Por el Dr. Adalberto C. Agozino
Dos ciudadanos marroquíes secuestrados en la frontera entre Níger y Burkina Faso fueron recuperados por la exitosa actividad de los servicios de seguridad e inteligencia de Marruecos.
El Sahel es una peligrosa región donde suelen actuar con impunidad los grupos terroristas yihadistas y las organizaciones criminales que, entre otras actividades delictivas, se dedican especialmente a los extranjeros que se aventuran por la región.
Abd al-Rahman al-Sarhani, un profesor de educación islámica jubilado, de 65 años, y Driss Fathi, un comerciante de 37 años, salieron de Marruecos, el 19 de enero pasado, en sus bicicletas. Después de cruzar por el paso de Guerguerat, en la frontera sur del Reino, los viajeros pasaron por Mauritania, en su viaje a través de África, con el objetivo de llegar a Arabia Saudí y hacer la peregrinación a la Meca.
Los viajeros marroquíes prosiguieron su itinerario en bicicleta a través de Senegal, Gambia, Guinea Conakry, Costa de Marfil, antes de ingresar al territorio de Burkina Faso.
Los dos hombres publicaron fotos y vídeos de cada etapa de su viaje en sus cuentas de Facebook.
Uno de los dos ciclistas marroquíes, afirmó el pasado 28 de marzo, que habían entrado en Burkina Faso y que se dirigían hacia la frontera con Níger, en el Norte de ese país, en una región azotada, en los últimos años, por la violencia terrorista a causa de los ataques perpetrados por el grupo yihadista Estado Islámico del Gran Sáhara y donde tiene lugar una tragedia alimentaria que Naciones Unidas intenta paliar.
El 1° de abril, los ciclistas fueron secuestrados en la frontera entre Níger y Burkina Faso por un grupo armado no identificado.
Al conocerse la desaparición de los viajeros, inmediatamente tomaron carta en el asunto los servicios de seguridad e inteligencia marroquíes que coordinaron su accionar con sus homólogos de Níger con quienes habitualmente mantienen relaciones de cooperación.
Como resultado de sus gestiones consiguieron liberar, el pasado sábado 13 de mayo, a ambos infortunados ciclistas, quienes a pesar del mal trago vivido se encontraban en buenas condiciones salud, tal como verificó el personal sanitario nigeriano antes de proceder a su repatriación al Reino.
El éxito de esta operación de rescate fue posible, en gran medida, gracias a la sólida cooperación existente entre los servicios de seguridad e inteligencia marroquíes y sus colaterales de los países del África Subsahariana para enfrentar las amenazas emergentes de esa región.
Marruecos colabora con esos servicios de inteligencia intercambiando información, contribuyendo a la formación profesional de sus cuadros y suministrando equipamientos.
En este contexto también el peso internacional de Marruecos y el prestigio del Rey Mohammed VI, quién suele recorrer la región firmando importantes acuerdos y distribuyendo ayudas de distinto tipo, contribuyen a generar un clima de buena voluntad hacia el Reino cuando enfrenta algún tipo de problema.