López Miras cede y ofrece a Vox una coalición en la Región de Murcia para evitar nuevas elecciones>

El candidato de Vox en la Región de Murcia, José Ángel Antelo, ha manifestado su satisfacción por la ratificación de la entrada de su partido en el Gobierno. «Creemos importante que Vox esté en el Gobierno con tres consejerías, una de ellas la de Agricultura, donde entendemos que podemos aportar un gran valor añadido en esta nueva etapa».

Sin embargo, fuentes del PP rechazan que el acuerdo esté cerrado a tal extremo. La pretensión de Vox, transmiten fuentes conocedoras de las conversaciones, es tener esos tres asientos en el nuevo Gobierno. Siendo efectivamente una la de Agricultura y con uno de sus consejeros con rango de vicepresidente del Gobierno regional.

Pero la posición de Fernando López Miras, que dirige las conversaciones con la dirección nacional de Vox y con interlocución con Génova, quiere limitar la presencia de su socio a dos consejerías. Sin descartar que una de ellas tenga rango de vicepresidencia, pero sí manteniendo la línea roja de que una de esas áreas sea Agricultura. En el actual Gobierno regional hay diez consejerías, además de la presidencia.

El PP de Murcia no quiere ampliar excesivamente el número de consejerías en un futuro Gobierno, y entiende que tres consejerías sería una representación desequilibrada respecto al resultado electoral. Aunque el verdadero caballo de batalla es Agricultura. «En ningún caso la vamos a ceder», insisten fuentes del PP. Incluso manifiestan que si Vox mantiene su pulso en esa dirección «nos vamos a elecciones». En la dirección nacional del PP, informados de todas las conversaciones, aseguran que respaldarán a López Miras hasta el final en el supuesto de que el acuerdo se trunque.

El PP de la Región de Murcia ha informado en un comunicado que su planteamiento es que Vox ocupe dos consejerías: la de Fomento y la de Seguridad, Interior y Emergencias. Consideran que es una propuesta «con la que se podría alcanzar un acuerdo que desbloquearía la situación actual» para «no condenar a los ciudadanos a tres elecciones en menos de seis meses».

En ambas formaciones son conscientes de que una repetición electoral no pondría en riesgo el Gobierno regional para la derecha y también estiman que sería muy complicado que el PP, por efecto de la ley electoral, obtuviese mayoría absoluta. El plazo corre, además, en mitad del proceso de investidura de Alberto Núñez Feijóo, que ha fomentado que ambas formaciones experimenten una «nueva etapa» en la que las partes han decido bajar la intensidad de sus discrepancias en público.

El actual marco de relaciones, «nueva etapa» lo venían llamando en Vox, ha mantenido prietas las filas de la formación de Santiago Abascal. Se ha evitado cualquier reproche al PP por el planteamiento realizado por Alberto Núñez Feijóo en su reunión con Pedro Sánchez de alcanzar acuerdos de Estado con el PSOE. Una postura que no es del agrado de Vox, pero con el que han decidido no confrontar.

Al PP le gustaría llegar a la reunión de la Junta Directiva Nacional del próximo lunes con esta cuestión resuelta y con el nuevo mapa de poder del partido ya consolidado. El plazo para que Fernando López Miras pueda ser investido termina el próximo jueves, con lo que la semana que viene debería arrancar con todo clarificado para poder convocar el pleno de investidura. Si ese día no hay presidente, habrá elecciones anticipadas, que se celebrarían el 25 de octubre.

El asunto del pulso por Agricultura no es en absoluto menor. Aunque fuentes de la negociación constatan que el ambiente en las últimas horas no es de tensión, sí señalan que esa distancia no es fácilmente solventable. La distancia entre el PP y Vox en lo relativo al Mar Menor, debate nuclear en esta región, es muy grande. Precisamente ayer Vox votó en contra, junto a PSOE y Podemos, en la Diputación Permanente de la Asamblea Regional para tumbar el decreto ley de prórroga de la moratoria urbanística en el entorno del Mar Menor. Con esta derogación se termina con el veto a los nuevos desarrollos urbanísticos en la zona.

La absoluta, casi imposible

López Miras articuló una campaña electoral reclamando una mayoría suficiente para lograr un Gobierno en solitario. Y a su juicio lo consiguió. Pero la lectura de Vox es distinta. Ambas partes exhiben el resultado electoral para justificar su posición. El PP logró cerca del 43% de los votos y 21 diputados, a tan solo dos escaños de la mayoría absoluta. Un nivel de porcentaje de voto que en otras comunidades autónomas habría servido para tener esa mayoría absoluta. Mientras, Vox también pone encima de la mesa uno de sus mejores resultados: cerca de un 18% de voto, que se traducen en nueve diputados.

Con la vigente ley electoral, que fue reformada en el año 2015 por exigencia de Ciudadanos, es muy complicado que el PP alcance la mayoría absoluta aunque parezca tan cerca de ella. El elemento clave de esa reforma fue la unificación de las cinco circunscripciones en un único distrito electoral para toda la comunidad autónoma. Al ser primera fuerza en todas ellas, el PP lograba llevarse el último escaño en cada una. Obteniendo así un plus en esa condición de partido más votado, algo que ahora desaparece y que provoca que el PP tenga que llegar al entorno del 48% para conseguir mayoría absoluta.