
Un tríptico a gran escala sin título de Francis Bacon, realizado entre 1986 y 1987, fue adjudicado a un único postor por un precio final de 47,6 millones de dólares. La obra se situó justo por debajo de su estimación mínima de 47 millones. Expuesta por primera vez en Moscú en 1988, la obra, del tamaño de una valla publicitaria, hace referencia a tres figuras diferentes: Woodrow Wilson tras la firma del Tratado de Versalles en 1919; el entonces socio de Bacon, John Edwards; y León Trotsky, asesinado en 1940.
Otra de las obras más caras que se vendieron en Londres fue “La chica de los ojos cerrados” (1986-87), de Lucian Freud, un retrato de la musa del pintor, Janey Longman, que un coleccionista británico conservaba desde 1987. El lienzo, en el que aparece parcialmente desnuda y parece estar durmiendo, alcanzó 20,2 millones de dólares).
De Pablo Piccaso se vendieron 5 obras pertenecientes a la familia Berggruen- Del grupo, el grabado de Picasso de dos figuras comiendo “Le Repas frugal” (1904) se vendió por 8 millones de dólares, resultado cuatro veces superior a su estimación de 2 millones de dólares.
La demanda de Asia hizo subir los precios de los artistas contemporáneos más solicitados. Un bodegón de tulipanes rosas de Nicolas Party de 2017 salió en 2,4 millones de dólares (después de que en Europa hubieran mostrado escaso interés por él). Un minúsculo lienzo de 2015 del contemporáneo rumano Victor Man, con el retrato de una mujer aturdida y titulado “D con cuervo”, se vendió también en Shanghai por 285.000 dólares. Finalmente, también en esa ciudad, el cuadro “El Duce” de Jean-Michel Basquiat (1982), que representa el esqueleto de un orangután, salió en 15 millones de dólares, su estimación de base.
Fuente Ambito