Copenhague, 2 de octubre de 2025 — Total News Agency – TNA –El Gobierno de Estados Unidos ha decidido comenzar a compartir con Ucrania información de inteligencia sobre objetivos de largo alcance en territorio ruso, en especial vinculados a infraestructuras energéticas como refinerías, oleoductos y plantas eléctricas. La medida coincide con la cumbre que se desarrolla en Dinamarca, donde líderes europeos debaten el futuro de la guerra y las estrategias de seguridad regional.
Un giro en la política estadounidense
De acuerdo con fuentes oficiales, la administración Trump autorizó a las agencias de inteligencia a entregar mapas, coordenadas y evaluaciones de riesgo que permitirían a Kiev planificar ataques profundos en Rusia. Hasta ahora, Washington había restringido su apoyo a objetivos militares más cercanos al frente de combate. La nueva directiva busca golpear las fuentes de financiamiento de Moscú y debilitar la logística de su maquinaria bélica.
Reacción rusa y contexto europeo
Desde Moscú, el Kremlin restó importancia al anuncio, afirmando que Estados Unidos ya proveía a Ucrania de inteligencia militar de forma regular. Al mismo tiempo, en Copenhague se reúnen el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy, el primer ministro británico Keir Starmer y otros mandatarios europeos. La anfitriona, la primera ministra danesa Mette Frederiksen, advirtió que Europa enfrenta una “guerra híbrida” por parte de Rusia, marcada por ciberataques, drones y sabotajes, y urgió a reforzar la defensa común.
Debates y riesgos
El traspaso de inteligencia ofensiva reaviva la discusión sobre los límites legales y éticos de los ataques transfronterizos y sobre la implicación directa de Estados Unidos en la guerra. Dentro de la Unión Europea también surgen voces que piden cautela para evitar una escalada militar que pueda derivar en un conflicto de mayor alcance.