
El presidente Javier Milei se encuentra en un buen momento de gestión. Con un Congreso esperando para renovarse a favor de La Libertad Avanza y en contra de Unión por la Patria, y con un gabinete oxigenado, todo indica que empieza a tirar nuevas cartas sobre la mesa.
La llegada de Diego Santilli como ministro del Interior, cree, le garantizará un mayor respaldo parlamentario de parte de los gobernadores aliados con los que durante el último año sufrió tensiones y cortocircuitos.
Es por ello que el flamante funcionario ya comenzó a tener reuniones incluso antes de que se llevara a cabo el acto de juramento y tiene en agenda otras tantas con el fin de acordar políticas que beneficien tanto a los mandatarios provinciales como con la Casa Rosada.
Lo propio sucede con el nuevo jefe de Gabinete, a quien dentro del Gobierno califican de “conciliador” pero menos permisivo que su predecesor, Guillermo Francos, a quien hoy acusan de fomentar disputas internas en los ministerios por su política de “dejar hacer”.
Es por ello que por estas horas, Manuel Adorni trabaja en un plan coordinado integral en cada área que contará con intercambios constantes con los Ministerios con el fin de conocer y buscar solución a los problemas subyacentes.
Con esto, el presidente Milei busca renovar la imagen del Gobierno, evitar disputas internas y marcar una agenda más relacionada a los cambios estructurales planteados desde el principio de su gobierno que a escándalos en los que en varias ocasiones se vieron hundidos varios de sus funcionarios.
La tarea no es sencilla, pero juega a su favor que la oposición dejó un poco de lado los escándalos que sacudieron las bases del Gobierno Nacional como $LIBRA y ANDIS, aunque ello pueda en el futuro traer consecuencias teniendo en cuenta que las investigaciones judiciales continúan su rumbo.
Algo similar sucede en torno a la imagen del ex candidato a primer diputado de La Libertad Avanza por la provincia de Buenos Aires José Luis Espert, a quien ya no le señalan tanto sus vínculos con el narcotráfico.
Ya pasaron las elecciones y hoy la oposición está metida en otros temas de agenda, cuestionando proyectos en los que planea avanzar el Gobierno como la reforma laboral, una de las iniciativas más objetadas.
Con todo esto, el presidente Milei busca generar confianza nuevamente en la ciudadanía y tras el batacazo electoral promete profundizar las reformas que, según él, son necesarias para “hacer a Argentina grande otra vez”.
Es algo que podrá observarse con mayor claridad luego del 10 de diciembre, cuando el Gobierno abra las puertas a las sesiones extraordinarias que tienen como finalidad aprobar ciertas normas, entre las más destacadas, el primer presupuesto anual con el que contará.
Allí, justamente, se meterán de lleno los nuevos integrantes del Gabinete. Santilli negociando con las provincias aliadas y Adorni buscando reestructurar las partidas de los ministerios nacionales.
El reordenamiento, en todo caso, se produce en un momento de gran expectativa y de máxima necesidad. Es el instante oportuno antes de que ambas figuras puedan llegar a sufrir algún desgaste político, por lo que Milei buscará capitalizar esta “oxigenación” en la mayor medida posible.
Ninguna de las últimas decisiones del presidente son casuales ni azarosas, todo está armado de forma tal que, dentro de un mes, con la nueva composición del Congreso, el Gobierno obtenga el mejor rédito posible.
Este artículo se publicó primero en Mendoza Today.
Fuente Mendoza Today

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