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El espionaje industrial azota a las grandes compañías y en este sentido, Tesla no es la excepción. La automotriz descubrió que uno de sus ingenieros de software había guardado unos 26.000 archivos confidenciales en su Dropbox personal.
La compañía dirigida por Elon Musk presentó una demanda en el Tribunal del Distrito Norte de California de EE. UU. y señaló a Alex Khatilov como el presunto perpetrador, un ingeniero de software de control de calidad.
La firma norteamericana señala en su demanda que su empleado robó archivos de la red interna relacionados con su software Warp Drive, utilizado para automatizar muchos de los procesos comerciales.
A tan solo tres días de ser contratado, el 28 de diciembre de 2020, Khatilov “robó descaradamente” miles de archivos y los movió a su cuenta personal de Dropbox.
La automotriz tenía en la mira a Khatilov y sospechaban que estaba por incurrir en un acto ilícito. Ante la claridad que proporciona la evidencia decidieron actuar activando los protocolos correspondientes ante una posible fuga de información.
La firma norteamericana señala en su demanda que su empleado robó archivos de la red interna.ATTILA KISBENEDEK / AFP)
“Sólo unos pocos empleados de Tesla tienen acceso a estos archivos y como miembro de ese grupo, el demandado aprovechó este privilegio para descargar archivos que no estaban relacionados con su trabajo”, se lee en la denuncia.
El personal a cargo de la investigación descree también de la versión de Khatilov. Añadieron que al ser sorprendido, intentó destruir la evidencia de Dropbox junto con la información almacenada.
A pesar de que el cuatro de enero Khatilov negó todas las acusaciones durante una reunión con el personal de compañía, fue despedido dos días después.
En su defensa, este hombre que fue expulsado sin ningún derecho a réplica, afirmó que guardó los archivos por error y que olvidó eliminarlos de su nube personal.
En una entrevista concedida al New York Post indicó que no sabía que Tesla había presentado una demanda en su contra hasta que el periódico se puso en contacto con él.
“He estado trabajando durante 20 años en esta industria, sé de qué tratan los documentos confidenciales, pero nunca, nunca intenté acceder a ninguno de ellos”, señala con cierto pesar.
Otras indiscreciones
No es el primer caso de espionaje al que se enfrenta la compañía norteamericana. En 2018, demandó al técnico de procesos Martin Tripp por llevar “gigabytes” de datos a personas externas, incluidas “docenas de fotografías confidenciales y un video de los sistemas de fabricación de Tesla”. En diciembre, la empresa llegó a un acuerdo con el ex técnico de procesos, quien admitió haber filtrado información confidencial a un periodista y deberá pagar 400 mil dólares como resarcimiento.
En 2019, demandó a la startup Zoox, acusando a cuatro empleados que habían trabajado anteriormente en Tesla, de tomar documentos confidenciales.
Este caso se resolvió en abril pasado y Zoox admitió que “algunos de sus nuevos empleados” estaban en posesión de documentos de Tesla.
SL
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