Después de varios idas y vueltas, el Gobierno Nacional convocó a sesiones extraordinarias con un temario que espera ser tratado entre el lunes 20 de enero hasta el 21 de febrero. En caso de no poder lograrse la aprobación o el avance de los proyectos dispuestos por el Poder Ejecutivo, estos seguirán su curso normal en las sesiones ordinarias que comenzarán el 1 de marzo.
El anuncio se oficializó este viernes a través de una comunicación en redes hecha por el vocero presidencial, Manuel Adorni. El presidente Javier Milei firmó hoy el decreto de convocatoria, que se publicará el lunes en el Boletín Oficial.
“Se ha firmado hace instantes el decreto convocando a sesiones extraordinarias”, tuiteó el vocero presidencial, consignando el listado de seis temas que ya había adelantado El Cronista días atrás, al que se le sumó el proyecto de Ley sobre Compensación e Índice de Actualización de Quebrantos, que será enviado por el Poder Ejecutivo en los próximos días.
De todo ese listado, los dos temas que son prioridad absoluta para el oficialismo son la eliminación de las PASO y la puesta en tratamiento de los pliegos de los candidatos a la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) Ariel Lijo y Manuel-García Mansilla.
Con una relevancia de segundo orden también estaban los proyectos de juicio en ausencia (para poder juzgar a imputados que no se encuentran presente en el proceso para delitos de lesa humanidad o terrorismo), antimafia (que endurece penas y crea nuevas figuras y herramientas legales para la lucha contra el crimen organizado) y de reiterancia (que busca que delincuentes con reincidencia permanezcan presos hasta la fecha de su juicio).
El llamado a extraordinarias venía posponiéndose desde hace varios meses. Ya en octubre circulaba la posibilidad de que se hiciera en diciembre, pero según el círculo de Javier Milei “no estaban los consensos con la oposición”. Estaba la intención de hacerlo a mediados de diciembre. Incluso, Adorni llegó a publicar un anuncio en X, pero un día después fue detenido el exsenador aliado Edgardo Kueider y, según explican diversas fuentes, no estaba el clima para iniciar debates, particularmente en la cámara alta.
También buscarán poner en tratamiento el proyecto de Ficha Limpia con las modificaciones que le hicieron a la versión del PRO. Milei le encomendó la redacción del texto al abogado Alejandro Fargosi. A los ojos de los libertarios, el texto propuesto por la diputada macrista Silvia Lospennato dejaba la posibilidad de que las justicias provinciales pudieran proscribir candidatos. En los próximos días debe enviarse desde el mismo Poder Ejecutivo a la Mesa de Entradas de la Cámara de Diputados.
“Tampoco tenemos los consensos ahora, pero creemos que es necesario que se den los debates”, dicen un estrecho colaborador del Presidente. La idea de hacer la convocatoria se aceleró en los últimos días, al punto que para estos días era un hecho que se haría. Hasta hace algunos días en la oposición miraban de reojo el llamado -tantas veces prometido- porque ningún emisario libertario se había contactado con los jefes de bloque más importantes del Congreso. Ayer se empezaron a reactivar los llamados.
Los asuntos clave que busca aprobar Milei
Es un hecho de que habrá rispideces en relación a las PASO. La Libertad Avanza busca eliminarlas de cuajo. Se trata de una posición que podría juntar más adhesiones del peronismo que de bloques aliados como el PRO o la UCR. Diputados de estos últimos sectores creen que la suspensión es más lógica.
De darse lo que quiere el oficialismo, el calendario para las elecciones nacionales (diputados y senadores) se extenderá hasta pasando mitad de año, lo que haría que haya una sola elección. Señal de que en la Casa Rosada ven probable que suceda es que no quieren hablar de alianzas con el PRO hasta mayo.
Entre las prioridades aparecen los pliegos de Lijo y García-Mansilla. El primero ya tendría las firmas para poder dictaminarse y pasar directamente a ser tratado en el recinto, algo que no tiene el segundo. Si LLA quisiera insistir con su dictamen, deberá insertarlo en el debate en el recinto sobre tablas, lo que exige una mayoría especial.
En los cálculos que tienen en el Triángulo de Hierro, Lijo tiene los votos para poder ser el cuarto juez de la Corte Suprema. Para García-Mansilla es más complicado: como no tendría las firmas del dictamen en la Comisión de Acuerdos, el oficialismo debe proponer su pliego sobre tablas: es decir, avalado por dos tercios del Senado.
Si un grupo de los senadores de Unión por la Patria se ausenta al momento de la votación, el oficialismo puede tener mayores posibilidades de lograr su aprobación, ya que los votos se cuentan sobre los presentes. Si no llegan con su cometido, en el oficialismo avisan: “García-Mansilla va a ser ministro de la Corte, no importa cuando. Se puede dar más adelante”. El nombramiento por decreto sigue sin descartarse.
Del paquete que fue anunciado, el único que cuenta con una media sanción es el proyecto de Ley Antimafia, que se aprobó en la Cámara de Diputados en octubre pasado. Los pliegos de los ministros de la Corte Suprema requieren únicamente tratamiento en el Senado, donde el oficialismo tiene pocos alfiles propios (el de La Libertad Avanza tiene seis bancas, luego de la salida de Francisco Paoltroni, quien se opone a Lijo) y en donde se acarrea la dura interna entre la Casa Rosada y la vicepresidenta Victoria Villarruel.
Fuente El Cronista