Este viernes, en un encuentro que mantuvo buena sintonía, el presidente Javier Milei recibió en Casa Rosada a los principales líderes de las entidades empresariales que conforman el Grupo de los 6 (G6).
Los referentes del sector privado respaldaron el programa de desregulación económica, ajuste fiscal y reformas de largo plazo. Estuvieron los representantes de la industria, el comercio, la construcción, los bancos, el campo y la Bolsa, quienes se manifestaron satisfechos.
En privado, admitieron sus preocupaciones por la caída de la actividad económica y el empleo.
“Nos sentimos como en casa”, valoró el presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), Mario Grinman. El encuentro duró más de dos horas y los empresarios solamente fueron convidados con agua, contaron.
“Encontramos a un presidente dispuesto a hablar de todos sus proyectos. Tiene muy en claro el camino, y nos escuchó en todo, desde los temas locales hasta la inserción internacional y las cuestiones laborales. Nos fuimos convencidos de que tiene muy claro lo que quiere hacer y lo va a llevar adelante”, dijo Grinman.
El titular de la Cámara de Comercio señaló que desde el sector “hace años que este es el modelo, un desarrollo económico que genera trabajo a través de la creación de empresas en el sector privado. Tiene nuestro apoyo para llevar a la Argentina a ser un país competitivo”.
Para Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), la reunión fue “positiva”. “Ya lo conocíamos desde el año pasado, cuando antes de las elecciones vino dos veces al Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp). Coincidimos en que hay que solucionar la macro, bajar la inflación y en que no se puede vivir con déficit fiscal”, señaló.
Daniel Funes de Rioja, presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), sumó: “Expresamos el apoyo a la estabilización macroeconómica para conseguir la normalización y crecimiento en el mediano plazo”.
Uno de los temas mencionados fue la recesión, sobre la que Milei tiene una vocación de acelerar los tiempos para que la recuperación tenga forma de “V” (rápido restablecimiento de la actividad a los niveles previos tras una fuerte caída, que está en marcha).
“Se habló del Pacto de Mayo y el camino que tendrá el país para estabilizarse. El Presidente asumió con un arrastre de expectativas hiperinflacionarias, pero hay que evitar frenazos bruscos que dañen la posibilidad de trabajar y producir”, dijo Funes de Rioja, que acaba de perder su cargo como presidente de la COPAL, de industrias alimenticias.
En tanto, el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, sostuvo que Milei “sabe cuáles son los problemas del sector agropecuario”.
“A medida que el déficit sea cero y perdurable en el tiempo, vamos a hablar de la baja de impuestos, entre ellos las retenciones, pero no tenemos plazos. Ayer el ministro de Economía, Luis Caputo, lo marcó como un objetivo para el año que viene”, recordó.
“La cosecha va a ser buena, no récord. La liquidación de divisas va a ser la habitual, en marzo y abril necesitamos empezar a vender para pagar deudas y compromisos, estoy tranquilo. Estamos conformes con la reducción de la brecha cambiaria, vamos a andar mejor”, se ilusionó Pino luego de tres años de sequía y a pesar de la falta de crédito accesible que tienen los productores.
Del encuentro con el Presidente de la Nación también participaron Adelmo Gabbi, titular de la Bolsa de Comercio, y Jorge Brito, vicepresidente de la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba).
Los empresarios están al tanto de las negociaciones para aprobar en el Congreso el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023, el proyecto de Ley Bases (“ómnibus”), la reforma laboral, el paquete fiscal, la apertura de las importaciones de alimentos y el camino hacia la dolarización o competencia de monedas, con un la salida del cepo al dólar como paso previo, que Milei prometió que será en el segundo semestre.
El optimismo de los empresarios locales por la aplicación de un grandísimo ajuste que recae sobre las jubilaciones y los salarios sin protestas sociales contrasta con los datos de la actividad económica y la creciente cantidad de despidos.
Los datos de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) muestran que en febrero hubo una caída de las ventas minoristas del 25% interanual, y el acumulado es una baja del 27% en el primer bimestre. No obstante, el indicador de consumo que mide la CAC estuvo apenas 1,7% por debajo en enero frente al mismo mes de 2023.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) midió una disminución del 13,8% interanual en enero en las ventas de los supermercados y del 8,1% en autoservicios mayoristas.
También el organismo oficial registró una caída del 12,4% interanual en enero de la actividad industrial y del 21,7% en la construcción, por el parate en la obra pública. La construcción ya vio unos 100.000 despidos de empleados, sobre un total de 500.000, y hay centenares de empresas al borde de la convocatoria de acreedores.
Mientras tanto, se multiplican las suspensiones en la industria, como el caso de Acindar, o las automotrices que estuvieron cerradas durante el verano como Volkswagen y General Motors. El sector opera con un uso de la capacidad instalada de apenas el 25%.
Fuente Mendoza Today