La normativa impondrá para todos esos aparatos un puerto USB-C con el objetivo de limitar los desechos tóxicos de miles y miles de cables de diversos formatos, y defender el derecho de los consumidores, obligados por ahora a acumular diversos cargadores.
El proyecto había enfrentado la feroz oposición del gigante tecnológico Apple, que defiende su tecnología de carga y conexión Lightning.
El comisario europeo de Industria, Thierry Breton, saludó el acuerdo y mencionó en Twitter que “el interés general de la Unión Europea ha prevalecido”.
El acuerdo significa “más ahorros para los consumidores de la UE y menos basura para el planeta”. Se evitaría acumular 11.000 toneladas al año de residuos electrónicos, según las estimaciones de la Comisión Europea.
En una nota de prensa, el Parlamento Europeo apuntó que el proyecto “es parte de un esfuerzo más amplio de la UE para hacer que los productos en la UE sean más sostenibles, reducir los desechos electrónicos y facilitar la vida de los consumidores”.
Así, “los consumidores ya no necesitarán un dispositivo y cable de carga diferente cada vez que compren un dispositivo nuevo, y podrán usar un cargador para todos sus dispositivos electrónicos portátiles pequeños y medianos”, añadió la nota.
El Parlamento también destacó que la velocidad de carga será “armonizada para dispositivos que admiten carga rápida, lo que permite a los usuarios cargar sus dispositivos a la misma velocidad con cualquier cargador compatible”.
La Comisión Europea lleva impulsando este acuerdo desde hace trece años, cuando en 2009, alcanzó un acuerdo voluntario con los principales fabricantes de dispositivos móviles, que permitió reducir de 30 a tres los cargadores existentes: el USB 2.0 Micro B, el USB-C y el Lightning, exclusivo de Apple.
Ese pacto, sin embargo, expiró en 2014 y el pasado mes de septiembre el Ejecutivo comunitario lanzó una nueva propuesta que fructificó hoy, en un acuerdo que aun tendrá que ratificarse formalmente por el Consejo de la UE -la institución que representa a los países- y por el Parlamento Europeo.
De momento, el cargador único no será compatible con ordenadores portátiles, relojes inteligentes o los dispositivos que miden la actividad física, por razones técnicas como su tamaño.
Fuente Ambito