El caso de la joven inocente que murió al ser atropellada en una persecución policial sumó en las últimas horas un nuevo capítulo: atacaron a tiros la comisaría de Castelar donde falleció uno de los dos delincuentes.
Fuentes policiales aseguraron a Télam que el ataque contra el destacamento de Castelar Sur se produjo el lunes a la noche cuando un joven pasó por el lugar y disparó al menos un balazo contra el frente de la seccional, sin lastimar a nadie.
Ante la sospecha que el ataque pudo haber estado relacionado a la muerte en uno de los calabozos de Leonardo Díaz (27), registrada horas antes, se dispuso un refuerzo en la seguridad de esa dependencia.
Voceros judiciales aseguraron que la autopsia al cadáver de Díaz determinó que falleció debido a las lesiones que sufrió durante el accidente, a raíz del cual también quedó herido un cómplice, Martín Andrés Parada (19), que permanece hospitalizado.
Milagros Silva (21) murió al ser atropellada por ladrones en Castelar.
Según los resultados preliminares de la autopsia, murió por “traumatismo en la zona de la pelvis con hemorragia interna y contusión pulmonar, compatibles con tracción vehicular“, es decir al impactar la moto en la que viajaba con otra en la que iban Milagros Silva (21) y su pareja, Leandro Boracchia (23), mientras eran perseguidos por la Policía entre Morón y Castelar.
Todavía se esperan las conclusiones finales del estudio forense para avanzar en la causa iniciada por la muerte de Díaz y establecer los motivos por los cuales si estaba herido fue llevado a una dependencia policial y no a un hospital como su cómplice.
La causa por la muerte de Díaz es llevada adelante por la fiscal de Morón Marisa Monti, mientras que la que se inició por la persecución policial y posterior muerte de Silva está en manos de la UFI 4 de ese distrito, que instruye su par Oscar Marcos.
El fiscal Marcos espera que el detenido que se encuentra en el Hospital Güemes, de Haedo, con fractura de cráneo, se recupere para indagarlo por “encubrimiento” (la moto de los delincuentes era robada), “portación ilegal de arma de uso civil” (por un revólver .22 que le secuestraron) y “homicidio“, que podría ser “con dolo eventual“, por la muerte de Silva.
El padrastro y la madre de Milagros Silva. Foto: Andrés D’Elia.
Según las fuentes consultadas por Clarín, Parada tiene una causa en trámite por “encubrimiento“, pero no había sido indagado por ese delito.
Todo ocurrió cerca de las 21 del domingo último cuando un repartidor de comidas de la aplicación Rappi observó sobre la avenida Yrigoyen, a la altura del cuartel de bomberos de Morón, que tres jóvenes en motos perseguían a una cuarta persona y que uno de los sospechosos estaba armado, secuencia de la que los investigadores poseen un video.
Al cruzarse con un patrullero, el repartidor denunció el hecho ante los policías y brindó una descripción de los sospechosos, por lo que se irradió un alerta en la zona y fueron los agentes de otro móvil policial, de la comisaría 1ra. de Ituzaingó, quienes visualizaron a las tres motos en el cruce de Rivadavia y Pérez Quintana, de esa localidad de oeste del Conurbano.
Al ver a los policías, los ocupantes de las motos comenzaron a huir, por lo que el patrullero inició la persecución de una de las motos, que tenía pedido de secuestro activo, ya que había sido robada en zona norte, detallaron las fuentes.
Todo ocurrió en la esquina de Pardo y Palmero.
La moto estaba tripulada por dos jóvenes que se movilizaban sin cascos y se dirigieron hacia la zona de Castelar, donde mientras eran perseguidos embistieron en el cruce de las calles Pardo y Palmero a una moto tipo 110 también blanca, en la que viajaba Silva con su pareja, Ariel Boracchia (23).
A raíz del impacto, la joven murió en el acto, mientras que su pareja sufrió heridas, al igual que uno de los tripulantes de la moto perseguida.
Si bien los familiares de Silva y los vecinos denunciaron que el móvil policial perseguía a los motochorros sin las balizas ni la sirena encendida, al menos tres cámaras de seguridad municipal de Ituzaingó captó parte de la persecución y se observa que el patrullero tenía sus luces policiales prendidas.
Además, los investigadores aseguraron que el móvil de la comisaría 1era. de Ituzaingó que participó de la persecución no tiene ningún rastro de haber participado de un choque con la moto de los delincuentes, tal como denunciaron algunos vecinos.
Un informe preliminar de la autopsia realizada al cadáver de Silva en la morgue de Ituzaingó determinó que la joven recibió un fuerte impacto en el cuerpo que le provocó politraumatismos que derivaron en su muerte.
En principio, si bien su familia aseguró que estaba embarazada de tres meses, esto no fue confirmado hasta el momento mediante estudios preliminares. La prueba de sangre hecha en el hospital dio negativo, pero se mandó a hacer otra pericia, cuyo resultado todavía no se conoce.
EMJ
Fuente Clarin