Buenos Aires, 4 de noviembre de 2025-Total News Agency-TNA-La Confederación General del Trabajo (CGT) se apresta a celebrar mañana su congreso nacional en el estadio de Club Obras Sanitarias de la Nación, en el barrio porteño de Núñez, donde se definirá la conducción para el período 2025-2029. La convocatoria, con inicio a las 9 h, tendrá entre sus principales objetivos oficializar el nuevo triunvirato de mando en un escenario de amplia negociación interna y con la reforma laboral del gobierno de Javier Milei como telón de fondo.
Según dirigentes con acceso al proceso, ya están casi confirmados los nombres de Cristian Jerónimo, del Sindicato del Vidrio, y Jorge Solá, del Seguro, como integrantes del triunvirato. El tercer lugar, sin embargo, sigue siendo materia de discusión, con dos candidaturas fuertes en pugna: Octavio Argüello, de Camioneros, impulsado por el sector de Hugo Moyano, o la incorporación de una dirigente femenina, como Maia Volcovinsky (Judiciales), bajo el reclamo de pluralidad.
El proceso de renovación llega en un momento complejo para la central obrera. Dentro de la CGT conviven corrientes “dialoguistas”, más proclives al acuerdo institucional, y sectores “combativos”, que advierten contra cualquier retroceso de derechos ante la reforma laboral impulsada por el Gobierno nacional. Este contexto tensiona la definición del modelo de conducción: si continuará el colegiado triunvirato o se optará por un secretario general único con mayor unificación.
Otro dato relevante del congreso es que arribará al día de la votación sin que estén completamente saldadas todas las negociaciones internas, un hecho poco habitual en la historia reciente de la central. Dirigentes como Armando Cavalieri (Comercio) y Luis Barrionuevo (Gastronómicos) expresaron públicamente su descontento por la marcha de las negociaciones y desaprobaban la falta de consulta previa sobre los nombres de Jerónimo y Solá. Tras una reunión de último minuto se limaron asperezas con Cavalieri, mientras que Barrionuevo sigue fuera de la mesa chica de la conducción.
La coyuntura dota de mayor significado al congreso cegetista: el Gobierno nacional busca avanzar con su agenda laboral flexibilizadora y la CGT necesita figura e institucionalidad para negociar o resistir ese paquete de medidas. Según fuentes de la central, están habilitados 2.186 congresales provenientes de 210 sindicatos para votar la nueva conducción y los 50 cargos estratégicos en juego (36 secretarías y 14 vocalías).
Entre los ejes de debate interno se cuentan el reparto de cargos, la representatividad de género y la capacidad de convocatoria de los dos espacios mayoritarios. El liderazgo del triunvirato estará marcado por el desafío de articular una estrategia común frente al Gobierno, al tiempo que preserve la unidad sindical, que en los últimos meses había dado señales de fractura.
Los analistas señalan que, más allá de la definición de nombres, lo que está en juego es el rol que la CGT asumirá para los próximos cuatro años: ¿será un actor de diálogo y negociación, o adoptará una postura más confrontativa ante el Ejecutivo? La decisión representa un momento clave para la central, ya que su incidencia política y social para el sector trabajador dependerá en gran medida de la credibilidad de la conducción que resulte de este martes.
En caso de aprobarse el triunvirato con Jerónimo – Solá y tercero aún por definir – la central buscaría mostrar renovación generacional y capacidad de interlocución. Si, por el contrario, emerge un secretario general único del ala combativa, podría abrirse un ciclo de mayor conflicto con el Gobierno. Cualquiera sea el desenlace, el congreso de mañana será una bisagra para la CGT en una etapa marcada por reformas estructurales.

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