Georgieva dijo no estar “de acuerdo con los hallazgos e interpretaciones de la investigación de irregularidades en los datos”.
Economistas de peso en el mundo de desarrollo económico como el Nobel Joseph Stiglitz y Jeffrey Sachs, salieron a respaldar a la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, quien por estos momentos afronta una acusación en contra de su accionar cuando era Jefa de Operaciones en el Banco Mundial.
Stiglitz y Sachs dijeron que las denuncias tienen un tinte político y que se dan en el marco de la pelea existente entre China y Estados Unidos.
La actual titular del FMI fue acusada de haber sido la responsable de manipular un informe del Banco Mundial (Doing Business) con la intención de favorecer a China, cuando ella era jefa de operaciones de la entidad multilateral.
La acusación es el resultado de una investigación que lideró el estudio WilmerHale para el Banco Mundial y que su titular, David Malpass, hizo pública en septiembre último.
“En todo momento, Georgieva actuó de una manera totalmente profesional, haciendo exactamente lo que yo habría hecho””
Joseph Stiglitz
La noticia, que llegó apenas unas semanas antes de que comience la cumbre anual del FMI y el Banco Mundial en Washington, prendió fuego en el ámbito de las finanzas internacionales.
Tras la revelación del informe, el semanario británico The Economist pidió la renuncia de Georgieva a la conducción del FMI, al considerar que “socavó la credibilidad” del organismo multilateral.
Tras la crítica inicial, en los últimos días economistas como Stiglitz hicieron un análisis más minucioso del caso y consideraron que “el informe se basa en gran medida en insinuaciones”, o “pistas”, más que en pruebas concretas.
Stiglitz, en una nota de opinión publicada en la página especializada Project Syndicate, ponderó la actuación y las iniciativas impulsadas por Georgieva para afrontar la pandemia y la situación de los países con crisis de deuda.
Stiglitz, en una nota de opinión publicada en la página especializada Project Syndicate, ponderó la actuación y las iniciativas impulsadas por Georgieva.
“Después de leer el informe de WilmerHale, de hablar directamente con las personas clave involucradas y de conocer todo el proceso, la investigación me parece un trabajo de hacha”, sostuvo Stiglitz al relativizar los fundamentos en los que se basa la acusación a Georgieva.
“En todo momento, Georgieva actuó de una manera totalmente profesional, haciendo exactamente lo que yo habría hecho (y ocasionalmente tuve que hacer cuando era economista jefe): instar a quienes trabajan para mí a asegurarse de que sus números sean correctos, o lo más precisos posible, dado que las limitaciones inherentes a los datos”, se explayó el premio Nobel.
“El acalorado ataque contra la directora gerente del FMI se trata del papel de China en una institución multilateral con sede en Washington””
Jeffery Sachs
También el economista Jeffery Sachs publicó en el diario Financial Times una nota de opinión en la que sostuvo que “el acalorado ataque contra la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, no se trata realmente de la supuesta santidad de los datos del Banco Mundial o de la calidad de su gestión, se trata del papel de China en una institución multilateral con sede en Washington”.
Sachs dijo que “muchos en el Congreso de los EEUU quieren que Georgieva se retire porque no es una enemiga jurada de Beijing”.
Asimismo, Sachs, exconsejero de Naciones Unidas para temas de desarrollo y economista de la Universidad de Columbia, remarcó los párrafos de una carta reciente de tres congresistas republicanos dirigida a la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, en la que critican a la actual titular del FMI.
Sachs dijo que “muchos en el Congreso de los EEUU quieren que Georgieva se retire porque no es una enemiga jurada de Beijing”.
Allí sostuvieron que las acusaciones contra Georgieva “ilustran cómo el Partido Comunista chino, al perseguir sus propios intereses, socava instituciones multilaterales como el Fondo, la Organización Mundial de la Salud y las Naciones Unidas. China se siente con derecho a tener más voz en la forma en que operan estas organizaciones internacionales; su falta de compromiso con los valores multilaterales demuestra por qué no se le debe permitir”, advirtieron los legisladores.
La carta también pide al Tesoro de EEUU que informe sobre las “interacciones de la directora Georgieva con los representantes chinos en el Fondo” antes de la aprobación de la nueva asignación de DEG de 650.000 millones de dólares y la “promoción de China con respecto a posibles cambios en la participación accionaria” en el FMI.
Todo esto, según Sachs, “refleja la creciente obsesión de EEUU con China”.
“Muchos en el Congreso de los EEUU quieren que Georgieva se retire porque no es una enemiga jurada de Beijing””
Jeffery Sachs
Stiglitz, por otro lado, también apunto sus dardos en contra del actual titular del Banco Mundial, David Malpass.
“El verdadero escándalo es el informe de WilmerHale, que incluye cómo David Malpass, presidente del Banco Mundial, escapa ileso”, sostuvo Stiglitz.
Esto es porque “el informe señala otro episodio, un intento de mejorar Arabia Saudita en el índice Doing Business 2020, pero concluye que el liderazgo del Banco no tuvo nada que ver con lo que sucedió”, agregó el economista.
Stiglitz acotó que por suerte “el periodismo de investigación ha descubierto un comportamiento mucho peor, incluido un intento sin adornos de Malpass de cambiar la metodología de Doing Business para hacer que China descienda en la clasificación”.
Para Stiglitz, “no es sorprendente que haya algunos que no estén contentos con la dirección que ha tomado el FMI bajo el liderazgo de Georgieva. Algunos piensan que debería ceñirse a su tejido y no preocuparse por el cambio climático. A algunos les disgusta el cambio progresivo, con menos énfasis en la austeridad, más en la pobreza y el desarrollo, y una mayor conciencia de los límites de los mercados”.
En este marco, el directorio del FMI se reunió la semana pasada para discutir el asunto.
Las negociaciones de la deuda argentina
Stiglitz también insinuó que el rol del FMI en la reestructuración de deuda concretada por la Argentina el año pasado tuvo también que ver con la denuncia en cuestión formulada contra Georgieva.
“Muchos actores del mercado financiero están descontentos de que el FMI no parezca estar actuando con tanta fuerza como un cobrador de créditos… En la reestructuración de la deuda argentina que comenzó en 2020, el Fondo mostró claramente los límites a lo que podía pagar el país, es decir, cuánta deuda era sostenible; debido a que muchos acreedores privados querían que el país pagara más de lo que era sostenible, este simple acto cambió el marco de negociación”, subrayó Stiglitz.
La respuesta del FMI
Al defenderse de las acusaciones, Georgieva, por su parte, dijo no estar “de acuerdo esencialmente con los hallazgos e interpretaciones de la investigación de irregularidades en los datos, en lo que respecta a mi papel en el informe Doing Business del Banco Mundial de 2018”.
En este marco, el directorio del FMI se reunió la semana pasada para discutir el asunto.
“La Junta discutió las deliberaciones del Comité de Ética hasta el momento y tuvo un intercambio preliminar de puntos de vista sobre el informe y la declaración del Director Gerente en respuesta a él”, dijo de manera escueta una fuente del FMI, que indicó que habrá más reuniones para tratar el caso.
Fuente Telam