Buenos Aires, 25 de abril de 2025-Total News Agency-TNA- El ministro de Defensa, Luis Petri, enfrenta una crisis política de proporciones tras la visita explosiva del diputado nacional y exministro Ricardo López Murphy al astillero estatal TANDANOR, dependiente de su cartera.
Según múltiples fuentes legislativas presentes en el recorrido, la comitiva abandonó las instalaciones con “indignación y desazón” ante el evidente estado de abandono y deterioro de la que fuera hasta 2024 una de las tres empresas navales más importantes del mundo.
Los detalles del incidente pintan un cuadro preocupante: durante la visita, los directivos de TANDANOR, encabezados por el presidente del directorio Tomás Etcheverry y el gerente general Nicolás Hanna Abdalah, demostraron un “desconocimiento absoluto” sobre la situación real de la empresa, incapaces de responder preguntas técnicas básicas sobre su operatividad.

Ministro Petri y Tomás Echerry, derecha.
Testigos relataron que López Murphy, quien se desempeñó como ministro de Defensa y conoce profundamente el sector, no pudo contener su furia ante el espectáculo de deterioro, al punto que los propios directivos realizaron “ingentes gestiones” para evitar que su reacción trascendiera a los medios.
La situación es particularmente grave porque contrasta con el discurso oficial del gobierno sobre la necesidad de privatizar empresas estatales para “optimizar su gestión”. Según los legisladores, el estado actual de TANDANOR – con instalaciones en ruinas, proyectos paralizados y equipamiento obsoleto – hace prácticamente inviable cualquier proceso de venta atractivo para inversores privados.

Diego Chaher.
Esto genera una contradicción insalvable: mientras el área de privatizaciones, a cargo de Diego Chaher, mendocino (al igual que Petri) y ex Grupo América, insiste en que la venta es “el objetivo desde el día uno”, la realidad muestra que el abandono sistemático de la empresa está destruyendo su valor. Peor aún, fuentes técnicas revelaron que hasta fines de 2023 TANDANOR operaba a pleno rendimiento, ejecutando contratos millonarios para la Armada Argentina, Prefectura Naval y petroleras internacionales, lo que hace aún más inexplicable su colapso en apenas dieciséis meses. Ante esta situación es posible que se privatice por muy poco dinero.
El silencio del ministro Petri ante este nuevo escándalo suma presión y complica un poco más su posición política. No solo no ha respondido a los pedidos de explicaciones de López Murphy y la Comisión de Defensa, sino que su cartera se limitó a repetir consignas genéricas sobre “la incorporación de capitales privados” sin abordar las denuncias concretas.
En círculos oficialistas crece la preocupación por el daño reputacional que estos episodios causan al gobierno, especialmente cuando se trata de un área sensible como la defensa nacional. El hecho de que un símbolo de la capacidad industrial argentina como TANDANOR esté siendo desmantelado por negligencia, en lugar de por una decisión estratégica, podría convertirse en un nuevo frente de conflicto para la administración Milei en medio de un ya complejo escenario económico y social.