Por Oriana Rivas
Imane Khelif recibió una copia de las pruebas médicas hechas en años diferentes por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) y nunca las cuestionó. Lo que sugiere que estaría aprovechando el ventajismo concedido por el Comité Olímpico Internacional, al igual que Lin Yu-ting, de Taiwán, sobre quien pesan los mismos señalamientos
El boxeador Imane Khelif, quien compite bajo la bandera de Argelia en los Juegos Olímpicos, es hombre pero está en categorías contra mujeres. Así lo asevera la Asociación Internacional de Boxeo (IBA, por sus siglas en inglés), no sin antes revelar que habían informado previamente al Comité Olímpico Internacional (COI) sobre las pruebas de género antes de las competencias, pero este último ignoró los resultados.
Y es que no fue una, sino dos pruebas de cromosomas hechas tanto a Khelif como al actual representante de Taiwán, Lin Yu-ting, sobre quien pesan los mismos señalamientos por su género masculino a pesar de estar compitiendo contra mujeres en París. Tal como explica la IBA, ambos recibieron una copia de estas pruebas y nunca lo cuestionaron. “Saben que estas pruebas existen y que no son falsas”, afirma la organización.
La línea de tiempo que plasma la organización no solo explica los análisis, sino cómo se llegó a la decisión de descalificarlos del Campeonato Mundial de Boxeo Femenino de la IBA 2023. Entonces, puede que el presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune, haya felicitado a Khelif por su clasificación para las semifinales al decir que “ha honrado a la mujer argelina”, pero la biología dice todo lo contrario.
“La medicina no es opinión”
Todo esto no hace más que empeorar las críticas respecto al tinte progresista de estos Juegos Olímpicos y el ventajismo que pudieran estar aprovechando tanto el boxeador de Argelia como el de Taiwán. Porque además, ninguno de ellos apeló los resultados de la IBA ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo cuando se les dio la oportunidad. Como resultado, ambos están en las semifinales de París con altas probabilidades de conseguir medallas. En cambio, sus contrincantes mujeres, padecen la derrota como le pasó a italiana Angela Carini.
El doctor Ioannis Filippatos, expresidente del Comité Médico de la IBA, habló con los periodistas y recordó que la biología no se puede cambiar. “La medicina es conocimiento, no opinión”, declaró. Para ello, puso un ejemplo: “Un pasaporte puede darnos la oportunidad de ser hombres y, mañana, cuando regrese a Atenas, podré ir a mi gobierno y… cambiar mi nombre de Ioannis Filippatos a Ionnia Filippatos. ¿Eso significa que mañana seré mujer? Por favor. La naturaleza y el mundo biológico no cambian”.
Ante las preguntas de los periodistas, Filippatos lanzó otra frase: “Los análisis de sangre se ven y dicen –los laboratorios– que este boxeador es hombre”.
El COI arremete
Esta disputa por temas de género empeora todo alrededor de los Juegos Olímpicos de París, precedidos por una organización que permitió durante la ceremonia de inauguración la exposición de drag queens bailando sobre una pasarela o simulando la célebre pintura de la “Última Cena” de Leonardo da Vinci. Además, aumentan los casos de atletas enfermos por la evidente contaminación del río Sena.
El Comité Olímpico no tardó en responder al pronunciamiento de la IBA, pidiendo su sustitución. “Necesitamos desesperadamente otra federación de boxeo”, dijo el portavoz del COI, Mark Adams. Utilizan supuestas irregularidades financieras y de arbitraje dentro de la organización internacional para presionar con su pedido.
Mientras tanto, las boxeadoras que sí son mujeres biológicas quedan de lado en la competencia. En el caso de la italiana Angela Carini, ni ella ni la Federación Italiana de Boxeo (FPI) quisieron aceptar el premio de 50000 dólares para la deportista y 25000 para el entrenador que les quiso dar la IBA y que originalmente estaba destinado al ganador de la medalla de oro.
Fuente Panampost