “Agustín siempre se queda hasta el final a firmar cada libro”, aclaró el editor de Hojas del sur.
“No esperaba este recibimiento. Soy una persona bastante pesimista. Les cuento un secreto: el salón estaba cerrado a la mitad con una cortina pero la cortina se tuvo que abrir”.
Un público eufórico aplaudió las primeras palabras de Agustín Laje.
Generación idiota de Agustín Laje. (Grupo Penta)
El autor venía de presentar su último libro, Generación idiota: Una crítica al adolescentrismo en Perú y Bogotá. “En Lima estuve siete horas firmando libros sin parar y en Bogotá fuimos parte del evento más grande de la feria, con 3.000 asistentes”, contó Laje. Al regreso, su intensa agenda no se detuvo: el día anterior a esta presentación participó, junto a Javier Milei, del programa de Viviana Canosa en LN+.
Agustín Laje es fundador y presidente de la Fundación Libre. En sus declaraciones, el joven politólogo se opone a la eutanasia, al aborto, al matrimonio igualitario, a la adopción homoparental, al lenguaje inclusivo, entre otras cuestiones.
“Agustín se asume como un portavoz de la nueva derecha, lo que no es políticamente correcto”. Así lo presentó Vicente Massot, periodista y ex dueño del diario de Bahía Blanca, La Nueva Provincia. “Quién iba a imaginar que este chico que escribió artículos para La Nueva Provincia se iba a convertir en este fenómeno que es Agustín Laje”, dijo Massot, quien ha sido investigado por instigación a crímenes de lesa humanidad.
“La batalla cultural”, de Agustín Laje
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En la primera fila aplaudían la legisladora porteña de La Libertad Avanza, Lucía Montenegro, la diputada provincial de San Miguel Catalina Buitrago, un sacerdote, el influencer libertario Emanuel Dannan y el senador provincial Joaquín De La Torre, cercano a Patricia Bullrich. Detrás de ellos, todo un público fervoroso al que Laje se refería como “mis seguidores”.
“Al nuevo libro le puse el tituloGeneración idiota para ver cuantos idiotas lo criticaban sin haberlo leído…y fueron bastantes”. Así comenzó Laje su charla en torno a esta novedad editorial.
“Transexualismo cultural”
“Estamos viviendo un momento transexual donde la cultura premia la masculinizacion de la mujer y viceversa en el hombre”, dijo Laje y puso de ejemplo al músico puertoriqueño Bad Bunny: “El tipo siendo heterosexual debe comportarse como mujer para verse representado en los medios hegemónicos”, aseguró el autor de Generación Idiota, quien, para el caso inverso afirmó: “Cuanto menos femenina la mujer, más destacada por los dispositivos culturales”, y citó la letra de la última canción de Shakira con Bizarrap: “Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan”.
Una crítica al “adolescentrismo”
“El libro trata sobre un problema generacional. Niños que, antes de tiempo, viven una vida adolescente y adultos bailando por Tik Tok”, dijo Laje refiriéndose al subtítulo de su libro. Para el autor, el “adolescentrismo” es un momento generacional de la cultura, donde hay una “obsesión por la sexualidad de los niños, una insistencia sexual para con los niños: Los queremos adolescentes sexualizados antes de tiempo”.
Entusiasmo en el público de Agustín Laje. ( Gustavo Gavotti)
Laje definió a la cultura premoderna como aquella donde se les daba gran valor a los ancianos. “La misión de la modernidad consiste en desligarse de la tradición. Ya no existe como fenómeno cultural nacer católico y morir católico. Nacer hombre y morir hombre”. Así describió el politólogo a los tiempos que corren. “Hoy nadie sabe de qué van las fechas patrias. Solo se sabe que es un muy buen día porque no vamos a trabajar”, dijo Laje y agregó: “El desprecio por el pasado se ve en la destrucción de los monumentos y edificios emblemáticos”. Sobre estas temáticas, el autor fue categórico: “Hemos perdido la religión, hemos perdido la nación, hemos perdido el sexo, hemos perdido la clase”.
Agustín Laje describió a una cultura que, en todas sus aristas, nos ofrece el apocalipsis y por lo que nos impulsa a solo vivir el presente. “Por eso muchos se tatúan Carpe Diem”.
Frente a un público cautivo que escuchó en absoluto silencio, Laje concluyó con algunas “pistas” sobre “cómo reconocer al idiota”: “Una es el narcisismo victimario, ya que ser víctima te garantiza la caricia político cultural”, explicó. El joven se refirió al “idiota” como aquel que tiene problemas para determinar fines y medios, y allí se despachó contra el lenguaje inclusivo: “Si quieren incluir, ¿por qué no hay braille en las paradas de colectivo?. Es una idiotez pensar que si cambias la o por la e vas a cambiar el mundo”.
“Reconocemos al idiota en esa voluntad de vivir en mundo post verdadero. Al dispositivo de la verdad lo reemplaza el dispositivo de los sentimientos”, concluyó Laje y agregó: “Hemos perdido todo tipo de referencias”.
Con estas palabras se despidió el autor, quien invitó a sus seguidores a leer su libro para encontrar la respuesta a cómo se enfrenta a esta generación y “desidiotizar a los propios”.
Fuente Infobae