BUENOS AIRES, 3 de diciembre de 2025 – Total News Agency-TNA-La Confederación General del Trabajo (CGT) manifestó un rechazo contundente a la decisión del Gobierno nacional de fijar el Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) en $328.400, cifra establecida por laudo tras la falta de acuerdo entre sindicatos y cámaras empresarias en el Consejo del Salario. La central obrera consideró que el nuevo valor “profundiza la pérdida del poder adquisitivo” y se encuentra completamente alejado de los costos reales de vida, en especial frente al encarecimiento sostenido de bienes y servicios esenciales.
De acuerdo con el comunicado difundido por la CGT, el salario mínimo determinado por el Ejecutivo “desconoce las necesidades básicas de millones de trabajadoras y trabajadores” y consolida “una pérdida salarial incompatible con una vida digna”. La central subrayó que, en un contexto económico de inflación persistente y aumentos acumulados sobre alimentos, transporte y tarifas, el monto fijado por el Gobierno no cubre ni de lejos el valor de la Canasta Básica Total, estimada actualmente en $1.176.852 para una familia tipo.
En la reunión del Consejo del Salario, la CGT había presentado una propuesta alternativa orientada a iniciar un proceso de recomposición real del ingreso mínimo. El planteo incluía un aumento acumulado del 71,6%, distribuido en incrementos mensuales del 11,4% entre diciembre y abril, con el objetivo de comenzar a alinear el salario mínimo con los parámetros mínimos de subsistencia. Para la conducción cegetista, la canasta básica constituye “la única referencia válida” para fijar un piso salarial que garantice las necesidades esenciales de los hogares.
La falta de acuerdo entre los sectores derivó en la intervención del Estado, que resolvió por decreto el nuevo monto. No obstante, la CGT calificó el laudo como “insuficiente y regresivo”, advirtiendo que la decisión no solo evita revertir la caída del poder adquisitivo registrada desde noviembre de 2023, sino que además profundiza la brecha entre el salario mínimo y el costo de vida, con impacto directo en trabajadores no registrados, beneficiarios de programas sociales y segmentos que toman como referencia el SMVM para la actualización de ingresos.
Desde las organizaciones sindicales sostienen que el salario mínimo ha perdido su función histórica como parámetro ordenador de las escalas salariales y como componente esencial en la protección del ingreso de los sectores más vulnerables. En ese sentido, reiteraron la necesidad de un mecanismo de actualización que acompañe, de manera realista, el comportamiento de la inflación y garantice previsibilidad a las familias trabajadoras.
En su comunicado, el Consejo Directivo Nacional de la CGT remarcó que continuará impulsando una recomposición progresiva del SMVM con la meta de “recuperar definitivamente su valor” y devolverle centralidad dentro del esquema de remuneraciones del país. “La discusión salarial no es una disputa sectorial, sino un debate sobre el derecho a una vida digna”, afirmó la conducción sindical, que anticipó nuevas acciones para sostener el reclamo en los próximos meses.
La resolución del Gobierno se da en un escenario de tensiones crecientes entre la administración nacional y las principales centrales obreras, que advierten sobre el deterioro acelerado de los ingresos laborales y la falta de políticas de protección frente al aumento del costo de vida. Con el nuevo salario mínimo muy por debajo de los valores de referencia, la negociación vuelve a instalarse como uno de los puntos focales del clima social y económico hacia el cierre del año.

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