Argentina
USA
Paraguay
España
Israel
Actualmente, para las distintas naciones del mundo es esencial tener Fuerzas Armadas modernas y capaces de enfrentar amenazas externas: esto es lo que mide el Global Firepower Index, el cual evalúa el poderío de los ejércitos en todo el mundo.
Este índice considera una variedad de factores que van desde la capacidad operativa hasta el presupuesto militar, la tecnología disponible y la logística. Cada país recibe un puntaje donde una cifra más baja refleja una mayor potencia militar.
Ahora, se publicó una nueva edición del ranking para el 2024 y ya se conoce qué país tiene la estructura militar más poderosa del mundo: los detalles.
Cuál es el ejército más poderoso del mundo
En el ranking de 2024, Estados Unidos se posiciona en la cima con un puntaje de 0,0699, seguido de cerca por Rusia (0,0702) y China (0,0706).
Estos tres países son reconocidos por su capacidad tecnológica y sus vastos recursos, lo que les permite mantener fuerzas armadas altamente eficaces. La lista de los diez ejércitos más poderosos incluye:
- Estados Unidos: 0,0699
- Rusia: 0,0702
- China: 0,0706
- India: 0,1023
- Corea del Sur: 0,1416
- Reino Unido: 0,1443
- Japón: 0,1601
- Turquía: 0,1697
- Pakistán: 0,1711
- Italia: 0,1863
Estados Unidos se posiciona en la cima de los ejércitos más poderosos con un puntaje de 0,0699.Este ranking se basa en más de 60 variables que incluyen la cantidad de unidades militares, la geografía de cada país y sus capacidades logísticas, ofreciendo una visión clara de cómo se posicionan las fuerzas armadas en el escenario internacional.
Dónde está ubicada la Argentina en el ranking
En el contexto de América Latina, Argentina ocupa un lugar destacado, posicionándose como el segundo ejército más poderoso de la región con un puntaje de 0,3823, lo que la coloca en el puesto 28 a nivel mundial entre 145 países evaluados.
Esta clasificación refleja el potencial militar del país, a pesar de enfrentar desafíos económicos significativos que han limitado el presupuesto de defensa en las últimas décadas.
Argentina es el octavo país más extenso del mundo, con una geografía variada que le confiere una ubicación estratégica, por lo que resulta esencial que sus Fuerzas Armadas sean completas y modernas.
Su ejército cuenta con un total de 348 tanques, 21.724 vehículos de combate, 229 aeronaves y 41 navíos, lo que demuestra una capacidad militar considerable, aunque con capacidad de mejorar en contraste con el amplio territorio.
A pesar de las restricciones financieras, el Global Firepower Index resalta que las Fuerzas Armadas argentinas están bien entrenadas y equipadas, manteniendo un nivel de profesionalismo que es vital tanto para la defensa nacional como para la seguridad interna.
Recientemente, se profundizaron los esfuerzos por parte del Gobierno para modernizar las Fuerzas Armadas. Tanto la gestión de Alberto Fernández como la de Javier Milei profundizaron programas de adquisición de aeronaves e iniciaron procesos de recomposición salarial para los miembros de las FF.AA.
Luis Petri, el actual ministro de Defensa, incluso prometió a inicios de año reformas para fortalecer y modernizar las capacidades del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea.
Meses atrás, figuras importantes de la milicia argentina adelantaron que el Gobierno quiere presentar ante el Congreso un proyecto de reforma de las Fuerzas Armadas con distintas novedades.
Entre estas, se cuenta la reglamentación de la ley “Jaunarena” -nombrada así por el exministro de Defensa Horacio Jaunarena- que dispuso el Fondo Nacional de Defensa (FONDEF) para la compra de equipamiento militar, al igual que un proyecto para regular a los reservistas y otro que modifique las condiciones de movilización militar.
Cuál es la situación de los ejércitos sudamericanos
En el panorama militar sudamericano, Brasil lidera la lista con un puntaje de 0,1944, situándose como la potencia militar número 12 a nivel mundial. Brasil no solo cuenta con el mayor presupuesto de defensa en la región, sino que también tiene una capacidad militar moderna y diversa.
Argentina, como se mencionó anteriormente, sigue a Brasil y se destaca por su compromiso con la profesionalización de sus fuerzas armadas.
México, con un puntaje de 0,4274, ocupa el tercer lugar en América Latina, destacándose por un ejército que ha centrado sus esfuerzos en la lucha contra el narcotráfico y la seguridad interna.
Colombia y Chile completan el top cinco con puntajes de 0,7347 y 0,8121, respectivamente, reflejando también su compromiso con la modernización y el fortalecimiento de sus fuerzas.
Colombia ha desarrollado una fuerza militar robusta, principalmente como resultado de décadas de conflicto armado y la lucha contra el narcotráfico. Por su parte, Chile ha realizado fuertes inversiones en la modernización de sus capacidades militares y mantiene una colaboración estrecha con aliados internacionales.
Más allá de estos cinco países, el poder militar en América Latina presenta una diversidad notable. Países como Perú, Venezuela y Cuba tienen fuerzas armadas relativamente poderosas, aunque se enfrentan a significativos desafíos económicos y políticos que pueden limitar su efectividad.
En contraste, naciones como Panamá, Belice y El Salvador poseen ejércitos más modestos, en gran parte debido a economías más pequeñas y la ausencia de conflictos armados.
Un caso único es el de Costa Rica, que ha optado por no tener fuerzas armadas desde hace décadas, priorizando su desarrollo social y económico. Esto resalta un enfoque diferente en la región, donde la estabilidad y la seguridad interna son, en gran medida, gestionadas a través de cuerpos de seguridad civil en lugar de fuerzas militares.
En resumen, mientras que Argentina se posiciona como una potencia militar en América Latina, la región en su conjunto muestra una gran variedad en cuanto a capacidades y desafíos, reflejando tanto el contexto histórico como las circunstancias actuales de cada país.
La modernización y el profesionalismo son claves para afrontar amenazas externas y garantizar la seguridad interna, una tarea que los gobiernos de la región parecen reconocer y priorizar en sus agendas.
Fuente El Cronista
