Florencio Randazzo sigue ampliando su armado: se mostró con Juan Manuel Urtubey y Graciela Camaño

A su foto con lavagnistas, peronistas de Córdoba, movimiento sociales, socialistas y un referente del campo, Florencio Randazzo le sumó en las últimas horas una imagen oficial con el exgobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, y con la diputada nacional Graciela Camaño, con quienes compartió una charla virtual con más de mil jóvenes.

Ya lanzado como candidato de una tercera vía que busca ubicarse entre el oficialismo del Frente de Todos y la oposición de Juntos por el Cambio, el exministro de Transporte insistió en su reclamo para que la educación sea declarada “servicio esencial” y pidió que vuelva a ser un ámbito de formación.

Acompañado también por exintendente de General Pueyrredón Gustavo Pulti, y la dirigente provincial Florencia Casamiquela, Randazzo criticó la extensa suspensión de clases decidida por Axel Kicillof en Provincia de Buenos Aires. “Nunca más nada ni nadie pueda dejar a los chicos y chicas de nuestro país afuera de la escuela”, dijo.

“Estamos trabajando en la construcción de un espacio que tiene por objetivo resolver los problemas que tienen los argentinos y las argentinas”, dijo y reiteró que considera indispensable “discutir una nueva ley laboral que garantice los derechos de quienes tienen empleo, pero que permita incluir en la formalidad del trabajo al 51% que hoy está afuera”. Además, acusó a oficialismo y oposición de tener intereses en común. 

Urtubey, que en las últimas elecciones fue candidato a vice de Roberto Lavagna, con quien Randazzo ya ha tenido encuentros, sostuvo que “la única manera de distribuir la riqueza es a través de la generación de empleo”.

“Nosotros como espacio político vamos a ser funcionales a la gente”, marcó el salteño. “Buscan desacreditarnos constantemente, nos acusan de ser funcionales a unos u otros“, completó Camaño, que estuvo conectada de forma virtual. “Estamos trabajando juntos para construir un modelo de país”, manifestó. Y al referirse a las problemáticas de género “dijo que no se resuelven solo con la creación de un ministerio”.

Pulti, en tanto, habló del día después de las elecciones. “No se trata de que lleguen algunos diputados y listo. Tenemos que seguir trabajando para darle una alternativa a los argentinos”, señaló en el encuentro organizado por el partido Tercera Posición, encabezado por Camaño, y por el dirigente bonaerense de esa fuerza Martín Jofre.

El paso a paso del Randazzismo

La actividad fue una más en el armado que viene llevando adelante el exministro de Cristina Kirchner de cara a la construcción de una tercera vía bajo el lema #HayOtraArgentina. Su primer foto de peso fue en abril con Roberto Lavagna.

“Con Randazzo profundizamos nuestras coincidencias en temas prioritarios para el país como el desarrollo, la producción, el sistema impositivo, y en poner la prioridad en GENERAR EMPLEO a través de las PYMES facilitándoles la posibilidad de incorporar trabajadores”, escribió el excandidato presidencial.

El armado opositor continuó con encuentros con peronistas de Córdoba. “La dirigencia sindical y las organizaciones sociales son parte del problema de la Argentina”, dijo entonces. Acto seguido, se mostró con Humberto Tumini y Jorge “Huevo” Ceballos y sumó una pata “piquetera”.

“Los dirigentes debemos comprometernos con el objetivo de crear trabajo y formalizar a los millones de argentinos precarizados. Así salimos en serio de la pobreza”, propuso Tumini, Presidente del Movimiento Libres del Sur.

Le siguió un cara a cara con Mónica Fein, flamante presidenta del Partido Socialista. Retomó con ella parte de las charlas que venía teniendo con Miguel Lifschitz, exgobernador santafesino que falleció como consecuencia del covid. “Con Mónica Fein trabajamos juntos en la gestión para darles soluciones concretas a los rosarinos y rosarinas. Hoy nos reencontramos y coincidimos en que es necesario construir una Argentina mejor entre todos”.

Con críticas a las medidas más cuestionadas del gobierno, Randazzo intenta meter su ficha en un escenario de polarización en el que algunos encuestadores consideran que un candidato de centro podría, desde el vamos, obtener un porcentaje interesante de los desencantados.

“Con más de un 70% de pobreza infantil en el conurbano, comercios y pymes que cierran y millones de trabajadores que no llegan a fin de mes y ahora pagarán retroactivos. Con esa realidad, la política se aumentó un 40% sus sueldos. ¿Perdieron el sentido común o el corazón?”, lanzó cuando se conoció la “paritaria” del Congreso fijada por Cristina Kirchner y Sergio Massa.

Y luego arremetió contra la administración Kicillof. “La vuelta a #ClasesPresenciales en algunos municipios es un paso adelante, pero miles de niños, niñas y jóvenes llevan más de un año sin ir a las escuelas. En el futuro necesitamos que la educación sea declarada servicio esencial para que nadie más los pueda alejar de las aulas”, dijo apelando a una iniciativa que presentaron varios dirigentes de JxC.

Su última aparición fue un gesto al campo. Se reunió con Carlos Iannizzotto, presidente de Coninagro, una de las cuatro entidades rurales. “Coincidimos con la mirada de Iannizzotto, titular de CONINAGRO. Hay que abrir las exportaciones de carne para no seguir perdiendo mercados, puestos de trabajo y dólares. El problema no es la carne ni el campo, el problema es la inflación”, esgrimió.

En su último acto, volvió a las fuentes: el peronismo de Provincia de Buenos Aires. Y hubo un detalle llamativo: al final del acto, hubo aplausos, lluvia papelitos y cumbia. Sonó No es mi despedida, de Gilda, la artista que sonó en los actos del PRO de 2015 y cuya música Macri “bailó” en el balcón de Casa Rosada el día que asumió. 

Fuente Clarin